La Asociación Ilícita de los Poetas Muertos “Alejandra Pizarnik” apareció en escena

Presentación oficial de la Asociación Ilícita de los Poetas Muertos "Alejandra Pizarnik".

Letras de Fuego / Noticias. El 24 de mayo pasado se presentó de manera oficial la Asociación Ilícita de los Poetas Muertos “Alejandra Pizarnik”, de la mano de sus fundadores Gustavo Díaz Arias, Verónica González, Manuel Rivas e invitados.

Presentación oficial

En el marco del 19º Mayo de las Letras y como gran cierre de uno de los festivales literarios más importantes del norte argentino, el miércoles 24 de mayo, y con el apoyo del Ente de Cultura, se presentó la Asociación Ilícita de los Poetas Muertos “Alejandra Pizarnik”, en el Museo Casa Padilla.

Tal como estaba previsto, los fundadores del espacio literario que quiere mantener vivo el legado de la autora argentina, Gustavo Díaz Arias, Verónica González y Manuel Rivas, procedieron en primer lugar a leer la Carta Fundacional.

Narradoras orales

Antes de la lectura por parte de los escritores invitados, y contando con el apoyo de la profesora de Narrativa Oral Alejandra Jiménez, se presentaron dos integrantes de Tucucuentos Solidarios, Olga Bonnano y Gloria Argañaraz.

La actuación de las Tucucuentos Solidarios.

Cabe destacar que se trata de un grupo de narración perteneciente a la Dirección de Letras, Ambas narradoras recibieron calurosos aplausos por parte de los asistentes que habían colmado el primer patio del museo.

Poetas participantes

Luego se habilitó una mesa de lectura, todos los escritores invitados, leyeron en primer lugar un poema de la escritora Alejandra Pizarnik. La primera en deleitar con sus escritos fue la reconocida poeta Susana Noé.

La poeta Susana Noé. Foto: Gentileza Gustavo Díaz Arias.

A continuación hizo lo propio la poeta santiagueña Melcy Ocampo, le siguió la escritora de Tafí Viejo Luna Fernández Córdoba. Posteriormente, fue el turno del poeta y narrador Omar Almirón, a quien siguió la cálida voz de Norma Guraiib.

La poeta santiagueña Melcy Ocampo. Foto: Diario Cuarto Poder.

En el tramo final se presentó con su personalísimo estilo, Norma Salica; a quien sucedió la excelencia de Marisa Álvarez y, por último, una exploradora del erotismo y las letras, la escritora Jess More.

La escritora Norma Guraiib en plena lectura. Foto: GDA.

Finalmente, los fundadores del espacio leyeron a modo de cierre un poema de Alejandra Pizarnik, en tanto que Manuel Rivas aportó un poema de su autoría en homenaje a la escritora argentina.

La poeta Norma Salica. Foto: Gentileza Gustavo Díaz Arias.

EL REGRESO

La luna inconstante como tu corazón,

entre vida y muerte,

con un anzuelo pesca tus retazos.

 

El olvido muerde tus tobillos

y ese vuelo queda herido,

para vaciarse de poemas.

 

Espíritu inquieto te sumerges

en lenta zambullida intemporal,

a ese cielo lila que creíste abismo.

 

Con mi red de mariposas

atrapo tus penas en el aire

y repito como un eco:

Alejandra, aún vives entre nosotros.

El poeta Omar Almirón. Foto: Gustavo Díaz Arias.

Carta fundacional

A continuación compartimos el texto de la Carta Fundacional:

LA GUERRA CONTRA LA MUERTE Y EL OLVIDO
      Los abajo firmantes hemos decidido unirnos, con fuertes vínculos literarios, para declararle la guerra a la muerte y el olvido. Estos dos conceptos parecen estar emparentados, porque quien es olvidado cae en una especie de muerte y quien muere corre mucho riesgo de ser olvidado.
La poeta Luna Fernández Córdoba. Foto: GDA.
      Para ir a ese combate desigual, echaremos mano a todas las armas literarias que tengamos a mano, conscientes de antemano de las grandes posibilidades de sufrir fuertes derrotas en las batallas de las que participemos. Sin embargo, el final de la guerra debe ser lo más difuso posible, para que las centurias hagan caer en una amnesia parcial a los soldados de esta ASOCIACIÓN ILÍCITA DE LOS POETAS MUERTOS “ALEJANDRA PIZARNIK”.
      Nuestra ventaja será suponer que esta guerra no tiene fin y que nuestras filas se irán renovando, año a año, lustro a lustro, década a década, siglo a siglo, en un principio de continuidad permanente. Es por ello que abrimos las puertas, de par en par, para aquellos poetas y escritores que deseen librar esta guerra contra la muerte y el olvido. Vencer al segundo equivaldrá a derrotar a la primera.
      Como bandera y estandarte hemos elegido a la poeta Alejandra Pizarnik, cuyo legado será tan inspirador que dejará de lado su trágico final y su rótulo de “poeta maldita”. Vamos a ir contra todas las etiquetas que exceden la artesanal labor de las palabras que conforman la belleza de un poema, de una narración, de una obra teatral o de cualquier creación en donde las voces tomen vida.
La poeta Marisa Álvarez. Foto: Gustavo Díaz Arias.
      De ese modo, lucharemos contra el manto de olvido que cubre a muchos de los escritores que han pasado el umbral de la muerte. Lo haremos a través de charlas, cursos, talleres, disertaciones, concursos, encuentros y también con nuestras propias creaciones, que daremos a conocer de manera colectiva e individual, con la certeza de que todo aporte es valioso en esta misión que nos espera.
      En esta tarea necesitamos de las manos de todos los creadores, de todos aquellos que tengan vocación de construir con palabras. Les daremos lugar en nuestras filas, iremos juntos a la batalla y venceremos como sea, a fuerza de convencimiento. Honraremos a los escritores actuales, quienes también están en esta lucha contra el olvido. Evocaremos a quienes no están entre nosotros, pero que nos sostienen desde lo alto con hilos invisibles de herculeana fortaleza.
La poeta del erotismo, Jess More. Foto: Gentileza Gustavo Díaz Arias.
      Nos hermanaremos en nuestras creaciones, sin ningún tipo de distinciones o discriminaciones, porque lo más importante para nosotros será la LITERATURA. Nuestra unidad será una cadena de eslabones que jamás se romperán y menos por cuestiones ajenas a nuestra finalidad como Asociación, que también excede nuestra propia existencia.
      Todos aquellos que se sumen serán animadores y continuadores de la ASOCIACIÓN ILÍCITA DE LOS POETAS MUERTOS “ALEJANDRA PIZARNIK”. Cometeremos los delitos literarios que haya que cometer y los poetas muertos revivirán de las invisibles sepulturas en las que se empecina en dejarlos el olvido. Lo haremos a través de la vida que aportarán los afluentes de energía de cada uno de nosotros, los que elegimos integrar y pertenecer esta Asociación, para transformarlos en un río de sangre, de huesos y espíritus inquietos de la creación.

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