Los funcionarios del Gobierno siguieron el partido de Argentina desde Olivos.

El Presidente habló por teléfono con Messi para felicitarlo.

En una noche de euforia en Olivos con decenas de funcionarios, el presidente Mauricio Macri conversó anoche por unos minutos con el capitán de la selección argentina de fútbol, Lionel Messi, tras el partido con el seleccionado de Ecuador, p ara felicitarlo por el triunfo por 3 a 1, por su descomunal desempeño, por los tres goles que hizo, y por la clasificación para la Copa del Mundo Rusia 2018.

Según confiaron a LA NACION altas fuentes del Gobierno, en la Casa Rosada también conviven sensaciones de “optimismo, alegría y alivio”. La victoria deportiva del equipo de Jorge Sampaoli puede “mejorar el humor social”.

Y ello puede tener correlatos políticos, especulan. Podría ayudar al Gobierno en las elecciones del 22 de octubre próximo y a superar un año difícil de gobierno y gestión como 2018, en el que Macri pretende hacer profundas reformas, como la tributaria, la fiscal, la laboral y previsional.

“Sí, hablaron Macri y Messi. Después del partido hablaron. Messi estaba en el vestuario todavía, muy emocionado y eufórico por el triunfo”, dijo a LA NACIONuno de los funcionarios que no se suelen separar del Presidente en el primer piso de la Casa Rosada.

La conexión telefónica la hizo el presidente de Boca Juniors y vicepresidente de la AFA, Daniel Angelici, hombre de extrema confianza de Macri.

El partido

En la quinta presidencial de Olivos, Macri miró el partido que jugaron en Quito la Argentina y Ecuador por televisión. Estaba junto a su esposa, la primera dama, Juliana Awada, su hija Antonia, que celebraba su cumpleaños -cumplió 6 años-, y su hijo varón Francisco, a quien apodan Caíco.

En realidad, la escena íntima era en el chalet presidencial, porque en el quincho, el área oficial, se reunieron unos 30 funcionarios, de los que todos los miércoles juegan al fútbol, a comer ravioles y a ver el partido en una mezcla de bullicio futbolero y ansiedad.

“El lo vio en su casa. Pasó en el entretiempo a saludar. Estaban las personas y funcionarios que trabajan en Olivos y algunos funcionarios de ministerios. Seriamos entre 25 y 30 personas”, dijo un allegado a Macri.

De los ministros estaba el de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y también se lo vio al secretario legal y Tecnico, Pablo Clusellas.

El Presidente tenía su lugar asignado allí, pero prefirió calmar la “ansiedad” en la intimidad familiar, aunque apareció en algunos momentos. En el entretiempo hizo su ingreso con fuertes y audibles elogios a Messi, que ya había convertido dos goles.

Alerta y alivio

La incertidumbre sobre la clasificación para Rusia 2018 puso al Gobierno en alerta y generó preocupación. Para Macri, no hubiera sido agradable que la selección no clasifique para un torneo mundial -algo que no ocurre desde 1970- justo durante su mandato presidencial.

Máxime para él, que es un amante del fútbol y que como presidente de Boca Juniors logró diez años de títulos locales e internacionales. Los logros deportivos siempre son una ayuda para cualquier gobernante.

“Siempre mejora el humor social con este tipo de resultados como el de Ecuador”, dijo un allegado directo a Macri. En los días recientes, ese mismo funcionario, al analizar la política, decía algo en broma: “Ahora lo que nos preocupa es que Argentina clasifique para el Mundial”. Pero algún resabio de verdad había en esa afirmación.

“Todos lo vivieron a pleno en el Gobierno, la gente y los funcionarios se iban ayer de los ministerios para llegar a ver el partido. Todos estaban muy metidos, son todos futboleros en este gabinete”, dijo un funcionario. También reveló que en los despachos se discutía sobre si Sampaoli debía para una línea de tres o una línea de cuatro.

“Por eso todos quedaron muy conformes cuando se enteraron de que Macri habló con Messi en el vestuario, tras pasárselo Angelici”, agregaron.

“Esto influye, es innegable, pero todos estaban muy confiados en que clasificaba. Si bien era una preocupación, tenían al sensación de que Argentina pasaba de cualquier manera”, señalaron.

Ahora, el análisis que hacen algunos en la Casa Rosada es que Macri y sus operadores políticos deberán negociar los acuerdos con el peronismo a partir de las elecciones de octubre y en el plazo que dure hasta el Mundial de Rusia. Mucha expectativa de la gente estará puesta en el torneo de fútbol y eso ayudaría a negociar más fácilmente con el peronismo.

“Eso sí, luego de junio, justo después del Mundial, el peronismo ya comenzará su campaña para 2019. Hay que aprovechar esta ventana de seis u ocho meses”, dijo un funcionario.

 

 

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