De odiseas para llegar a La Havanna, cambios de camiseta y proveedores del Estado

-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace tan agitado? ¿Acaso estuvo haciendo ejercicio?

-No, mi amigo. Vengo de una “odisea”.

-¿No me diga que se hizo del PRO?

-¿Por qué pregunta eso?

-Por el nombre de la última campaña que hicieron en el PRO: “La odisea por la democracia”.

-Lo único que hizo esa odisea fue sentar al diputado Mario Negri en el programa de Joaquín Morales Solá…

-Tiene razón, pero ¿a qué odisea se refiere entonces?

-A la de conseguir un cafecito en La Havanna.

-Oye chico, ¿acaso no sabes que La Habana queda muy lejos?

-¡¡¡No sea zopenco!!! Me refiero al bar de la polémica que vendió café en plena cuarentena.

-Ah, el bar que le pertenece…

-Sí, a una funcionaria que hizo campaña con la camiseta de Atlético y ahora quiere hacer hinchada por el ascenso de San Martín.

-¡Tiene razón, Eduard! ¡Una verdadera panqueque de la política y del deporte!

-No hable de panqueques que a mi me está picando el bagre.

-Bueno, Eduard, pero dígame…

-¿Qué cosa?

-¿Por qué no clausuraron el bar?

-Usted se pasa de inocente, mi estimado amigo. ¿Cómo cree que le van a clausurar el bar a una funcionaria del Gobierno?

-Está bien, pero era una gran oportunidad para el Gobierno de Manzur de dar el ejemplo.

-Ya era…

-Mientras todos los bares y los pequeños comerciantes se están fundiendo, hay algunos con privilegios.

-Sipi.

-Y seguro que hay otros privilegios que ni siquiera conocemos.

-Sipi, en la próxima charla le contaré en qué esta Sociedad Anónima actúa como proveedora del Estado…

-¿En serio?

-Sipi.

-¿Y qué haremos ahora?

-Iremos a mi departamento y le prepararé una buena taza de café con leche.

-Buena idea. ¿Y con qué lo acompañaremos mi querido amigo?

-Con medialunas que usted comprará ahora en la panadería.

-¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!

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