Las investigaciones dentro del Ministerio de Salud de la Nación continúan. Y comprometen cada vez más a Rocío García, pareja de Máximo Kirchner, y ex funcionaria de esa cartera. Después de la auditoría que detectó irregularidades en el manejo de sumas millonarias de dinero, se concluyó un inventario de todo el equipamiento que se compró en el marco del programa dental “Argentina Sonríe” que inauguró Cristina Kirchner en diciembre de 2014. Los datos relevados muestran agujeros, faltantes: desde tornos y computadoras hasta monitores y vehículos.

Pero además, las nuevas autoridades acusan a la nuera de la ex Presidenta de usar el programa “para las campañas políticas de 2015”, donde se candidatearon Máximo (para diputado) y Alicia Kirchner (para gobernadora) por Santa Cruz. Las mayores irregularidades aparecen en las unidades móviles, que costaron $ 80 millones: muchas están desguazadas, con material robado, sin patentes, ni autorización oficial.

La prueba piloto del “programa bucal” se realizó en Río Gallegos, dirigido por la nuera de la ex Presidenta, actual ministra de Salud provincial. Se instalaron, según el informe oficial al que accedió Clarín, 889 prótesis. Argentina Sonríe tenía diferentes autoridades territoriales, pero de acuerdo con la auditoría del ministerio de Salud de la actual gestión, “se comunicaban con el Sur manejando el programa bajo sus órdenes”.

Rocío García era “la cabeza del programa y el pilar del programa, se hacía lo que ella decía”, resalta el documento del área de Salud. Aunque se trataba de un proyecto de atención dental nacional, más de la mitad de los tratamientos se hicieron sólo en Santa Cruz.

​“El programa no cuenta con convenios con la provincia o con los municipios, ni con estudios epidemiológicos para saber el acceso a la salud de dichas poblaciones, dependía de las relaciones e las autoridades políticas usando los operativos sanitarios para las campañas de 2015”, indica el relevamiento oficial.

Este manejo en pleno año electoral, con Máximo y Alicia Kirchner como principales candidatos del FpV en su provincia, generó que muchos de las unidades móviles y equipamientos odontológico “se encuentren a la fecha en dichos lugares (municipios afines al gobierno)” y remarca que las personas que accedían al programa “no ingresaban por demanda espontánea o por necesidades económicas o de salud”, resaltando su uso político.

La mira también está colocada en las licitaciones para la adquisición de equipamiento. Se detectaron irregularidades. En 2014, por caso, se realizó la compra de equipamientos, unidades móviles y refuncionalización de carrocería. La empresa ganadora fue Bonano SA: “no se registró con la misma ningún contrato ni órdenes de compra”, indica la auditoría.

Sólo en la adquisición de 50 unidades móviles -por contratación directa sin contrato- se gastaron $ 79.942.937. Se encontraron apenas cuatro órdenes de compra, pero no los contratos con las dos empresas a las que se les destinó dicha suma.

Pese a las millonarias inversiones que Nación realizó para poner en marcha el plan Argentina Sonríe, la dirección de Salud Bucodental de la gestión actual indicó que hay un importante faltante de los equipamientos adquiridos.

Fuente: Clarín

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