Tras el paso de unos 20 testigos, entre víctimas y ex policías, durante el juicio oral contra Facundo Jones Huala por un ataque incendiario perpetrado en 2013 al fundo Pisu Pisué en la región de Los Ríos, en Chile, la fiscalía se reserva para las jornadas finales un conjunto de indicios que anticipan la parte más polémica del proceso. Mañana se conocerá el veredicto.

El juicio

Se trata de seguimientos, escuchas telefónicas y de los testimonios de los agentes de inteligencia que investigaron al activista mapuche a partir de 2008, amparados en la Ley de Seguridad Interior del Estado chileno.

Material probatorio

Los jueces del Tribunal Penal Oral de esta ciudad turística y agrícola-ganadera deberán resolver si toman en cuenta o descartan de plano ese material probatorio para emitir un veredicto. En ese punto medular parecería cifrarse la suerte del lonco.

La legislación trasandina le permite a la Policía —previa orden judicial emanada de una Corte de Apelaciones— investigar preventivamente a personas en situaciones excepcionales como son los presuntos actos de terrorismo o hechos graves que afecten a la seguridad interior del país. Aquí la violencia rural indígena entra dentro de esa amplia categoría.

Investigación secreta

En todos los casos esas investigaciones están dirigidas por la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), son reservadas y secretas y, según prevé la norma, pueden ser utilizadas como pruebas en un proceso criminal siempre que el Ministerio Público Fiscal las requiera y que la ANI autorice su divulgación parcial o total. Aunque en la mayoría de los casos se llega a conocer sólo una porción de esas investigaciones.

A ese cúmulo de polémica información acudirá el fiscal Sergio Fuentes Paredes para intentar probar que el lonco lideró el ataque contra aquel fundo en un contexto de reivindicación territorial delictual y de expansión del conflicto indígena desde la “zona roja”, el área de Temuco, a la región de Los Ríos.

Información de la Policía argentina

“Se exhibirán pruebas que no fueron ventiladas en otros juicios y que tienen que ver con cómo nos enteramos sobre la llegada de Jones Huala a Chile. También se expondrá la información básica que entregó la Policía argentina sobre él a partir de su participación en conflictos en Villa La Angostura en 2009 y cuáles eran sus motivaciones, vinculaciones y movimientos en nuestro país. Según esa información, Jones Huala ingresaba por pasos clandestinos a Temuco para apoyar atentados y desde allí reclutó a un grupo de personas para propagar el conflicto mapuche hacía una región que hasta entonces no sufría ese tipo de atentados”.

Mientras los investigadores policiales y los agentes de inteligencia convocados a prestar declaración explicarán cómo ellos concluyeron que Huala encabezó presuntamente el ataque, el viernes una perito del Departamento Central de Criminalística señaló que se hallaron dos perfiles genéticos en un par de botas identificadas por las víctimas como las usadas por el encapuchado que dirigió el ataque.

Sin ADN

Esa prueba, no obstante, no pudo ser cotejada debido a la negativa de Jones Huala y de otros antiguos imputados a aportar muestras de su ADN.

“Si bien es cierto que en este juicio resultó imposible acceder a prueba directa en parte por esa misma negativa, creemos que ése es un indicio sólido que se suma a muchos otros más para vincularlo con el hecho”, dijo Fuentes.

fuente. infobae

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