—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con ese plato lleno de pedacitos de vidrio? ¿Acaso se quiere hacer el Tusán?
—No se haga el pícaro o como dicen ustedes: el bovina.
—No me hago el bovina, pero hoy usted me desconcierta.
—¿Quiere comer un poquito?
—¡Noooo! ¿Acaso se volvió loco?
—¿O sea que es cierto que la gente no come vidrio?
—¡Por supuesto! ¿Cómo la gente va a comer vidrio?
—Entonces habría que avisarles a dos políticos tucumanos, para que dejen de hacer representaciones para lo que ellos llaman “la gilada”.
—¿A qué políticos se refiere?
—A un par de pillos que están tratando de ganar el terreno perdido.
—Deje de dar más vueltas que perro pa´ echarse y especifique un poco más.
—Resulta que esta semana, un mentiroso serial, salió a pedir que se quería reunir con el Loco Monedita para ver si se puede armar un frente opositor.
—¿Qué mentiroso?
—Uno que supo decir que iba a sacar el Ejército a las calles, que preso que no trabaje no come y que iba a hacer que los reos construyan la cárcel…
—¿Y que sepan los planos de la cárcel?
—Hasta usted demuestra que no come vidrio.
—No me subestime y continúe. ¿Se juntó con el Loco Monedita?
—Justamente los periodistas le preguntaron eso y dijo que no y que esperaba hacerlo.
—¿Y qué hay con eso?
—¡¡¡Usted come vidrio…!!!
—¿Por qué dice eso?
—Porque se come semejante buzón.
—¿Qué buzón?
—El de que el Loco Monedita y el conscripto Ricky no lo charlaron de antemano. Es una jugada para recuperar terreno ante el Corredor de empleados.
—Ah… ahora que lo dice, tiene razón. No me había dado cuenta.
—La verdad es que son muy malos actores.
—O tienen un guionista muy malo.
—Es acertada esa afirmación.
—¿Usted cree que se unirá la oposición?
—Mire, el macrismo en Tucumán es un desastre. Cuando Camperito quiso hacer lo mismo, el Loco Monedita lo atacó. Ahora tiene el mismo plan. ¿Acaso cree que se borró el VHS?
—No siga hablando de tecnología que se le caen varias sotas.
—Sipi, mejor hablemos de teatro.
—¿Quiere que veamos una obra?
—No, le quiero contar que uno de los nombrados les debe plata a varios actores.
—¡Cuente, cuente, Eduard…!
—En la próxima semana, porque ahí llega la picada completa que pedí a su cuenta.
