El ex gobernador José Alperovich encabeza reuniones, de las que participan algunos funcionarios actuales; prepara recorridas por el interior y sueña con volver al poder en 2019. Los primeros rechazos internos en el Partido Justicialista no lo amedrentan y, con su particular estilo, levanta la apuesta para imponer los nombres que integrarán los candidatos a las elecciones legislativas de este año, como lo hizo durante toda su gestión.

Los comensales hablan en voz baja, casi como si fuera un murmullo lejano. Lo hacen sin quitar la vista del centro de la mesa principal, en donde se encuentra el senador José Alperovich. Están atentos a cualquier expresión, saludo o gesto que pueda tener con cualquiera de ellos. Ellos saben que no pueden estar ajenos a los movimientos de aquel que fue gobernador durante doce años. A su derecha se encuentra el actual ministro del Interior de la provincia, Miguel Acevedo, el hombre que muchas veces levanta el teléfono para recibir instrucciones o retos del actual senador nacional. El que se encuentra en la posición incómoda de gambetear órdenes y contraordenes, de quedar bien con José y con Juan. Pero en esta foto no puede escapar. Fue convocado por Alperovich, junto a sus colaboradores, para quedar registrado en la imagen de esta cena. Al ex gobernador tucumano no le gustan los grises, o están con él o en la vereda de enfrente. Sabe el senador que necesita que Acevedo juegue en su equipo, porque el interior es muy importante para su proyecto de sentarse de nuevo en el “Sillón de Lucas Córdoba”. Y más ahora que la estructura de la Capital se encuentra del lado del Acuerdo para el Bicentenario (ApB). Más que nunca se necesita del interior para que la maquinaria del Justicialismo sea una aplanadora.
Del otro lado, a su izquierda, se encuentra el ex intendente de Monteros, Alberto Olea, quien fuera uno de los derrotados en las últimas elecciones provinciales. La intención de Olea había sido imponer a su esposa como heredera, como lo hicieron muchos funcionarios del alperovichismo, creyendo que con ello podrían extender su cuota de poder en sus respectivos territorios. El resultado fue la derrota. Corrió la misma suerte que Luis Morghenstein en Las Talitas, quien vio como su mujer era derrotada por su cuñado, Carlos Najar, el actual titular del Ejecutivo talitense. Al lado de Acevedo asoma el ex coordinador de Municipios y Comunas, Sergio “Burra” Mansilla, quien aún espera la decisión de la Justicia para integrarse a la actual Cámara Legislativa. Eso no ha ocurrido hasta el momento, pero si pasara, Mansilla sería uno más en el recinto legislativo, sin posibilidad de sumarse a la presidencia de ninguna de las comisiones ni ocupar lugar alguno en la mesa de conducción de la Legislatura. O sea que no le sumaría nada al sueño de retorno en el que se encuentra inmerso Alperovich. Al contrario, sería una movida que sólo le generaría desgaste al actual senador. Al lado de Olea se encuentra la hija del ex gobernador, Sarita Alperovich, quien se desempeña en la Dirección de la Juventud. Todos los rumores señalan que será una de las elegidas por su padre para integrar la lista de candidatos. El acompañamiento a los pasos de su padre hacen suponer que pretende consolidar una carrera política iniciada en el grupo denominado “El Ateneo”. También se la puede obervar en las recorridas que realiza el senador por distintos puntos del interior provincial. Alperovich sabe que tiene que construir, pero lo debe hacer sin tener cruzada la banda de Gobernador y sin ceñir en sus manos el bastón de heredero de Lucas Córdoba. Esa construcción política debe realizarla desde la confianza y eso es lo que en este momento no le sobra a Alperovich, que ve fantasmas en todos aquellos que lo rodean, incluso se puede permitir suponer que dentro de todos aquellos que le prestan atención a cada uno de sus gestos, hay algunos que cumplen el rol de espías. Quizás todos ellos están convencidos de poder acompañarlo en su regreso, pero la desconfianza es una de las virtudes que le permitió llegar y mantenerse durante doce años al frente del Gobierno provincial. El problema mayor al que se enfrenta Alperovich es que en su equipo tiene a muchos que perdieron su territorio. Es difícil construir desde el llano. Es difícil pedirle, por ejemplo, a Luis Espeche, que vaya a buscar votos para el actual senador en Bella Vista. Sin embargo, los votos son necesarios para abrir una luz en ese túnel que conduce de nuevo al palacio de Gobierno. Las manifestaciones de algunos sectores del Justicialismo en torno a que no accederán a listas impuestas a dedo, generaron reacciones de poder, como la presente foto cuyo análisis nos concentra. Aunque con este equipo la cosa se le hace cuesta arriba al ex Gobernador. Quizás sea el momento de poner el freno de mano y analizar mejor las estrategias. Un recambio de nombres podría agregarle frescura a esta nueva saga pero, como en el cine, las segundas partes nunca suelen ser buenas.

Las recorridas marcan el inicio del clima proselitista en Tucumán
El tucumano comparte el almuerzo en familia. Como siempre hay un convidado de piedra, el televisor. El informativo es una de las citas obligadas para muchas familias que no cuentan con servicios de video cable o de televisión satelital. De repente, como si se tratara de una noticia más, aparecen personas que tienen alguna necesidad en sus hogares. Un funcionario o colaborador explica cuáles son esas necesidades. Finalmente, la imagen del actual senador José Alperovich aparece dando la solución.

Alperovich con la gente

Abraza a los afectados, les habla en un lenguaje simple y campechano, y promete más soluciones a los inconvenientes por los que pasan. Ellos agradecen y destacan la ayuda recibida. Se trata de un espacio noticioso, pero con una inocultable intención proselitista. El ex mandatario provincial va acompañado de su hija, quien también es partícipe de esas soluciones. Sin embargo, lo que se muestra como una ayuda casi personal, es simplemente una gestión que hace el parlamentario nacional ante las autoridades del área de Asuntos Sociales. Una vez que el expediente con los elementos que necesita la gente está completado, él es el encargado de entregarlos.

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