La reforma de la edad jubilatoria es una discusión que está abierta en todo el mundo.

Y la Argentina también está dispuesta a participar del debate.

“En algún momento, esa discusión vamos a tener que darla, pensando en un esquema gradual”, afirmó el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

“La verdad que estas edades (de las jubilaciones actuales) vienen de hace muchos años atrás y las expectativas de vida van creciendo”, indicó en declaraciones radiales.

Moroni se vio hace unos días con la misión del FMI que está en la Argentina.

Ese equipo está evaluando un pedido argentina sobre la reestructuración de la deuda con el organismo multilateral.

“El FMI no planteó el tema (de reforma jubilatoria) ni estuvo en el diálogo. Hablamos del funcionamiento de las paritarias”, explicó el ministro de Trabajo a Clarín.

La reforma en las edad jubilatoria es “un dilema que enfrentan todos los sistemas previsionales del mundo, como vemos que se debate en Francia”, dijo el ministro.

“Pero en este momento, no está en agenda. Y creo que estas reformas hay que hacerlas con mucha tranquilidad”, agregó.

“La realidad es que hoy la expectativa de vida que teníamos, todos los años crece, de modo tal que los sistemas jubilatorios van a tener que ir adaptándose a eso”, explicó el titular de la cartera de Trabajo, haciendo eje en que el esquema jubilatorio sea sostenible.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) suele bregar por este tipo de modificaciones, ya que sirve para aliviar las cuentas públicas.

“La Argentina necesita mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones”, dice un trabajo del organismo.

Una de las claves para el FMI es subir la edad de las jubilaciones: de 60 a 65 para las mujeres y de 65 a 67 para los varones.

“Esta clase de reformas requiere de mucha tranquilidad, no se hacen en emergencia”, destacó Moroni a este diario.

¿Pero se hará una reforma bajo su gestión o la del presidente Alberto Fernández?, se le preguntó.

-Está fuera de agenda. No lo veo para este Gobierno, o al menos para este período presidencial, remarcó.?

“Son cosas pesadas de mover, cosas que tienen mucha inercia de su gasto” le expresó Moroni a “Novaresio 910”, el programa que conduce Luis Novaresio en Radio La Red (910).

“Tenemos que pensarlo bien, discutirlo bien e ir haciendo las correcciones para llegar a un punto en no se nos convierta (el sistema previsional) en algo insustentable.

¿Es un disparate pensar que una mujer tendrá que jubilarse a los 65 años?, le preguntaron nuevamente. No es un disparate, pero no se en qué momento lo definiremos”, replicó.

“Tenemos que discutirlo, no es una definición del ministro”, aclaró.

El FMI sugirió modificaciones en el sistema de jubilaciones (“pensiones en el lenguaje del FMI) en diciembre de 2017.

Alli, sugirieron dos cambios angulares: indexar los haberes siguiendo los índices de inflación (como hizo la administración de Mauricio Macri, con el rechazo total de los legisladores que conforman el Frente de Todos) y subir la edad mínima obligatoria para mujeres, que actualmente está en 60 y debería escalar a 65 años.

A través de otra ley del Congreso, el actual oficialismo derogó la movilidad jubilatoria anterior y está aplicando una nueva fórmula.

La actualización de marzo es de un 13% para los que cobran la mínima y menos del 11,56% (lo que estaba en la ley anterior) para todo el resto.

Con las reformas de diciembre de 2017 -bajo protestas violentas y un nivel de agitación parlamentario que impedían los debates-, también quedó establecida la posibilidad de una jubilación a los 70 años, pero de forma optativa.

La discusión sobre la edad jubilatoria está en efervescencia en todo el mundo.

Es protagonista en Francia, pero también fue parte del debate en otros países europeos. Brasil pasó una reforma jubilatoria en 2019, que le podría generar un ahorro de US$ 46.000 millones en diez años.

“La Argentina necesita restaurar la sostenibilidad de largo plazo en su sistema de pensiones”, aconsejó el FMI.

Los “regímenes especiales y de exenciones (como las de judiciales)” tampoco cuentan con el aval del FMI. Moroni destacó que los cambios en los regímenes especiales “ya vienen de la mesa del diálogo argentino de 2002 y se logró con funcionarios del Poder Ejecutivo y Poder Legislativo”.

Según estimaciones privadas, la administración de Alberto Fernández ahorrará $ 5.100 millones mensuales (o más de $ 15.000 millones) por el cambio en las jubilaciones.

Las recomendaciones del FMI son más extensas.

Sugieren cambios aplicados en Italia y Suecia para un régimen general, o en Australia y Chile para contribuciones particulares.

En este último caso, están las administradoras de fondos de pensión, que en la Argentina fueron conocidas como AFJP y removidas de manejar ahorros previsionales en octubre de 2018.

Aún con la permanencia de un sistema estatal, pero con cambios en los fondeos y topes, el FMI entiende que el gasto de ese programa sería del 2% del PBI, contra un 4,3% que estaba costando sin cambios.

Claro que esos números fueron hechos antes de las devaluaciones de 2018 y 2019, por lo que las proporciones pueden haber bajado..

fuente: clarin

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