El camino del Barcelona hacia el título se completó este domingo. Fue, como correspondía con otra gran demostración de clase futbolera y otra actuación mágica de Lionel Messi. Como para ilusionar a los argentinos como para que su talento consiga darle a la Selección en Rusia una alegría grande.

Desde el comienzo del encuentro, Barcelona marcó una clara superioridad sobre el Deportivo. Con sus armas conocidas, arrinconó a un equipo local al que de poco le sirvió su combatividad. Y a los 7 minutos, esa superioridad quedó reflejada con un golazo espectacular.

Semedo escaló por el lateral derecho y, aunque en primera instancia no llegó a rematar porque lo trabó un defensor, pudo tocar hacia atrás para habilitar a Coutinho. Y entonces el brasileño sacó un remate precioso que se coló en el ángulo para poner el primer gol. El Barça, al que le alcanzaba con empatar, ya ganaba.

Aunque Barcelona seguía al mando, pasó un momento de zozobra cuando a los 16 minutos Lucas Pérez mandó la pelota al fondo de la red. Parecía que era el empate, pero después de algunas dudas el árbitro anuló correctamente la acción por una posición adelantada en la jugada previa.

Lionel Messi, mientras tanto, se movía como eje de su equipo y buscaba su chance. Casi se le da a los 29, cuando sacó un tiro libre desde el borde del área que buscaba el ángulo y el arquero Rubén impidió la conquista con un manotazo salvador. Dos minutos después, otra vez encendió la alarma el Deportivo cuando Borja Valle estuvo a punto de mandar a la red un centro desde la derecha.

El local, que se iba al descenso y solo podía salvarse con una improbable victoria, seguía yendo hacia adelante. Y en esa búsqueda dejaba espacios atrás, algo que el Barcelona no suele perdonar.

A los 38, Suárez apareció en un rol inusual. Dentro de un contraataque, recibió la pelota en la derecha del ataque e hizo la pausa necesaria para poner un centro espectacular al segundo palo. Allí apareció, claro, la Pulga, para poner una volea que encontró una débil resistencia del arquero y se transformó en el segundo gol.
Como para que el Barcelona no se relajara del todo, apenas un minuto después La Coruña consiguió descontar con un tanto de Lucas Pérez, que esta vez se sacó las ganas de gritar. Aun con el 2-1, la cuesta para el local parecía demasiado empinada.

Aunque el Deportivo salió decidido a buscar el empate en el arranque del complemento, el Barcelona fue el que tuvo dos chances claras y ambas a través de Messi. La primera, a los 5, luego de otra gran asistencia de Suárez, y un minuto después con otra volea que se fue cerca.

El Barça no liquidó la historia y de a poco se fue metiendo atrás. El equipo parecía no tener reacción y la actuación empezó a traer recuerdos de la aciaga noche de Roma, cuando se quedó afuera de la Champions. Y entonces no sorprendió demasiado que Emre Colak marcara la igualdad que ponía en riesgo el título y alimentaba la tibia ilusión de permanencia del local.

Pero en el final, apareció toda la magia de Lionel Messi para volver a hacerse dueño de la historia. Claro que esta vez contó, como tantas otras, con Luis Suárez como socio fundamental. Como había ocurrido en el segundo gol, fue el uruguayo quien lo asistió para poner el tercero luego de una memorable jugada colectiva con la marca del Barcelona.

Y para terminar de liquidar la historia, otra vez apareció un pase genial del uruguayo sobre el final que posibilitó el 4-2 definitivo. Ese que desembocó en un nuevo título del Barcelona, con Lionel Messi como abanderado.

fuente: clarín

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