detenido

Siete graves delitos componen el prontuario de Santiago Brian Rojas (26), quien había sido declarado prófugo y fue atrapado el lunes 8, tras lo cual deberá hacer frente a cargos por un homicidio, por tres casos de violencia, dos de ellos teniendo como víctima a un vecino y el tercero en contra de su ex pareja, además de tres imputaciones por amenazas.

Para responder a todos estos legajos abiertos, el imputado pasó el lunes y el martes entre audiencias judiciales y en todas recibió como primera medida la prisión preventiva, que finalmente, luego una unificación, se extenderá por el plazo de 90 días.

El 29 de abril de 2022, según la acusación que expuso la auxiliar Jessie Luz García, de la Fiscalía de Atentados Contra las Personas de feria, Santiago junto a su hermano, Lucas Rojas, Emilse Quiroga y un adolescente, emboscaron a Rodrigo Alejandro Romano en la esquina de Thames y pasaje Corso, en el barrio Juan XXII, también conocido como “La Bombilla”, lo golpearon y le dispararon en la pierna, causándole una lesión en el fémur que le imposibilitó caminar con normalidad por varios meses.

Antes de irse, los agresores amenazaron de muerte a Romano si se atrevía a denunciarlos.

El segundo hecho ocurrió poco después. El 2 de mayo la esposa de Romano trasladaba en una moto a la víctima para que se realizara estudios en el hospital cuando se cruzaron en Alberti y Bolivia con la familia que los había agredido días antes, lo que llevó a que Santiago Rojas le asestara una patada al vehículo, provocando la caída de sus ocupantes y agravando la lesión que Romano sufría en la pierna.

Tras este segundo ataque, la víctima denunció los hechos y se ordenó la captura de los hermanos Rojas el 13 de mayo, pero Santiago no fue localizado y estuvo prófugo hasta enero de 2023.

Todas las medidas de protección a la víctima fracasaron y finalmente Romano, quien había sido amenazado por varios integrantes del clan Rojas, fue asesinado.

El 30 de diciembre de 2022, una banda lo acribilló en Alberti y pasaje Corso, a una cuadra de donde había sido baleado meses antes.

En la segunda audiencia realizada el martes, el auxiliar fiscal Miguel Fernández, detalló que en ese momento la víctima iba en moto cuando cuatro personas a bordo de dos motos lo interceptaron y desde los vehículos comenzaron a dispararle. Uno de los disparos impactó en la zona lumbar (espalda) y le provocó la muerte.

Por el crimen tomó intervención la Fiscalía de Homicidios II a cargo de Carlos Sale. El fiscal solicitó allanamientos en las casas de todos los sospechosos y así cayeron detenidos Jéssica Paola Rojas, el menor de edad, Santiago y Lucas Rojas.

Todos quedaron imputados entonces por el crimen, pero además a los tres varones se los imputó por el delito previo de abuso de armas y lesiones graves que tenían pendiente.

También se les dictó la prisión preventiva en enero de 2023, pero el tiempo transcurrió y las medidas cautelares se fueron morigerando.

En agosto Santiago Rojas obtuvo el beneficio del arresto domiciliario y se mudó a una vivienda del Villa Luján, lejos de la familia de la víctima y bajo la supervisión de rondas policiales periódicas y de una pulsera electrónica. El menor de edad obtuvo el mismo beneficio.

En diciembre debían presentarse en una nueva audiencia, pero Santiago y el adolescente no lo hicieron. Cuando la Policía revisó la casa que había estado habitando Rojas, descubrió que el acusado había roto la pulsera electrónica y se había escapado. Su evasión duró casi dos meses, pero podría decirse que terminó preso nuevamente por una razón inexplicable para un prófugo que sabe que puede llegar a ser condenado a la pena de prisión perpetua: el maltrato a su ex novia.

El 6 de enero, según los investigadores, Rojas fue a la casa de su ex pareja buscando refugio, llegó a la vivienda con una botella de alcohol y otros elementos en una mochila. La joven no quiso recibirlo y eso provocó una discusión a la que el acusado le puso fin con un brutal ataque a golpes que le causó múltiples lesiones según la denuncia de la víctima.

Esa denuncia le costó la libertad. La Policía acudió al domicilio y en inmediaciones de la vivienda arrestó a Santiago Rojas, que fue imputado por lesiones graves.

La prisión preventiva tiene por objetivo garantizar que un acusado quedará ligado a un proceso judicial, en ese sentido, las Fiscalías pueden solicitar esa cautelar contemplando el tiempo previsto para concluir cada investigación. Por eso, en la audiencia en la que participó, el auxiliar fiscal Fernández solicitó la preventiva por 24 días, sin perjuicio de que ese día podría prorrogarse la medida, la jueza Soledad Hernández hizo lugar al pedido.

En la audiencia por el caso de abuso de armas y lesiones, la auxiliar García pidió 59 días de preventiva y la jueza Valeria Mibelli aceptó el pedido; pero finalmente Rojas permanecerá preso al menos por 90 días, plazo que solicitó la Fiscalía de Violencia de Género de feria y que fue aceptado por la jueza Lorena Rocha. Al pesar sobre el acusado la rebeldía por haberse evadido, los defensores oficiales del acusado, Bernardo Lemme y Ana Núñez Mrad no tuvieron mucho margen para oponerse.

Ileana Antoniella Bataglia y José María Molina, representantes legales de la viuda de Romano, desgacaron que el imputado vuelva a quedar detenido. “Esta recaptura del peligroso imputado trae un poco de tranquilidad a la familia de mi cliente y permite que se pueda avanzar en los procesos que estamos querellando”, dijo Molina.

“El acusado gozaba de una morigeración de la prisión preventiva en el homicidio, pero incumplió las normas, se escapó y estuvo nuevamente prófugo por casi 2 meses. Lo peor de todo es que fue capturado en el marco de un delito de violencia de género sumamente grave. Esperamos que ahora puedan avanzar los procesos en su contra y lleguemos próximamente a un debate oral y público”, sentenció el letrado.

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