El Papa salió a la calle a rezar contra el COVID19

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El Sumo Pontífice salió el domingo pasado del Vaticano para rezar por el fin de la pandemia que afecta a todo el mundo. También pidió por el personal de la salud, que tiene que asistir a las personas infectadas por el coronavirus. Una cruz milagrosa.

Los zapatos del pastor

El papa Francisco sigue rezando intensamente para que la pandemia de coronavirus deje de causar más muertes y sufrimiento en Italia y en el mundo.

Este domingo pasado, alrededor de las cuatro de la tarde, el obispo de Roma ha caminado como un peregrino más por las calles desiertas de la Ciudad Eterna y ha visitado la Basílica de Santa María Mayor, para rezar ante la Virgen, Salus Populi Romani, protectora de Roma.

Además, el Papa ha caminado por un tramo de la Vía del Corso a pie, hasta llegar a la iglesia de San Marcello al Corso, donde se ha detenido en oración ante el milagroso crucifijo que en el año 1522 fue llevado en procesión por los barrios de la ciudad para acabar con la “Gran Peste”.

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El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó que el Papa con su oración invocó el fin de la pandemia que golpeó a Italia y al mundo, imploró la curación de muchos enfermos, recordó a las muchas víctimas de estos días y pidió que sus familias y amigos encontraran consuelo y comodidad.

Su oración también se dirigía a los trabajadores de la salud, médicos, enfermeras y a aquellos que en estos días, con su trabajo, garantizan el funcionamiento de la sociedad. Alrededor de las 5:30 p.m. Francisco regresó al Vaticano.

El Papa animó a los aislados

“En esta situación de epidemia, en la que nos encontramos viviendo más o menos aislados, estamos invitados a redescubrir y profundizar el valor de la comunión que une a todos los miembros de la Iglesia”, expresó el Papa.

“Unidos a Cristo nunca estamos solos, sino que formamos un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza. Es una unión que se alimenta de la oración, y también de la comunión espiritual en la Eucaristía, una práctica muy recomendada cuando no es posible recibir el Sacramento. Digo esto para todos, especialmente para la gente que vive sola”, finalizó.

La historia del “milagroso crucifijo”

La Iglesia de San Marcello es un lugar especial para la devoción católica romana. Abierta desde el siglo IV por el papa Marcelo, fue reconstruida luego de que un incendio la devastara, a partir de 1519.

Del incendio se salvó un antiguo crucifijo en madera del siglo XIV, al parecer de forma milagrosa. Así nació un grupo de oración que se auto denominó “Compañía del Santísimo Crucifijo”.

Sucesivamente, en 1522, Roma fue flagelada por la plaga. El crucifijo, que estaba en un convento, fue llevado en procesión por toda la ciudad durante 16 días, desde el 4 al 16 de agosto. Al final la pestilencia terminó.

La procesión del Crucifijo prosiguió por siglos, cada Jueves Santo, por calles romanas, desde via de San Marcello hasta San Pedro.

¿Será el gesto piadoso del papa Francisco una nueva página en la historia milagrosa del Crucifijo de San Marcello al Corso?

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