Mario Quintana y Gustavo Lopetegui

Numerosas reuniones hubo este sábado en la Quinta de Olivos y las conversaciones continuarán hoy. Los más altos dirigentes de Cambiemos – la gobernadora, María Eugenia Vidal, el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, el titular de la Jefatura de Gabinete, Marcos Peña, el asesor presidencial Jaime Durán Barba, y Carlos Grosso, un colaborador del presidente, entre otros – mantuvieron encuentros con Mauricio Macri. El tema excluyente: tratar de encontrar una solución a la crisis cambiaria, un problema que amenaza con tener derivaciones políticas y económicas.

El Gobierno sigue insistiendo en la necesidad de acentuar el ajuste de las cuentas públicas para reconquistar la confianza de los mercados y cortar la corrida hacia el dólar. En este sentido, sería inminente el anuncio del recorte de ministerios a 10 carteras.

Sin embargo, desde la oposición e inclusive dentro de los socios radicales del Gobierno -llamativamente ausentes de estos encuentros -, se escuchan críticas a esta salida. En lo fundamental, interpretan que “el ajuste en sí mismo no es un plan” y que lo que se ha quebrado, no sólo en el exterior, es la confianza en la administración Macri. De ahí que postulen la necesidad de un plan económico y no meras políticas de achique como asimismo el reemplazo de algunos ministros. Es de presumir que estos planteos estarán presentes en la reunión que este domingo mantendrá el primer mandatario con legisladores de la coalición.

“Si por Mauricio (Macri) fuera, no cambiaría a nadie” sostienen en el entorno más cercano del primer mandatario. Pero importantes referentes de Cambiemos vienen impulsando, en privado, giros en la conducción y un acercamiento a la oposición para asegurar la gobernabilidad. Una muestra de estas diferencias quedó en evidencia el jueves pasado cuando las declaraciones de Vidal, reconociendo dificultades, se superpusieron con las de Peña negando que estemos ante un fracaso económico.

Pese a la intensidad de las versiones en cuanto al posible relevo de Peña, fuentes del Gobierno descartan esta alternativa. La salida de los vicejefes, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, son las piezas que Macri entrega para no resignar a Marcos Peña, anticipan. Los laderos de Peña dejarán la coordinación económica y pasarán a ocupar otros puestos dentro del Gobierno. 

Respecto del actual titular del Palacio de Hacienda se comentó su posible reemplazo por Carlos Melconian, un economista que estuvo reunido en las últimas horas con Macri. Sin embargo, esta posibilidad, al menos en lo inmediato, se contrapone con la decisión del presidente de sostener a Peña, toda vez que en medios cercanos al gobierno no dudan en calificar de “muy mala” la relación de Melconian con Peña.

En principio, la cartera de Hacienda supuestamente acrecentaría su poder ya que podría incoporar bajo su dependencia a Agricultura y Energía que se convertirían en secretarias, como lo eran antes. La previsible recarga de retenciones sobre las exportaciones del campo provocarían la salida de Luis Echevehere del ministerio del área. Otro ganador seria Dante Sica, ministro de la Producción, que absorbería Turismo.

También se menciona la posibilidad del pase del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a comandar el Palacio de Hacienda, pero – en principio – esto fue descartado ya que existe una buena valoración de su gestión en momentos en que la relación con los gobernadores es clave.

Sin embargo, también hay versiones en cuanto a que, una vez renegociado el acuerdo con el Fondo, el Presidente podría disponer la salida de Dujovne. Quienes avalan esta posibilidad sostienen que “el ajuste vendrá más por el lado de los ingresos, como la aplicación de retenciones, que por el lado del gasto”, según un importante colaborador del Gobierno. En este contexto, el reemplazo del ministro de Economía se daría para recuperar la confianza con una nueva figura.

• Newman puro

En el gabinete las opiniones están divididas. Están aquellos que consideran que la crisis cambiaria deriva fundamentalmente de la sequía y de las desfavorables condiciones internacionales. 

A regañadientes, el Presidente acepta la salida de algunos colaboradores como Quintana y Lopetegui, aunque lo sigue rescatando con elogios por la capacidad laboral. Y defiende a capa y espada a Marcos Peña. En este entorno consideran al jefe de Gabinete casi un “genio”. 

Creen que la “pérdida de confianza” solo es externa y que por lo tanto con el nuevo respaldo del Fondo se terminarán de despejar las dudas de los inversores y se calmarán los mercados.

• Internas

El Gobierno de Cambiemos llega a estas circunstancias con reveses importantes. Uno de ellos fue la desfavorable reacción de los mercados tras el anuncio que el hizo el presidente Macri sobre la ampliación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.En la Casa Rosada se comenta que el primer mandatario quiso llevar un mensaje de tranquilidad, no sólo interno, sino principalmente para los inversores internacionales.

El tiro le salió por la culata. El dólar se siguió disparando y en ese contexto comenzaron a circular versiones sobre que habría sido Luis Caputo, titular del Banco Central, quien habría sugerido que fuera Macri el encargado de hacer el anuncio, dejando expuesta la palabra presidencial.

También circuló que el titular del Ministerio de Hacienda, Nicolás Dujovne, se habría opuesto esta forma de hacer el anuncio. En fuentes de la Casa Rosada se tiene otra versión. Según las mismas, tanto Dujovne como Caputo habrían asentido con que Macri hiciera el anuncio, ante la insistencia del primer mandatario por tomar el control de la situación. Y, en todo caso, comentan que la comunicación no es responsabilidad ni de Caputo ni de Dujovne y que desde el mismo comienzo del Gobierno, este resorte correspondió a la Jefatura de Gabinete. Pero lo más grave, especulan en el entorno presidencial, es que “las versiones reflejan una interna dentro del Gabinete”.

En la que tal vez fue la peor semana del gobierno de Macri, tampoco quedó muy en claro la razón por la cual el ministro Dujovne se anticipó a declarar, el jueves pasado ante los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno, que el lunes se conocerían nuevas medidas económicas y que ese mismo día por la noche, viajaría a Washington para negociar la reformulación del acuerdo con el Fondo (sin mencionar, sugestivamente, que el titular del Banco Central también forma parte de la comitiva, como precisó un comunicado posterior del FMI). Quienes creen en las intrigas palaciegas señalan que el apresuramiento de Dujovne por anunciar su viaje – lo único que dijo en concreto – respondería al propósito de consolidar su posición en momentos en que, como se señaló antes, circulan versiones sobre cambios en la conducción del Palacio de Hacienda.

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