“Mi nombre es Legión ‘4WRMNY’, el Dragon Lady. Soy reptiliano, mitad hombre, mitad reptil”, se presenta al mundo en su página de Facebook. Tiene 18 implantes de cuernos; una operación de nariz inspirada en el villano Voldemort de Harry Potter; ambas orejas removidas; sus ojos están teñidos de verde; la lengua partida al medio.

Abandonado por sus padres en un bosque cuando apenas tenía uso de razón, Richard Hernández pasó una dura infancia. Y los caminos de la vida lo llevaron a ser vicepresidente de un banco multinacional. Pero no era feliz: gastó miles de dólares para modificar su cuerpo y ahora renació como Tiamat Legion Medusa, una serpiente-dragón mítica de 58 años que vive en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

La historia es de película. O incluso más atrapante. Aunque también, detrás de todo personaje-en el buen sentido-, hay un sufrimiento que pocas veces sale a la luz. Cuando se llamaba Richard y era un chico de 5 años, tuvo que soportar abusos y maltratos de su padrastro. Además, él se autolesionaba.

Su conexión con los reptiles, a quienes adoptó como familia, surgió al encontrarse solo y abandonado. “Mis padres me dejaron en medio del bosque, en la noche, en el corazón del sur de Texas, donde abunda la serpiente de cascabel de diamante occidental”, le cuenta a la agencia británica Jam Press.

Su abuelo lo rescató, junto a sus dos hermanos. Sin embargo, abusaba verbalmente y físicamente de Richard. El motivo, al parecer, era que su abuelo odiaba a su papá y él le hacía acordar mucho.

Salió del clóset a los 11 años. Y debió aguantar el bullying de los intolerantes por no considerarlo normal.

Cuando terminó el secundario, se escapó de su pueblo para vivir en Houston, donde consiguió un puesto en el banco JP Morgan Chase. Por sus aptitudes, ocupó el puesto de vicepresidente y gerente de clientes.

La primera modificación corporal se la hizo en 1997, al descubrir que tenía SIDA. “Debido a que pensé que iba a morir, comencé a modificar mi cuerpo porque sentía que estaba en una carrera contra el tiempo”, asegura a Jam Press.

Se llama Tiamat, en honor a la diosa de la mitología babilónica: “ti” es vida y “ama”, madre. Hizo un tratamiento de hormonas, que le hizo crecer los senos. También, se sometió a una extirpación de próstata y posterior castración.

Tiene 18 implantes de cuernos; una operación de nariz inspirada en el villano Voldemort de Harry Potter; ambas orejas removidas; sus ojos están teñidos de verde; la lengua partida al medio; y solo le quedan seis dientes, que los afiló. En total, gastó más de 3.5 millones de pesos.

“Estoy en el proceso de no tener género, así que prefiero que sean pronombres. Quiero simplemente ser llamado ‘eso’, al igual que mi especie, las serpientes​”, revela en comunicación con Jam Press. Su metamorfosis, afirma, estará completa recién para 2025. Y su objetivo es que los demás acepten a no ser “binarios en el sentido de género”.

fuente. clarín

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