“Escritores contra la pandemia”: Novelas para releer, “El juguete rabioso”

Escritores contra la pandemia | El escritor, poeta y periodista, Segundo Díaz, recomienda la relectura de “El juguete rabioso”, una de las obras cumbres de Roberto Arlt y nos explica el porqué de su recomendación. Muchas gracias por su aporte.

El Juguete rabioso, de Roberto Arlt. Publicada en 1926 esta novela corta es la ópera prima y, a la sazón, la obra más conocida del autor. En ella no deja de sorprender desde el principio la desaforada fuerza narrativa que logra insuflar Arlt a su desarrollo. Dividida en cuatro capítulos de relativa extensión, es la Buenos Aires de principios del siglo XX la que se manifiesta en sus páginas, a través de sus sórdidos conventillos poblados por inmigrantes, transformados en personajes que dejan asomar la frustración y el resentimiento que les produce formar parte del proletariado.
En el primer capítulo, Silvio Astier, alter ego del escritor y protagonista casi excluyente, se alía a otros dos imberbes para formar una logia juvenil y secreta de rateros, denominada “El club de los caballeros de la media noche”. Empoderados por esa sociedad secreta, Enrique (precoz falsificador), Lucio (huérfano desatendido) y el mismo Silvio (atribalario inventor), inician una serie de desmanes y latrocinios que sólo cesarán después de haber estado a punto de ser atrapados por la justicia. Dan en ese punto por disuelta la sociedad por mayoría, pero sin la anuencia de Enrique quien manifiesta a sus otros dos compinches la intención de continuar en solitario con El club de los caballeros de la media noche.
No hay estética ni erudición en la narrativa de Arlt, que parece avanzar a los “mamporrazos”, pero es sin duda el estilo correcto para describir el caos que envuelve y cimenta la vida de Silvio Astier a partir del segundo capítulo titulado “Los trabajos y los días”. A llegado la hora de la dura lucha por la supervivencia, pero la desesperada búsqueda de un empleo que logre convertirlo en un ser pleno a dado de narices contra la única realidad: la falta de oportunidades. Así lo vemos embarcado en empleos que envilecen sus expectativas. En esa instancia su “Gólgota” llega cuando es abusado por una pareja de libreros italianos (Gaetano y María), verdaderos sapatras. Más allá de esto, cierto pasaje del texto desnuda su angustiosa interioridad: “Pasamos junto a un balcón iluminado…Un adolescente y una niña conversaban en la penumbra…Todo el corazón se me empequeñeció de envidia y de congoja. Pensé que yo nunca sería como ellos…, nunca tendría una casa hermosa y una novia de la aristocracia”. Nace también en él la necesidad de rebelarse contra sus opresores, la necesidad de pagar humillaciones con maldad.
El tercer capítulo y el más ácido, que dá título al libro, exponencia dos episodios fundamentales: un primer episodio de frustración y fracaso, a raíz de la baja sin justificativos que sufre como aprendiz de mecánico en la escuela de aviación militar. Percibe que “un acomodado” le ha birlado el puesto, y que sus conocimientos y condiciones no son suficientes para asegurarle una oportunidad cuando “las decisiones vienen de arriba” . De nuevo impelido a la calle, vaga por la hostil ciudad hasta que decide pasar la noche en un hospedaje de los arrabales, donde será abordado y despertado por un joven homosexual. El rapto homofóbico que en principio genera en Silvio la presencia del personaje se atenúa a medida que este le hace partícipe de su drama. A pesar del rechazo que experimenta por el desconocido comprende que su acomodada condición social no lo exceptúa de ser más que otro ser sufriente. En este caso uno obligado a rebajarse a la humillación de “ir de catrera en catrera” mendigando amor. Cuando amanece, Silvio,comienza a vagar nuevamente. Pero ya su transformación está profundizada, como lo evidencia el siguiente párrafo: “Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrojé la cerilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico…, de pronto el miserable se irguió informe como una tiniebla y yo eche a correr amenazado por su enorme puño”. Los capítulos tienen, entre sí, cierta independencia temporal y argumental. Así, sin conocer más detalles encontramos en el último capítulo, “Judas Iscariote”, a Silvio Astier convertido en corredor de papeles para comerciantes. Su lucha por sobrevivir en la gran ciudad se intuye encaminada. Su reencuentro con Lucio, otrora juvenil compinche del “Club de los caballeros de la medianoche” le pone al tanto de la suerte del tercer miembro, Enrique, quien se halla en la cárcel. En tanto que el propio Lucio reconoce haber encontrado su lugar del lado de la ley, para quien trabaja de investigador. Y quien le comenta sentencioso a la hora de despedirse: “…,unos se regeneran y otros caen…, así es la vida”.
Pero falta el último acto. Todavía falta, según el propio Astier, el vil acto de la delación para sentirse bello y supremo como un Judas Iscariote. Filósofa que ese es su destino y para ello traiciona “al rengo”, quien lo ha tratado como un padre. “El rengo” no es más que un truhán, pero su inmolación servirá al personaje para cumplir con la ley de la ferocidad. Ya sobre el final la misma persona a la que fue entregado “el rengo” pregunta a Silvio:-¿Pero usted había previsto que alguna vez llegaría a ser como Judas?
-No, pero ahora estoy tranquilo. Iré por la vida como si fuera un muerto. Así veo la vida, como un gran desierto amarillo.
Entonces, Silvio Astier, alter ego del escritor, representa un peligroso artificio.
Armado por una sociedad de clases, marginalidad e intimidación dan pie para que “el juguete” de un orden preestablecido se rebele… una novela premonitoria y actual.

Datos del autor

Segundo O. Díaz, escritor, poeta y periodista tucumano. Publicó los libros, “Mis parientes rurales”, “Canto del Enamorado”, “Los perros asesinos” y “Los detectives holográficos”.

El escritor tucumano Segundo Díaz

Recibió distinciones y reconocimientos a lo largo de su trayectoria y se encuentra preparando nuevo material de relatos para su próxima publicación, algunos de esos trabajos han sido publicados por nuestro medio.

Es asiduo colaborador de Diario Cuarto Poder.

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