Letras de Fuego / Espectáculos / Noticia. La Camerata Lazarte brindó un doble concierto memorable en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, con la magistral dirección del Maestro Julio Lazarte, el solista Gerardo Solórzano y destacados músicos.
Una cálida bienvenida
La velada del pasado domingo 14, en la que la Camerata Lazarte ofreció un concierto en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, comenzó con una presentación del Rvdo. Padre Roberto Espeche, quien introdujo cálidamente a esta prestigiosa orquesta de cámara tucumana.
Cuatro violines al servicio de la armonía
El programa se inició con una brillante interpretación de los cuatro Conciertos para Cuatro Violines de George Philipp Telemann, el más prolífico compositor de finales del Barroco.
Los solistas fueron Gerardo Solórzano, María José De Mari, Pablo Nieva y Juan Ignacio Grassino, quienes hicieron gala de una profunda integración camerística y una sobresaliente destreza técnica. El estilo imitativo de las obras se hizo claro y evidente gracias a una precisa delineación de las voces. Cada violinista puso su particular impronta y color característico, creando a la vez un todo armonioso.
Un solista y una orquesta maravillosos
A continuación, hizo su entrada el resto de la orquesta, que con su número ampliado acompañó al gran violinista tucumano Gerardo Solórzano como solista del Concierto en Re menor de Félix Mendelssohn.
Gerardo Solórzano brilló como un solista virtuoso, con una solidez interpretativa profesional muy notoria. El rasgo más sobresaliente de su actuación fue el uso extenso del llamado “sonido Mendelssohn”, logrando una paleta de colores sorprendente y sumamente eficaz para traducir el mensaje del gran compositor alemán.
Solórzano fue acompañado por una orquesta integrada por: Primeros violines Pablo Nieva, Emanuel Cardozo, María José De Mari, y Mariana Mulé. Segundos violines Juan Grassino, Celina Martínez y Emmanuel Villa. Viola: Marina Jara. Violonchelos: Gabriela Canaviri, César Medina y Federico Lopez.
La orquesta supo, a su vez, integrarse y dialogar con infinidad de matices y sutilezas poco frecuentes en las versiones circulantes de esta obra. El resultado fue una versión única y sumamente vigorosa de una de las obras más hermosas escritas por el joven Mendelssohn.
Un público desbordante y una opinión calificada
Fue el cierre apoteótico de una velada musical para el recuerdo muy aplaudido por el numeroso público asistente, a pesar de la recia lluvia, entre quienes se encontraban el Maestro Eduardo Alonso Crespo, las pianistas Laura Oppedisano y Karin Källstein, los doctores Estela Gifoniello, María del Carmen Boente, Raúl Asial, Pedro Grassino, los escritores Manuel Rivas, Sergio Lizárraga, Juan Carlos Mon, Miguel Méndez Dietrich y Carlos Caridi, la doctora Ingrid Lausberg, la doctora Elsa Harlouchet, el coreógrafo y ex bailarín Claudio Aprile y la psicóloga Josefina Sánchez, entre otros notables.
La calificadísima opinión del Maestro Alonso Crespo sobre el concierto es de destacar con palabras elogiosas para la dirección de Julio Lazarte, para el solista Gerardo Solórzano y para todos los músicos al afirmar que “hicieron verdadera música”, un elogio que vale más que el mejor premio e igual que el cálido aplauso final de los presentes.


