Las versiones que dan cuenta de un posible retorno del intendente capitalino, Germán Alfaro, y del funcionario nacional Domingo Amaya, a las filas del Justicialismo, causaron conmoción dentro de la estructura partidaria y también en Cambiemos. Las desmentidas puertas adentro de cada espacio no convencen a nadie. Diario Cuarto Poder lo anticipó la semana pasada en la nota: Alfaro ya escribe su “crónica de una traición anunciada”.

Las versiones que dan cuenta de un potencial regreso del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, y del funcionario nacional, Domingo Amaya, al Partido Justicialista, generaron el efecto de un hormiguero pateado en las filas partidarias, pero también en el espacio de Cambiemos, en donde se encuentran actualmente ambos dirigentes.
La hipótesis fue reflejada en la edición impresa de Diario Cuarto Poder de la semana pasada, además de la columna de Don Eduardo, y generó expresiones de justificación en varios dirigentes del Justicialismo, quienes señalan que ambos referentes fueron echados por José Alperovich, y que no tuvieron otra alternativa que buscar cobijo en Cambiemos. Ese análisis es compartido por una gran parte de la dirigencia, quienes ven con buenos ojos un retorno, tanto de Alfaro como de Amaya. Por supuesto que, como en todos los casos, hay voces disidentes, pero son las menos.
En tanto que en el seno de Cambiemos surgieron preocupaciones y consultas a los protagonistas de estas versiones, quienes las negaron enfáticamente y las atribuyeron a estrategias para debilitar el espacio.
Sin embargo, la debilidad propia del sector opositor, en donde ya se discute puertas adentro la pérdida del liderazgo de José Cano, suma este ingrediente de incertidumbre en lo que hace a la “pata peronista”, que tanto costó consolidar en aquella alianza de cara a las elecciones de 2015.
En esa discusión de conducción tercia Alfaro, quien se atribuye la salvación de las últimas elecciones legislativas nacionales, luego de unas desastrozas y lapidarias Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), al salir a encabezar la campaña para que su esposa, Beatriz Ávila, se convirtiera en la segunda diputada nacional electa. Pese a que en el medio estuvo la tan mentada traición del alperovichismo, con una fuga de 60 mil votos hacia la Fuerza Republicana de Ricardo Bussi, Alfaro no se cansa de decir puertas adentro que el esfuerzo realizado desde el municipio capitalino fue el que revirtió los más de 200 mil votos de diferencia que les llevaba la lista encabezada por Osvaldo Jaldo.
Por lo pronto, el río suena, y quizás sea porque agua trae y en esa correntada puede llevar a Alfaro de nuevo a la sede partidaria del PJ.

Domingo Amaya se encuentra como si estuviera en plena campaña
El que se encuentra como si estuviera inmerso en medio de un proceso electoral es el subsecretario del Interior de la Nación, Domingo Amaya. El ex intendente capitalino recorre la provincia de manera maratónica, tomando contacto con los tucumanos, tanto del interior como de San Miguel de Tucumán.


Es por ello que no sorprende verlo visitando a los ancianos que se encuentran en el Hogar San Roque, o en algún lugar del Interior, como en Villa Belgrano, en donde los vecinos le agradecen la llegada de obras por parte del Gobierno nacional.
Hay quienes señalan que la situación de Amaya es incómoda, desde el momento en que fue desplazado de la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación. Otros sostienen que no le pagaron bien al ex “lord mayor” por el sacrificio de integrar la fórmula junto a José Cano, a pesar de saber que el triunfo se encontraba demasiado lejos.
Las versiones que circulan sostienen que hay una especie de carrera a contrarreloj para que Amaya retorne antes que Alfaro al PJ.

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