Un peón se quitó la vida a la vera de una represa de Campo Gallo, Alberdi, tras fracasar dos veces en su intento de asesinar a su expareja. Sobre el hombre pesaba una restricción de acercamiento hacia su ex por golpes y maltratos. El pasado martes, irrumpió en la vivienda armado, y a los tiros, lo que forzó a la mujer a huir de su vivienda.

La tragedia tuvo lugar en una represa ubicada en avenida San Martín y ruta 92. Allí fue hallado muerto Anastacio del Jesús Ponce, de 77 años, domiciliado en Monte Quemado, Copo, Santiago del Estero.

Según se desprende de la investigación de la Seccional Nº 18, seis meses atrás Ponce agredió físicamente a su expareja, Mabel Graciela Cazazola, (39), con quien tenían una hija, domiciliada en el Bº Sur.

Cazazola se habría trasladado a la seccional, pero al no lograr cristalizar la denuncia, se dirigió a la capital y lo hizo ante los fiscales de Género.

Detención y libertad

Ponce fue detenido y excarcelado, previo fijársele restricciones e impedimento de contacto.

Lejos de cumplir con la medida judicial, desde entonces Ponce habría tornado tortuosa la vida de Cazazola, hostigándola continuamente.

Dos o tres veces más la víctima se habría presentado en la comisaría, pero se retiró sin poder denunciar.

El martes pasado a las 18:30, de nuevo Cazazola habría arribado a la comisaría y requirió hablar con el jefe para denunciar.

Posteriormente, le recibieron un “comparendo” (especie de exposición que queda en la seccional) en el que la damnificada subrayó su desesperación.

Habría indicado que Ponce se presentó en la casa armado con un revólver, y exigió ver a su hija.

Pedido de ayuda

Harta, angustiada, Cazazola regresó a la policía y alertó: “Por favor, ayúdenme. Ponce vino a casa, me hizo dos tiros y me dijo: ‘así te quería agarrar hdp’”.

No fue una advertencia más de Ponce, ya que habría abierto fuego dos veces y de milagro no mató a Cazazola, trascendió.

Urgente, los policías partieron al Bº Sur. Pero no encontraron a Ponce.

Otro funcionario policial les dijo que había escuchado un tiro a poca distancia.

Antes de las once de la mañana, el cuerpo de Ponce fue descubierto en avenida San Martín y ruta 92, en una zona montuosa.

Junto a una represa, el cuerpo yacía sin vida. Tenía un disparo de escopeta en la garganta.

Rápido, los efectivos impusieron un perímetro en la escena y los especialistas efectuaron pericias.

Por decisión del fiscal Rubén Alfonzo, los forenses harán la autopsia en la ciudad de La Banda.

Pariente preso por abuso sexual

En forma paralela, Cazazola habría protagonizado otro caso muy grave.

Según su denuncia, un familiar habría abusado sexualmente de una pariente, por lo cual sobrevino otra investigación simultánea.

Desbordada, Cazazola “peregrinó” por la policía reclamado que la socorrieran porque debía ayudar a su familiar y, a la vez, cuidarse de Ponce.

La víctima subrayó que no era libre de andar por la calle, ya que donde la encontraba Ponce la amenazaba, insultaba y prometía: “No vas a terminar viva y te quitaré a mi hija”.

Ello la habría sumido en total desazón, al extremo de aislarse de amigos y evitar salir a la calle después de las 19.

Cada capítulo triste de sus últimos meses fue documentado en el libro de Guardia se la Seccional 18, ya que ella temía ser asesinada y dejar en total orfandad a su hija.

 

 

 

fuente: elliberal

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