Dos factores se están mezclando para sostener la presión sobre el tipo de cambio. Por un lado la típica demanda de dólares para protegerse antes de las elecciones presidenciales, un clásico de la Argentina faltando pocas semanas para los comicios. Pero ahora también juega un rol importante la posibilidad de aplicar el sueldo para comprar hasta USD 10.000 por mes, tal como fue autorizado por el Banco Central.

Controles insuficientes

Los controles cambiarios están demostrando ser insuficientes para contener al dólar, aún teniendo en cuenta que la economía se mueve con un alto superávit comercial, que supera los USD 1.000 millones mensuales y significa una mayor oferta de divisas. Ayer se repitió algo que viene ocurriendo en las últimas jornadas. Primero es el Banco Nación el que sale a vender dólares para evitar un salto en el arranque de la jornada y luego es directamente el Banco Central a través de la venta de reservas el que termina de “planchar” el tipo de cambio mayorista.

Con esta estrategia de intervención cambiaria el Gobierno consiguió que el dólar se mantenga por debajo de los $ 58 en el mercado mayorista, aunque el promedio del minorista cerró firme, a $ 60,22. El tránsito hasta las elecciones seguirá siendo turbulento, aunque el cepo cambiario ayuda para minimizar la pérdida de reservas. Ayer el stock volvió a caer aunque algo menos que en las últimas jornadas: USD 146 millones para finalizar en USD 48.340 millones.

La intención oficial es mantener al dólar oficial a raya, aunque lentamente se empieza a escapar la cotización implícita que surge del mercado de bonos o acciones, lo que en la jerga financiera denominan “dólar Bolsa”. Esa brecha ya está en el orden del 17% y será difícil que se achique en la medida que las restricciones cambiarias se mantengan.

fuente: infobae

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