“La Felicidad, ja, ja, ja, ja…”, cantaba Ramón “Palito” Ortega en 1967. El contexto social de la Argentina no era el más apropiado, pero él estaba perdidamente enamorado de Evangelina Salazar. Y fue inspirado en ella que compuso ese tema, que luego se convirtió en un verdadero himno.

En 2012, en tanto, la Asamblea General de la Naciones Unidas instituyó el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad gracias a una iniciativa del Reino de Bután, que consideraba que la Felicidad Nacional Bruta era más importante que el Producto Interior Bruto de un país. Y, a partir del año siguiente, esta jornada comenzó a celebrarse con objetivos de educación y desarrollo, bajo la consigna: “Un día para ser feliz”.

Himno internacional

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? A priori, nada. Pero la realidad es que el tema de Palito es lo primero que se le viene a la mente de la mayoría de los argentinos y a una infinidad de extranjeros, a la hora de ponerle música al sentimiento que todos luchan por alcanzar en la vida.

“Llegaba a lugares como Alemania y me presentaban como el autor de La Felicidad”, contó Ortega en una entrevista. En su momento, el tema incluido en el álbum Un muchacho como yo, logró vender más de 2,5 millones de copias y le dio a su creador grandes dividendos por derecho de autor, ya que fue grabada en español, inglés, italiano, alemán, francés, holandés y sueco.

Eran tiempos difíciles

Pero, paradójicamente, “La Felicidad” no sólo le dio alegrías al cantante. También le trajo muchos cuestionamientos. Es que, cuando el tema se dio a conocer, nuestro país acababa de entrar en la sangrienta dictadura de Juan Carlos Onganía. Y gran parte de los jóvenes de la época, enlutados por la brutal represión universitaria conocida como “La Noche de los bastones largos”, criticaban la letra del tal “Palito” que contaba una historia que a sus ojos pretendía ocultar la realidad.

Lo cierto es que este muchacho tucumano, que había llegado a Buenos Aires con la ilusión de triunfar y logró destacarse en El Club del Clan, había compuesto ese tema pensando sólo en una historia de amor muy particular: la que lo unió con Salazar, la madre de sus seis hijos, Martín, Julieta, Sebastián, Emanuel, Luis y Rosario, con quien ya lleva más de 50 años de matrimonio.

Letra de amor

“Antes nunca estuve así enamorado, no sentí jamás esta sensación. La gente en la calle parece más buena. Todo es diferente, gracias al amor…”, escribió Palito pensando en Evangelina, una actriz ascendente a quien había conocido filmando Mi primera novia, en 1965. Entonces, ella dejó todos sus proyectos de lado para estar con él. “La única carrera que voy a abrazar es la de formar una familia con vos”, le dijo antes de aceptar su propuesta de matrimonio.

¿Cómo fue el proceso de composición del tema? “En el primer viaje que hice a los Estados Unidos programado por la compañía discográfica RCA, me presentaron a varios artistas, entre ellos, a Paul Anka. En los años 58 ;59, con el nombre de Nery Nelson, yo cantaba sus canciones. Entonces, le dije que para mí era muy fuerte conocerlo personalmente. Él se rió. Y me contó que iba a grabar un disco en español. Así que, para devolverme la gentileza de haber cantado sus canciones, dijo que quería grabar una mía. ¡Para mí era un honor! Pasó un tiempito. Y, obviamente, influyó el hecho de que yo ya la había conocido a Evangelina. Entonces, un día agarré la guitarra y, creo yo que como nacen las canciones más populares, nació de golpe”, había explicado Palito.

Y llegó La Felicidad…

“La Felicidad” nunca llegó a manos de Anka, como estaba previsto. Es que, cuando el presidente de la compañía discográfica escuchó el tema, supo de inmediato que estaba en frente de un éxito y no dejó que Palito le cediera esa canción a nadie más. “Ya mismo la grabás vos”, le dijo. Y Ortega la grabó sin saber que se convertiría en el mayor hit de su carrera.

“Son canciones escritas sin premeditación. Uno no las trabaja demasiado, salen como un aluvión. Me acuerdo que el primero que la escuchó fue Antonio Carrizo. Le dije: ‘Sentate un momento’ y arranqué: ‘La felicidad, ja, ja, ja, ja’. Él se me quedó mirándome. Al final, me dijo: ‘Pibe, esto es un éxito’. Al poco tiempo me fui a España a hacer una película con Rocío Durcal, me invitaron a un programa de televisión y la canté. Y, cuando terminé de cantarla, me dijeron: ‘Esta va a ser la canción del verano'”.

Un “hit” eterno

Pero “La Felicidad” no fue sólo la canción de ese verano, sino la de muchos veranos más. La cantaron, entre otros, Iva Zanicchi en Italia, Ray Connif en los Estados Unidos, James Last en Alemania, Klaane Jan en Bélgica, Jhonny & Rick en Holanda, Claude Phillippe en Francia, Ewa Roos en Suecia y Nada en Canadá.

Por eso, en el Día Internacional de la Felicidad, es inevitable que en la cabeza de todos resuene el clásico tema de Palito, que asegura que ese sentimiento nace “gracias al amor”. Y todo “gracias al amor”.

 

 

 

 

 

fuente. infobae

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