Tal como lo anticipó Diario Cuarto Poder, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, bautizado como “Toledito” por los vecinos por su idéntico accionar con su antecesor “alperovichista” Daniel Toledo, decretó la prórroga de tasas municipales y el aumento del servicio de taxis en esa ciudad.

Lo que parecía ser una pesada broma por el Día de los Inocentes, terminó convirtiéndose en una dura realidad. El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, intentó convocar a una sesión extraordinaria para el 28 de diciembre pasado, con el objetivo de prorrogar la vigencia de las ordenanzas Fiscal Anual y el Presupuesto Municipal 2016 e incrementar las tarifas para el servicio de taxis en la “Ciudad Jardín”. Esa movida no le salió al titular del Ejecutivo yerbabuenense, debido a que los concejales no le dieron quórum a la mencionada sesión extraordinaria; sin embargo, Campero no se dejó amilanar en su intención y firmó un decreto para garantizar esos objetivos. Por supuesto que lo rubricó ad referendum del Concejo Deliberante, para cuando se opere el inicio del período ordinario de sesiones o una sesión extraordinaria.

Una jugada que no salió
La aprobación de las ordenanzas Fiscal y el Presupuesto Municipal 2016 mantuvieron las tasas que pagan los vecinos como la denominada Tasa de Emergencia Municipal (TEM).
El objetivo del intendente era modificar las cargas vecinales para incrementar la recaudación con el cobro anticipado de los tributos. Sólo la falta de quórum generada por los concejales, evitó este nuevo “tarifazo” por parte del Gobierno municipal.
La maniobra de Campero no cayó bien entre los habitantes de la ciudad, que observan como se acercan incrementos en combustible, productos y servicios, sin encontrar alivio alguno de parte de las autoridades municipales. La opinión pública sigue sosteniendo que hay un desgaste importante en la imagen del joven intendente, quien ha cometido los mismos desaciertos que su antecesor, el intendente “alperovichista” Daniel Toledo. Sus actos de nepotismo, con la designación de parientes cercanos; la adjudicación directa de obras sin respetar los topes establecidos por las ordenanzas; la falta de explicaciones a los informes que le solicita el Concejo Deliberante; y el pésimo estado en el que se encuentran las calles y veredas -en el caso de que existan- conforman un estado de situación que muchos ciudadanos ni se imaginaron cuando apostaron a “Cambiemos”. A tal punto llega el desencanto de los vecinos, que el actual intendente fue bautizado popularmente como “Toledito” en alusión a la idéntica manera de actuar de su antecesor en el cargo. Campero no demostró ninguna diferencia con el “alperovichista” que gobernó la ciudad hasta el 2015.

Explicaciones que no llegan
La imagen del Cambio está muy lejos y el golpe al bolsillo de los vecinos con el incremento en el servicio de taxis no hace más que aumentar ese malestar que vienen manifestando. En ese rubro también están ausentes las explicaciones en torno a las denuncias sobre licencias “mellizas”, otras en poder de parientes de funcionarios; la falta de un padrón de propietarios; la adjudicación de licencias a personas que no tienen domicilio en Yerba Buena y otras cuestiones que fueron denunciadas oportunamente por los referentes del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Yerba Buena. De inmediato, un grupo de concejales exigió las explicaciones que hasta el momento no llegaron.
Tampoco el intendente y sus funcionarios dieron explicaciones en torno a las concesiones realizadas ante la empresa Alperovich Group, que había violado el Código de Planeamiento Urbano en la construcción de torres sobre la avenida Juan Domingo Perón.
La gestión de “Toledito” está marcada por la aparente impunidad en la que creen moverse. Lo negativo de ello es que toda la dirigencia del Acuerdo para el Bicentenario (ApB) fue a respaldar al joven intendente, a pesar de haber cometido este sinnúmero de desaciertos. Un poco de autocrítica no vendría mal para lo que queda de este mandato y para todo es espacio que se presenta como el Cambio.

Otro golpe al bolsillo: aumento en los taxis
El intendente Mariano Campero también incluyó en el nuevo decreto el incremento en las tarifas de taxis. De este modo, el Servicio Único de Transporte Público de Pasajeros (SAAYB) comenzó el año con un costo mayor, que se estableció en $13 la bajada de bandera o encendido de motor y de $1.30 por cada cien metros recorridos.
El incremento ya está vigente y afecta a los bolsillos de los vecinos de Yerba Buena. Sin embargo, Campero no pudo eludir la desprolijidad que caracteriza a su gestión, debido a que el mencionado instrumento legal tiene un error que lo muestra contradictorio, mientras se establece que el arranque de motor pase a costar $13, en la aclaración en letras figura “(Pesos Diez)”. Ello habla del apuro con el que se realiza todo en el municipio de Yerba Buena, tanto en el establecimiento de las tarifas que tienen que pagar los vecinos por un servicio como el de taxis como la rápida adjudicación directa de las obras, sin respetar los límites establecidos por las ordenanzas vigentes.

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