Letras de Fuego / Actualidad / Por Gladys Abilar*. Compartimos la colaboración especial de la ensayista y escritora riojana Gladys Abilar para Diario Cuarto Poder sobre este Parque Provincial de La Rioja, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Un paseo por el Parque Provincial Ischigualasto es una experiencia inolvidable.
Llamativas formaciones arcillosas de gran diversidad en tamaño, tonalidades y formas conciertan un exótico paisaje, donde la escasez de vegetación y una variada gama de colores lo erigen en un lugar predilecto para turistas nacionales y extranjeros. Desde ese podio natural es viable espiar la evolución del planeta en el período Triásico.
Ischigualasto es un vocablo de origen diaguita, que significa “sitio donde no existe la vida” o “lugar de la muerte”. Otros indican “lugar donde se posa la luna”.
En esas tierras habitaron los que hoy se consideran los Dinosaurios más antiguos del mundo, Herrerasaurus Ischigualestensis y el Eoraptor, además de Pseudosuquios, Reptiles mamiferoides y otros.
Situado a 273 km de la provincia de San Juan, en el Departamento de Valle Fértil, y a 172 de la provincia de La Rioja, Ischigualasto comprende un área protegida de 63.000 has.
Prestigioso a nivel científico, por su importante reserva paleontológica, es el único lugar en el mundo donde puede verse totalmente expuesto todo el período Triásico, con la secuencia completa de sedimentos continentales y un invaluable registro fósil de vertebrados y vegetales. Las formaciones geológicas de este sitio tienen una antigüedad de 200 a 250 millones de años. La UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
El apelativo de “Valle de la Luna” fue mencionado por primera vez en 1958 por el periodista sanjuanino Rogelio Díaz Costa. En 1967 lo dio a conocer el fotógrafo Legarreta y el periodista Kirbus quienes atribuían el nombre a Victorino de Jesús Herrera, de la familia dueña de la “Estancia Ischigualasto”.

El origen de esta formación es aluvional. Ischigualasto era una extensa llanura de inundación con poco drenaje, rica en arcilla y areniscas. Por efecto de la sedimentación, la laguna de copiosa fauna y flora, musgos y líquenes, fue sedimentando hasta transformarlos en cuerpos fosilizados. Es difícil imaginar que lo que fuera un inmenso lago rodeado de frondosa vegetación, con diversidad de especies animales y vegetales, hoy es un sitio con sequías, elevadas temperaturas, fuertes vientos. Todo yace bajo la superficie, pero las huellas de un antepasado desaparecido, -restos fosilizados de la era Secundaria-, afloran por efecto de la erosión eólica e hídrica permitiéndonos participar del milagro de la vida y su evolución.
Los grandes yacimientos ricos en fósiles que contiene Ischigualasto atrajo el interés de geólogos y paleontólogos desde la década de 1930. Fue el geólogo argentino Joaquín Frenguello quien encontró su primer fósil en 1941, luego investigado en la universidad de La Plata en el año 1944.
El Parque Ischigualasto es uno de los yacimientos paleontológicos y geológicos Triásico más importante del mundo por su secuencia evolutiva, cantidad y variedad de fósiles que ha brindado a la comunidad científica en los últimos cuarenta años. En lo geológico, más de 200 km cuadrados de afloramientos de rocas que constituyen una cadena ininterrumpida y única que documenta la historia geológica, biológica y climática de la tierra durante todo el Triásico.
El Parque cuenta con El Museo de Ciencias Naturales que permite apreciar distintos fósiles de dinosaurios hallados allí. El Herrerasaurus Ischigualestensis y el Eoraptor, considerados los dinosaurios más antiguos del mundo, constituyen las joyas del Museo de Ciencias Naturales de San Juan. Ambos están exhibidos por primera vez juntos en Ischigualasto, lugar que los albergó durante 230 millones de años.
El agua y el viento, en su inmemorial danza erosiva, van quitando uno a uno los velos arcillosos que ocultan las siluetas de sorprendentes formas, colmando de asombro a nuestros ojos. Así se alza La Esfinge, Valle Pintado, el Gusano -donde se ven helechos fosilizados-, el colosal Submarino, El Hongo -ícono del turismo sanjuanino-, la Cancha de Bochas entre otros.
El “Valle Pintado” es el corolario de la acumulación de copiosas lluvias que originaron un torrente de lodo, y en su fluir fue sepultando plantas y animales. La imagen de esta obra de arte de la naturaleza deja atónito al visitante quien se encuentra ante un verdadero y sublime “paisaje lunar”.
La Cancha de Bochas es una agrupación de numerosas esferas originadas, según una teoría, por un largo proceso de sedimentación. Se inicia con un núcleo (insecto, hoja, arena) donde se adhieren sedimentos formando una bolita que crece en capas (como las perlas). Luego afloran a la superficie por efecto de la erosión.
Tanto la visita nocturna a la luz de la luna, como al amanecer bajo los incipientes rayos del sol, sugieren una vivencia extraordinaria. Tonalidades naranja y rojizas se apoderan del paisaje. Otras veces un tenue dorado baña las geoformas, como si una mano invisible hubiera derramado el pan de oro de Klimt inmortalizando la belleza.
*Narradora, poeta, ensayista, Profesora de Música, Ingeniera Agrónoma, Paisajista, nació en Chilecito, La Rioja.