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Inflación: Moody’s prevé un alarmante 350% para 2024

La calificadora destaca que el Gobierno ha tomado medidas para tratar de mitigar la crisis, “pero estas medidas han tenido un éxito limitado”.

La calificadora de riesgo estadounidense Moody’s examinó minuciosamente el horizonte económico de Argentina para el año 2024. Independientemente de quién salga victorioso en las elecciones presidenciales y asuma la presidencia el próximo 10 de diciembre, la firma proyecta una inflación que va más allá de lo alarmante.

Según Moody’s, la economía se contraerá en torno a un 3,5% en 2023 y un 2,5% adicional en 2024, tras expandirse un 5,2% en 2022. La inflación se acelerará hasta el 200% en 2023 y el 350% en 2024, frente al 95% en 2022. Además, destaca que la sequía que, redujo las cosechas, perjudicó aún más a la economía por las perturbaciones directas del suministro y la pérdida de ingresos de exportación.

Martina Gallardo Barreyro, Vicepresidenta y Senior Credit Officer de Moody’s, subrayó: “Tenemos un escenario sujeto a muchas incógnitas, incluido un cambio de gobierno del que aún no conocemos las políticas que se aplicarán. Sin embargo, mantenemos un escenario de alta inflación, una demanda de combustibles relativamente baja y un precio del crudo sujeto a la volatilidad internacional con un techo”.
A pesar de esto, a menos de un mes de las elecciones presidenciales, Barreyro mencionó que se prevé un “escenario de empeoramiento” a nivel económico, independientemente del resultado electoral de octubre o un posible balotaje en noviembre, debido a la actual dinámica económica de Argentina.
En cuanto a los sectores productivos, Moody’s considera al petróleo y la energía como los más robustos frente al actual panorama económico adverso. Aunque proyecta un deterioro en la calidad crediticia de las compañías y los gobiernos regionales y locales, Moody’s anticipa que las métricas de estos sectores se mantendrán sólidas a pesar de la caída en la demanda y el poder adquisitivo.

¿Qué había dicho Moody’s en septiembre?

Esta situación derivará, según la calificadora de riesgo, en un posible endurecimiento de los controles sobre las importaciones, lo que afectará aún más a la demanda interna y reducirá la disponibilidad de bienes de capital, intermedios y de consumo.

La incertidumbre política, exacerbada por las elecciones presidenciales, también es un factor importante que contribuye a la inestabilidad económica. “La eficacia de las políticas futuras para abordar los desequilibrios macroeconómicos es motivo de preocupación”, añade Moody’s.

En el ámbito laboral, se espera que el poder adquisitivo de los trabajadores continúe cayendo, ya que los salarios están “muy por debajo de la tasa de inflación“. Además, las empresas enfrentan debilidad en sus resultados operativos, falta de acceso a financiación en el exterior y restricciones al acceso a divisas, “lo que aumenta el riesgo de reestructuración de la deuda”.

No obstante, Moody’s destaca que las empresas más grandes podrán resistir en este entorno operativo desafiante gracias a sus modelos de negocio integrados, cuotas de mercado significativas, acceso al capital y sólida liquidez. A pesar de los desafíos, estas empresas tienen una base más sólida para capear la tormenta económica.

En resumen, según Moody’s, Argentina se enfrenta a un período de incertidumbre económica y financiera, con una serie de factores adversos que amenazan la estabilidad de las empresas.

La calificadora destaca que el Gobierno ha tomado medidas para tratar de mitigar la crisis, “pero estas medidas han tenido un éxito limitado”, por lo que sin un cambio significativo en la política económica, Argentina se enfrenta a un panorama sombrío para los próximos años.

 

 

 

 

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