Los tucumanos han superado lo que desde el área de Seguridad, Paul Hofer, llama “sensación”. A los continuos delitos de robo, arrebato, asaltos, crímenes y violaciones, se suman los intentos de secuestro de jóvenes estudiantes o deportistas. Las acciones de prevención no aparecen en una sociedad que espera respuestas concretas.

La noticia sobre el intento de secuestro de dos adolescentes que iban camino al colegio, generó preocupación entre los tucumanos. Las chicas estaban cerca del establecimiento educativo al que concurren -ubicado en la calle Catamarca entre Marcos Paz y Santa Fe- cuando fueron sorprendidas por dos sujetos que intentaron meterlas en un vehículo. Sólo la casual intervención policial pudo evitar que las chicas fueran llevadas por los sujetos, quienes se dieron a la fuga sin poder ser detenidos. El momento fue crítico y las jóvencitas quedaron shokeadas por la situación vivida, lo mismo que la comunidad educativa del establecimiento al que concurren. Las jóvenes habían sido interceptadas en la vereda norte de la calle Marcos Paz, a la vuelta del colegio.
Una vez más, las redes sociales fueron el vehículo por el que se difundió esta situación. Desde el área de Seguridad sostuvieron que no había que hacer demasiada difusión, a fin de no generar una psicosis entre la población y se comprometieron a investigar a fondo el hecho para dar con los responsables. Sin embargo, hasta el momento no se informó ningún resultado en torno a los sujetos que intentaron el secuestro y al rodado en el que se desplazaban. Cabe señalar que lo único que lograron es llevarse la mochila de una de las chicas.
Las autoridades del establecimiento educativo procedieron a la contención de las alumnas y al aconsejamiento a los alumnos y padres con respecto a este tipo de situaciones. Cabe señalar que el centro educativo cuenta con guardia policial a la entrada y salida.
El hecho hizo recordar lo ocurrido a una joven deportista en Yerba Buena, que había sido amenazada con un arma por sujetos en moto, quienes intentaron llevársela. La resistencia que opuso la joven, quien resultó ser sobrina del ex legislador Sisto Terán, y la intervención de vecinos y automovilistas, determinó que los malvivientes desistieran del secuestro.
En ese momento se indicó que se trataba de un hecho aislado, pero este nuevo acontecimiento se suma a una serie de denuncias en cuanto a vehículos y personas que se acercan, tanto a la entrada como a la salida de establecimientos educativos, con fines sospechosos.
Cabe destacar que esta modalidad delictiva ya es común en zonas de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense, además de otros centros poblados del país. También se sospecha del accionar de organizaciones dedicadas a la trata de personas, quienes tratarían de captar “a la fuerza” a las jóvenes y mantenerlas cautivas ayudados por el consumo de fármacos y drogas.

Los arrebatos continúan
La inseguridad crece en la provincia a fuerza de la continuidad de los arrebatos, que por lo general son cometidos por sujetos que se desplazan en moto. La mayoría de estos hechos involucra el uso de armas de fuego, como elementos de disuasión y amedrentamiento de las víctimas. Por lo general se apoderan de carteras, billeteras y celulares, que luego venden en el mercado negro. La mayoría de las víctimas no realiza la denuncia policial, porque no tienen la esperanza de recuperar sus pertenencias.
Muchos creen que existe connivencia con algunos sectores de la policía y que hay “zonas liberadas” para el accionar de los delincuentes.
Esas quejas fueron puestas en conocimiento de las autoridades del área de Seguridad, pero hasta el momento no se profundizaron cambios que permitan revertir la situación.
Por otra parte, la iniciativa para luchar contra los motochorros o motoarrebatadores, duerme el sueño de los justos porque no sería de eficaz aplicación. El uso de chalecos y cascos con la patente del motovehículo no garantiza que los delincuentes no se apoderen de ellos para realizar hechos delictivos. O sea que no serviría para desterrar esa modalidad en las calles de nuestra provincia.

Temen por la llegada de “secuestros virtuales” a nuestra provincia
Otra de las modalidades delictivas que se aplican en otras partes del país y que pueden llegar a popularizarse en la provincia, es la de los “secuestros virtuales”. Mediante llamados telefónicos, los delincuentes consiguen datos de la víctima que luego son utilizados para dar verosimilitud al llamdo en el que, por medio de llantos y gritos, se hace creer que tienen secuestrado a un pariente al que previamente le robaron el celular.


Hasta el momento no se registraron muchos casos de este tipo de modalidad, pero los intentos de secuestro que trascendieron en los últimos días hacen que los tucumanos tengan que aguzar sus sentidos y tomar mayores recaudos para proteger a sus hijos en edad escolar.
Mientras tanto, el Gobierno provincial sigue haciendo agua en materia de Seguridad.

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