El chofer de colectivo, René López, ingresó al Hospital Padilla con un cuadro gravísimo tras ser apuñalado el pasado 12 de diciembre en un intento de robo mientras trabajaba conduciendo una unidad de la Línea 10. Fue operado seis veces para salvar su vida, dos de las cuales el establecimiento tuvo que montar un quirófano en la terapia intensiva porque no podía ser trasladado. Actualmente, se encuentra consiente, rodeado de sus familiares y amigos que esperan cuanto antes poder visitarlo en casa.

La ministra de Salud Pública, Rossana Chahla, y el secretario ejecutivo médico del Siprosa, Gustavo Vigliocco, visitaron al paciente que fue trasladado a la Sala 10 del hospital Padilla. “Hoy se cumplen 33 días de la internación de René; estamos todos muy contentos porque para nosotros como Sistema de Salud es muy importante. Recordemos que sufrió lesiones de órganos vitales como pulmón, intestino, diafragma, y un equipo humano de profesionales trabajaron de forma conjunta para poder compartir este momento, el que dentro de poco se podrá ir a su casa”, comentó la titular de la cartera sanitaria. Y destacó que fue heroico el trabajo de los cirujanos y enfermeros.

“René recibió 98 transfusiones, por cada una se necesitan dos donantes, es decir que más de 180 personas donaron sangre para que René haya recibido esa cantidad. Hoy por él, mañana por un familiar o un amigo, por eso es importante la donación voluntaria de sangre”, detalló la funcionaria.

La directora del hospital Padilla, Olga Fernández, dijo estar muy orgullosa de su equipo. “Recuperar la salud de un paciente, sobre todo de uno que llega en un estado muy crítico como el de René, para nosotros es muy importante. Él hizo dos paros en la guardia, estuvo en un estado muy delicado, hubo que montar en dos oportunidades un quirófano en la terapia porque estaba muy inestable y no se lo podía llevar a quirófano. Creemos que como hospital estuvimos a la altura de las circunstancias, y estoy muy contenta hoy de recibir la visita de las autoridades del ministerio”.

René agradeció a Dios, a los médicos y enfermeros que lo cuidaron en este largo camino: “Todo esto es un milagro, no pensaban que podía aguantar seis operaciones. Ahora sólo espero poder descansar, estar tranquilo y recuperarme. En todo momento estuvieron mis compañeros, amigos, pasajeros que me vinieron a ver. Estoy muy agradecido con todos”.

Finalmente, Rosa Díaz, madre del paciente, se mostró muy contenta por la evolución de su hijo, y aseguró que esperan con ansias su vuelta a casa: “Si sigue así capaz que podamos irnos de aquí en una semana. Tiene que estar tranquilo, recuperarse. Toda la familia y sus amigos, lo estamos esperando. Seguro haremos una sorpresa para él”.

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