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La decisión del Gobierno de trabar las importaciones incrementó las complicaciones en la producción y el consumo. Los ítems y negocios más afectados. En pocas palabras: el stock se achica día a día y no hay certeza de que la situación vaya a cambiar en el corto plazo.

La postura del Gobierno de mantener “pisadas” las importaciones como medida para contrarrestar la falta de dólares y cuidar las reservas complica al máximo el funcionamiento de determinados rubros y actividades.

Faltan productos en las góndolas

Desde situaciones puntuales como la que sufre Nespresso, afronta el desabastecimiento de cápsulas y máquinas, a las serias dificultades que enfrentan las concesionarias para entregar unidades vendidas, el abanico de sectores “trabados” es amplia y creciente.

Cableado, artículos y accesorios hechos en cobre y otros metales, aluminios en general, brillan por su ausencia desde el último trimestre de 2020 a esta parte. Las demoras en la entrega de algunos productos -los basados en hierro, por ejemplo- pueden alcanzar los 90 días.

En el ámbito de las automotrices el escenario está muy lejos de ser mejor. Las trabas para importar autos no dejan de crecer y es cada vez más dificultosa la posibilidad de prever con qué stock se podrá trabajar.

Entre los comercializadores hay coincidencias en que se trabaja “prácticamente sin precios”, además de resaltar que el promedio de espera para adquirir un modelo de alta gama importado no baja de los seis meses.

“En muchos casos ni siquiera se asume el compromiso de entrega. Se vende lo que está en el local. La demora en los permisos de importación complica cualquier previsión. En algunos casos incluso se llega a tomar los datos del interesado y luego es la misma concesionaria la que se comunica para avisar que entraron nuevos autos”, confiaron desde el sector.

Las plantas de producción automotriz sufren el faltante de piezas y eso alarga los tiempos de entrega.

Desde autos hasta cubiertas

Baterías, accesorios basados en cobre, sistemas de arranque, son algunos de los productos que sufren una demora cada vez más amplia.

“El sector depende mucho de la importación. El 80 por ciento de los repuestos que se venden en Argentina son importados, del Mercosur o extrazona, o son nacionales, pero con una alta integración de componentes traídos desde afuera”, declaró al respecto José Armando Giordano, titular de la cordobesa Cámara de Empresarios de Repuestos Automotor y Afines (CERAC).

El caso Nespresso

Otro caso que desnuda el presente restringido que transitan las importaciones corresponde a la situación que atraviesa Nespresso. Como expuso iProfesional en las últimas horas, las máquinas de la marca y las cápsulas que produce la compañía comenzaron a escasear.

El faltante, aclaran fuentes del sector, no es total. Pero sí hay preocupación porque ya hay muchas variedades de café que directamente no se consiguen, así como tampoco determinados modelos de la popular máquina. Y el consenso es que este escenario se está profundizando día tras día.

En pocas palabras: el stock se achica día a día y no hay certeza de que la situación vaya a cambiar en el corto plazo.

En el sitio Web de Nespresso, por ejemplo, se exponen como “temporalmente sin stock” un número cada vez mayor de variedades: Indonesia, Cocoa Truffle, Ispirazione Roma, Vanilla Eclair, India, Nicaragua y Colombia.

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