De más de un millón de razones de los dirigentes docentes y de un divorcio político o una estrategia

-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con ese guardapolvo blanco? ¿Acaso está estudiando Medicina?

-No tengo edad para comenzar. En realidad es un vestuario para acompañar a los docentes en su lucha salarial.

-¡Ojo! No me vaya a hacer sopladita alguna de mis novias docentes…

-¡¡¡No sea zopenco!!! Tome en serio a las maestras porque están muy enojadas con sus dirigentes sindicales de la “Triple A”.

-¿Qué? ¿Ahora se creen pilas?

-No se haga el vivo, me refiero a los tres gremios que negocian salarios.

-En eso tiene razón, las chicas están muy sulfuradas por el modo en que llevan la entrega, digo, el diálogo.

-No hay que culparlos, tienen más de un millón de razones para tener esa actitud.

-¿Tantas?

-Como dicen ustedes los tucumanos: vo vé.

-Pero es muy ardua la tarea de pensar en esa cantidad de razones.

-Sipi, pero lo hacen y les gusta hacer ese ejercicio de manera mensual.

-Así van a mantener la lucidez de Mirtha Legrand.

-Muy buena comparación, pero ahora quiero hablarle de un divorcio político.

-¿Un divorcio político?

-Sipi.

-¿Quiénes se separan?

-Un matrimonio dedicado a la política decidió poner fin a la unión ante las leyes.

-¿En serio?

-Sipi.

-¿Quién es él?

-El hombre en este momento se encuentra de licencia en su cargo.

-¿Por qué? ¿Está enfermo?

-Más bien por un gran escándalo que trascendió a los medios nacionales.

-Creo saber quién es ¿Y ella?

-Ella supo estar tercera en la línea de autoridad del país.

-Ya sé. Pero ¿ya no se aman?

-Mire, algunos me dijeron que es una estrategia judicial. En cuestiones de amor no opino salvo que sea usted.

-¿Por qué?

-Porque me interesa que me quiera cuando llega la cuenta del bar.

-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!

Comments

Comentarios