billetes

El billete de $1.000 ya quedó “corto” como el de mayor denominación en circulación y, desde expertos hasta comerciantes, exigen que el Gobierno otorgue luz verde para crear un billete con un valor más alto, para facilitar y agilizar las operaciones en efectivo. En 4 años, el billete de 1.000 vale el 20% de su poder adquisitivo original, a consecuencia de la inflación.

A raíz de eso, algunos economistas ya ponen en discusión que poner en la calle un ejemplar de $5.000 vaya a “alcanzar” para aflojar la tensión en el manejo del dinero físico que existe en las sucursales y transacciones cotidianas.

La plata no vale

El ejemplo más claro es que varios productos de consumo diario y simple, como un kilo de carne o queso, ya cuestan más de un papel que tiene como imagen al hornero.

Así, desde el sector privado se afirma que la cantidad de ejemplares necesarios para realizar las compras en supermercados y lugares habituales va en un aumento alarmante.

Billete de $5.000

Por eso se requiere una mayor denominación, para manejar operaciones de más elevado valor.

En tanto, desde el ámbito político, no se vislumbra demasiado consenso para ampliar las denominaciones existentes, porque esto implicaría que el oficialismo reconozca de forma directa que se convive con una inflación muy alta, que licua a pasos agigantados el poder adquisitivo del peso.

Un hecho que, en definitiva, genera serios problemas de logística y de mayores costos para movilizar y almacenar tanto volumen de dinero nacional.

Los billetes de $100

Y hace recordar al gran problema que existió hasta mediados de 2016, cuando el papel de $100 era el máximo referente que circulaba en bancos y el público, y las recorridas por los cajeros automáticos “sin cash” era una postal corriente.

“Hay que repensar el abanico monetario, y sumar al circulante billetes de $5.000 y $10.000, por lo que los costos operativos logísticos y transaccionales de los cajeros automáticos caerían muchísimo”, sugiere l Augusto Ardiles, ex director de la Casa de la Moneda, donde se desempeñó entre febrero de 2019 y mayo de 2020.

Ahorro para el país

De hecho, según un estudio realizado por este ex funcionario, si el Banco Central hubiese impreso billetes de $5.000 desde enero del 2020, esto hubiese significado un ahorro durante todo el año pasado de unos 64 millones de dólares en papel, tinta y horas de trabajo.

“En vez de gastar u$s84 millones en imprimir solamente papeles de $1.000, hubiera gastado ´sólo´ u$s20 millones en este dinero de mayor denominación”, acota Ardiles.

Asimismo, agrega que con lanzar billetes de $5.000 y $10.000 se permitiría sacar de circulación billetes de baja denominación, los cuales, en muchos casos, están en mal estado, debido a que su vida útil es de apenas de 36 a 60 meses.

En cifras, hoy un billete de $1.000 equivale en dólares a u$s9,6, como valor oficial. Muy por debajo de lo que vale en los países vecinos sus respectivos billetes de máxima denominación, que supera en casi todos los casos los u$s20.

Cada vez se requiere más cantidad de billetes de máxima denominación para comprar los mismos bienes que antes.

 

 

fuente: iprofesional

Comments

Comentarios