El intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro y los concejales saben que tienen que darlo pero nadie se quiere hacer cargo del “muerto”. Se especula con una sesión extraordinaria o con una espera indefinida.

La última sesión del Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán estuvo signada por el miedo escénico de los ediles, quienes, sin el aval del lord mayor, decidieron no avanzar en el pedido de AETAT referido al incremento en el valor del boleto urbano.
Era la última oportunidad que tenían los empresarios del transporte público de pasajeros para que el Concejo Deliberante autorice la suba del boleto urbano mínimo. Por nota, la Asociación de Empresarios de Transporte había pedido que se trate el pedido del valor del boleto y subirlo de 9,35 a 15,90.
Pero ya el periodo de sesiones ordinarias se había terminado y se apeló al recurso de convocar a extraordinarias solo para ese tema y el del aumento de la bajada de bandera en el sistema de taxis.
Los empresarios se reunieron con los integrantes de la comisión de transportes y es ahí donde empezaron a desnudarse los problemas internos del concejo. Es que el bloque Tucumán Crece, alineado con el gobierno de la provincia, uso su mayoría circunstancial para imponer Presidente del cuerpo y además presidentes en todas las comisiones, hecho que no cayó muy bien en el bloque de Cambiemos.
Los ediles de Cambiemos, aliados del Intendente Germán Alfaro, no concurrieron a la reunión de comisión el día que fueron los empresarios, aun así, la comisión contaba con número suficiente para girar un dictamen que autorice al intendente a convocar extraordinarias pero no lo hicieron. Nadie quiere pagar el costo político de aumentar un boleto.


El valor que trascendía en los pasillos del Concejo indicaba que los empresarios pedían o mejor dicho imploraban un boleto a 15,90 para solucionar los múltiples problemas que tienen desde hace 40 años. “Para ellos nada es suficiente”, señaló la concejal Sandra Manzone a principios de esta semana.
Con el correr de los días algunos concejales de Cambiemos dijeron entender el aumento de costos pero que 15,90 era excesivo. “A 16 pesos es imposible. Ni la inflación ni los aumentos de sueldos han subido tanto. Uno siempre se pregunta cómo hacen el análisis de costo”, señaló el concejal “Lucho” Argarañaz durante una entrevista radial.
Para la última sesión parecía haber acuerdo. Estaba prevista la reunión de comisión de transporte en horas de la mañana, se elaboraba un dictamen y se lo giraba al intendente para la convocatoria a sesión extraordinaria. No pudo ser. Los principales interesados no presentaron el informe técnico y la comisión no pudo elaborar un dictamen, no hubo sesión y en conclusión, el tema pasa para febrero.
“No podemos fijar una nueva tarifa sin informes. Es un tema sensible. Este tema quedará para febrero o marzo. El Concejo no puede dar dictamen sin la información necesaria”, explicó el presidente del HCD, Armando “Cacho” Cortalezzi, en declaraciones a la prensa. En la misma sintonía se pronunció Dante Loza:”Estuvimos esperando y el informe no llegó”.
Desde el bloque de Cambiemos, aliados al intendente Germán Alfaro, se mostraron conformes con el hecho de que el pedido de aumentos no haya sido tratado. “Los concejales del PJ han solicitado informes y están en su derecho. Nosotros definimos no participar de la comisión porque mantenemos nuestro reclamo: no participaremos de las comisiones hasta que no se vuelvan a distribuir la representación en las comisiones”, dijo a la prensa el edil Roberto Ávila.
Una excusa por demás antojadiza y caprichosa. Los ediles deben el trabajo por el cual han sido elegidos y dejar de lado sus mezquindades absurdas. Señores empiecen a trabajar, no es momento para anteponer otras cuestiones ante un tema tan sensible y que afecta a todos como ser el aumento del boleto.
Hemos escuchado a Daniel Orel, presidente de AETAT, asegurar que hasta que no consigan el aumento que ellos solicitan no habré mejoras reales en la calidad del desastroso servicio. Seguramente a más de uno estas declaraciones les generaron malestar, pero podemos decir que “la culpa no es del chanco, sino del que le da de comer”. En este caso si en municipio no controla las frecuencias, el estado de las unidades y el cumplimiento de los horarios de comienzo y fin del servicio este sería el mayor responsable de la pésima forma en la que viajamos todos y de las largas esperas para poder llegar a nuestros hogares.
Las promesas de aprobar iniciativas en el concejo para la colocación de cámaras de seguridad en las unidades y demás sistemas para la seguridad han quedado en el olvido así como el interés por el votante, seguramente al momento de llegar nuevas elecciones veremos a estos mismos funcionarios hablar de todo lo que no hicieron tratando de convencernos.
El caso de los taxis en un tema aparte, en pésimo estado, muchos de los cuales no pasarían una VTV a mitad de año (debería haber al menos 2 anuales), las pocas unidades que poseen aire acondicionado en muchas veces se encuentra apagado “para economizar” con una ciudad con temperaturas alrededor de los 40° en verano. Muchas unidades ni siquiera cumplen con las especificaciones en la ordenanza misma del SUTRAPPA como ser el tipo de vehículo, deben ser sedán (4 puertas), country o weekend (5 puertas) o sea vehículos cómodos, dejando fuera a los Fiat Uno y Volkswagen Gol, los cuales son la mayoría. También podemos decir que pocos vehículos cumplen con la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449, la cual consigna que las cuatro plazas deben contar con apoya cabezas y cinturones de seguridad. Todas estas faltas graves no parecen importarles a los responsables de controlar el cumplimiento de la ordenanza sin importarle las consecuencias sobre la integridad de quienes puedan sufrir un siniestro vial en una unidad que no cumple con los requisitos. Para los ediles capitalinos es momento de comenzar a trabajar seriamente en un municipio mejor, dejando de lado los intereses personales y políticos. La manera en la decidan finalizar la suba del boleto será un gran indicador de estas conductas. Esperando que sea de manera responsable, con estudios de validez real y sin acciones cobardes como cuando Domingo Amaya viajaba a Buenos Aires cuando debía estar aquí para promulgar la ordenanza. Sólo una mente infantil pensaría que de esta manera no se paga costo político.
En algo todos estamos de acuerdo, los tucumanos nos merecemos viajar de mejor manera, no como ganado y con esperas interminables los fines de semana y feriados. ¡¡¡A trabajar señores concejales y funcionarios municipales!!!

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