crimen

Un par de testimonios y una grabación de audio fueron claves para que una causa por desaparición de persona se convirtiera en un caso de homicidio, por que que quedaron imputados la hija y el yerno de la víctima, a quien se buscó durante meses en los cerros que circundan a la comuna de Amaicha del Valle.

Ana Yanet Mamaní (27) seguirá libre luego de que fuera aprehendida y acusada por el homicidio de su madre, Sonia Angelina Mamaní, la mujer de 45 años que desapareció en Amaicha del Valle a fines de julio. Si bien la mujer fue imputada junto a su pareja, Nahuel Nieva (22), ambos estarán sometidos al proceso de investigación cumpliendo medidas restrictivas que no incluyen por ahora la prisión preventiva.

La historia comenzó el 28 de julio, cuando Sonia Angelina Mamaní salió de su casa, ubicada en el barrio El Mirador, por la noche y desde entonces no fue vista con vida nuevamente. El caso conmocionó a los vecinos de Amaicha del Valle, que desde entonces no pararon de buscarla y de exigir su aparición.

Su hija Yanet se acercó al día siguiente a la comisaría de Amaicha para denunciar lo que estaba sucediendo y durante casi cuatro meses la Fiscalía de Decisión Temprana del Centro Judicial de Monteros coordinó la búsqueda de la mujer, en la que participaron su familia, vecinos, la Unidad Especializada en Trata de Personas, Grupo CERO, la Policía Federal y la de Catamarca, sin lograr dar con el paradero de Sonia.

Hasta la semana pasada, la causa estaba siendo investigada como desaparición de persona; pero esto cambió luego de que Milagros, la hija menor de la víctima y que vivía junto a ella, acusó el fin de semana a su hermana Yanet y a su cuñado Nahuel de haber asesinado y escondido el cuerpo de su mamá.

A raíz de esta declaración, la Fiscalía al mando de Marcelo Leguizamón logró recabar una serie de pruebas que le permitieron incriminar a Mamaní y a Nieva y solicitar su detención inmediata.

En la audiencia que se realizó el viernes, el fiscal explicó la nueva teoría del caso: dijo que el 28 de julio, entre las 23 y las 2 de la madrugada del 29, Yanet y Nahuel llegaron a la casa de Sonia, estuvieron allí alrededor de 15 minutos y luego se subieron en una camioneta Toyota junto a la víctima, a Milagros y a la hija de esta última (de 4 años), para ir hacia su casa en el barrio San Roque.

Según expuso el funcionario judicial, mientras circulaban por el camino vecinal, Nahuel detuvo el vehículo, se bajó junto a Sonia y Yanet y caminaron hacia un sendero ubicado detrás del barrio San Jorge. Una vez allí “con un palo de madera y con intención de quitarle la vida, le aplicaron golpes a Sonia en la cabeza y otras partes del cuerpo, logrando su cometido. Luego le quitaron toda su ropa para meter el cuerpo en una bolsa y deshacerse del mismo”.

Para fundamentar esta teoría, el representante del Ministerio Público Fiscal enumeró una serie de evidencias recolectadas hasta el momento. Entre ellas mencionó las actas de la Policía, testimonios tomados a familiares y vecinos que manifestaron cómo fueron los días posteriores a la desaparición de Sonia.

De todas ellas, las más importantes fueron las declaraciones que brindó Ceferino Mamaní, hermano de la víctima. En su relato contó que habló con Milagros el 17 de octubre. “Su sobrina le dijo que ella sabía dónde estaba su madre y qué es lo que había pasado”, indicó el fiscal.

Además, dijo que Ceferino grabó la conversación con Milagros, en la cual cuenta que vio cómo Janet y Nahuel golpeaban a su madre. “Su manito estaba rota; le hablaba pero ella ya no volvía. Le sacaron la ropa y la quemaron. Nahuel fue a buscar una bolsa y la pusieron ahí desnuda”, citó Leguizamón.

Tras terminar de leer todas las evidencias recolectadas, se reprodujeron los audios de la conversación, en los que se podía escuchar a Milagros llorando desconsoladamente mientras le contaba a su tío lo que había visto. Acto seguido el fiscal acusó a Yanet Mamaní de ser coautora del delito de homicidio agravado por el vínculo y a Nahuel Nieva de ser coautor del delito de homicidio simple; y advirtió que a pesar de no haber encontrado todavía el cuerpo de Sonia, esto no era impedimento para realizar la imputación.

Luego de escuchar al fiscal Leguizamón, los imputados hicieron uso de la palabra. Nieva dijo que él no estuvo en la provincia la noche que Sonia desapareció porque el jueves 27 había viajado hacia Catamarca junto a su padre y a su primo para una entrevista de trabajo, y que regresó a Amaicha del Valle el sábado 29.

Yanet, por su parte, expresó que esa noche ella le preguntó a Milagros dónde estaba su madre a lo que su hermana le respondió que había salido enojada de la casa. “Varias veces mi mamá se fue de la casa y se la encontraba a las horas o al otro día; más tardar al otro día al mediodía o la tarde. Nunca había pasado tantos días desaparecida. Siempre alguien la veía. Nunca se la había encontrado en un mismo lugar, siempre en lugares diferentes”, dijo.

El abogado defensor, Manuel Ángel Santillán, se opuso a la formulación de cargos porque consideró que los audios y los testimonios aportados no eran suficientes para sostener la acusación. “Hay otros elementos que no han sido tenidos en cuenta por el MPF; como ser una entrevista de Benito Rolando Mamaní, en donde dice que en un rastrillaje realizado en Fuerte Quemado, el 1 de agosto, se encontró una media. También, dos vecinos le dijeron que vieron a Sonia caminando por el cerro, a 2 km de la ruta”, informó.

El juez Mario Reinaldo Velázquez no hizo lugar a la oposición de Santillán y aceptó la formulación de cargos en contra de ambos sospechosos.

El fiscal solicitó que Yanet Mamaní sea sometida a seis meses de arresto domiciliario, debido a que se encuentra gestando su séptimo mes de embarazo. Para Nieva pidió la prisión preventiva durante los próximos seis meses. Al justificar el requerimiento de las medidas de mayor intensidad, dijo que estaban ante la presencia de riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación.

“Las evidencias recolectadas nos hacen sostener que estamos en presencia de un homicidio. Es un hecho gravísimo y la pena en expectativa nos hacen sostener que habría peligro de fuga. Ellos viven en una ciudad cercana al límite de la provincia; fácilmente podrían evadirse de la prosecución de este proceso. Además falta tomar declaración testimonial a varios testigos y creemos que Mamaní y Nieva podrían influenciar o amedrentar a los mismos”, argumentó.

Al cabo de un paréntesis que se extendió por una hora, el juez Velázquez resolvió rechazar la solicitud del MPF al considerar que el fiscal no justificó los riesgos procesales que justificarían la privación de libertad. En cambio, decidió aplicar medidas de menor intensidad para los dos imputados, que incluyen la promesa de someterse al procedimiento, no obstruir la investigación, establecer un lugar de residencia regular y periódicamente presentarse en sede policial, durante los tres meses siguientes.

Comments

Comentarios