El Primer Teniente (r) doctor Daniel González, junto al Comodoro (r) Antonio Zelaya, y los comodoros (r) Roberto Eleazar Rivollier y José Nicolás Pagano Fernández, en Cuarto Poder.

Tucumán fue sede de la “Cumbre Canberra: La Última misión”, evento referido a las vicisitudes que les tocaron vivir a los pilotos del Grupo 2 de Bombardeo del Escuadrón Canberra del Ejército Argentino durante la Guerra de Malvinas. La cita fue en el hotel del Jardín. Datos históricos importantes y desconocidos contados en primera persona por los veteranos. 

A 37 años del conflicto bélico desplegado en las islas contra el imperio británico, ex combatientes recordaron hechos trascendentales de la guerra y sus vivencias, como así también pusieron en relieve los nombres de los hombres caídos en lucha, para que sean recordados generación tras generación, como los héroes que fueron.

Los comodoros retirados Roberto Eleazar Rivollier (Entre Ríos) y José Nicolás Pagano Fernández (Salta), junto al Primer Teniente (r) doctor Daniel González (Tucumán), y acompañados por el Comodoro (r) Antonio Zelaya (Tucumán) visitaron la redacción de DIARIO CUARTO PODER donde expusieron parte de lo que contaron por la tarde sobre la última misión desplegada por el Escuadrón Canberra (nombre de la aeronave que piloteaban) el 13 de junio de 1982.

“A los Canberra los utilizamos tal cual como la FF.AA los habían adquirido en la década del 70, aunque le adosamos un sistema de contra defensa electrónica que la nave no tenía. En medio de la guerra, le pusimos un sistema de chaff (señuelo de interferencia contra radares y misiles) que fue empleado exitosamente. El sistema dio mucho resultado, particularmente en el último vuelo, logrando burlar la sofisticada tecnología del enemigo y por eso hoy estoy hablando aquí con ustedes y contando esas vivencias que tuvimos”, señaló Eleazar Rivollier.

Ante la consulta de qué se siente defender al país en una guerra, Pagano Fernández con mucha humildad señaló que es una obligación de todo argentino pero en el caso de ellos, como militares, era mayor, porque ese era su oficio. “No podíamos defraudar las expectativas que había. A nosotros no mantiene el pueblo con sus impuestos y sin entrar en consideraciones políticas, para nosotros fue un desafío y fue un orgullo defender a la patria en una causa juta como Malvinas”.

¿Teníamos las armas y tecnología para enfrentar a una potencia como el Reino Unido?

-(Pagano Fernández) No teníamos la tecnología que utilizaban ellos. Con poco le hicimos la “pata ancha”. Los Grupo aéreos A4 y M5 atacaban las fragatas y nosotros con los Canberra como no podíamos llegar por el tamaño del avión y ser más lentos que los caza-bombarderos, atacamos fundamentalmente las posiciones inglesas establecidas en la playa San Carlos buscando contrarrestar el cañonero naval al que estaban sometidas las fuerzas argentinas en la isla.

¿Por qué el veterano de Malvinas no es tan reconocido en el país por los propios argentinos?

-(Eleazar Rivollier) Creo que la maquinita de des-malvinizar” funcionó muy bien, y como siempre el imperio Británico trata de dividir para reinar. Y siempre hay gente que se prende en esa movida. Personalmente creo que la causa Malvinas es una causa de dignidad nacional independientemente de las decisiones políticas o de la estrategia militar al más alto nivel. Es una causa que tenemos que seguir reivindicando principalmente en honor a los héroes caídos y para que la Argentina de una vez por toda sea una nación que viva unida, a pesar de las diferencias circunstanciales que podamos tener.

¿Cuál es el mensaje de esta Cumbre Canberra a la ciudadanía?

-(Eleazar Rivollier) El mensaje tiene que ver justamente con la última misión del escuadrón aéreo del 13 de junio y los primeros minutos del 14 de junio, horas antes de que la guerra finalice. La importancia que tiene el relato de esta misión tiene que ver con la necesidad de resaltar la parte técnica y táctica de la misma y para que la gente sepa lo que se hizo durante la misión. Fundamentalmente también para que los familiares de los caídos como el capitán Fernando Casado (que es el último fallecido de esta contienda) sepan lo que pasó ese día. Los familiares de Casado conocen una parte de la guerra o de lo sucedido con su pariente. Lo que saben lo conocen de la voz del piloto (Pastrán piloteaba la nave y se eyectó cuando fueron alcanzados por un misil, mientras que Casado, que era el navegador, no tuvo la misma suerte), pero la otra parte que conocemos nosotros ello no la saben. Entonces para mí es un desafío muy grande porque además de conocer esa historia, nunca después de la guerra, estuve en contacto con ellos. Cuando regresé de la guerra pude darle la mano a mis hijas, para que ellas continúen sus vidas guiándolas, en cambio el más chico de los hijos de Casado, no conoció a su padre ya que estaba en el vientre de su madre en 1982.

Pilotos peruanos decidieron sumarse a la guerra y apoyar a la Argentina en la recuperación de la isla ¿Qué se siente como militar frente a tal actitud?

-(Eleazar Rivollier) Yo particularmente no volé junto a pilotos peruanos, pero convengamos que ellos tuvieron mucha hidalguía y mucho desprendimiento por toda la actividad que desarrollaron al ponerse al servicio de la causa, que no era su causa, pero que sí la sentían como propia. Eso fue muy importante y valorable para nosotros. Fue un apoyo extremadamente importante y por eso pienso que el tema del hermanamiento con los países de la región debe ser siempre primordial.

-(Antonio Zelaya) Los aviones peruanos llegaron hasta Tandil para colaborar con nosotros, pero allí se les dio la orden de no pelear y volver a su país. No participaron de la guerra. Si bien la ayuda llegó, vinieron y se ofrecieron a luchar a la par nuestra, los aviones peruanos no llegaron a actuar en el conflicto, pero los pilotos llegaron a colocarse la bandera argentina en el pecho para luchar con nosotros. Un agradecimiento total al pueblo peruano.

¿Estábamos preparados para una guerra?

-(Eleazar Rivollier) En el caso de las Fuerza Aérea, estábamos muy bien entrenados para lo que había que hacer, volábamos muchísimas horas antes de la guerra de Malvinas. Después de la guerra se comenzó a desmantelarse todo, hasta que prácticamente hoy han desaparecido todos los aviones.

Los pilotos argentinos se ganaron el respecto del enemigo.

-(Eleazar Rivollier) Sí, hacíamos lo imposible para hacer bien las cosas. Nosotros no nos fijábamos qué es lo que decían. Ellos llevaban la cuenta de los aviones que derribaban, de los barcos que se atacaban y demás, nosotros nos dedicábamos a hacer lo que nos mandaban. No preguntábamos por qué ni para qué.

La Fundación UNE (Unidos por Ellos) con el doctor Daniel González y el ingeniero Gustavo Villagra, que organizó este encuentro, se dedica a difundir y rescatar vivencias de los veteranos que volvieron y de los que no volvieron de Malvinas para que se sepa la verdad. “Buscamos rescatar el espíritu patriótico de la gesta. El militar es un servidor del pueblo, pero la entrega que se hizo en la guerra fue por la Patria, fue en defensa de una causa justa, Malvinas es una causa justa y siempre lo será. En ese momento fue el instrumento la guerra y hoy es la diplomacia, pero obviamente, es algo que no se debe renunciar jamás”, subrayó González.

 

Por FABIÁN SEIDÁN

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