De fotografías que se buscan, relatos para desalentar a los disidentes y una alianza innegociable

—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esa cámara de fotos colgada al cuello? ¿Acaso quiere seguir los pasos del “Gringo” Suárez?

—Noooooo, yo no le puedo atar los zapatos al “Gringo” Suárez.

—¿Por qué? ¿Acaso usa mocasines todo el tiempo?

—¡¡¡No sea zopenco!!! Me refiero a que se trata de una leyenda del fotoperiodismo.

—En eso tiene razón, Eduard. Pero, ¿a qué viene la cámara fotográfica?

—Viene a lo que hacemos todas las semanas en el bar, contar chismes y analizar la política comarcana mi estimado.

—Bien por usted. Ya me picó el bichito de la curiosidad.

—Eso está bien. Mire, muchos de los políticos, en especial los del oficialismo, se encuentran tras la foto que vaya con los relatos que quieren imponer.

—¿A qué relatos se refiere, Eduard?

—Por ejemplo, se quiere hacer aparecer a como dé lugar a Osvaldo como lejos de Alberto y Cristina, en contraposición a una cercanía de pegamento por el lado de Juan.

—Puede ser…

—No es una hipótesis. Sucede mi querido amigo.

—Pero el 9 de Julio en Casa Histórica vi un efusivo saludo de Alberto y Osvaldo.

—Esa foto dolió en las filas del manzurismo que, pese a buscarla, aún no pudo conseguir la foto con Cristina.

—¿Y la conseguirán?

—Cristina no se saca fotos con nadie, a menos que ella lo quiera así.

—Nunca pensé que una foto pudiera ser tan importante en la política.

—Como dicen ustedes los tucumanos: vo vé.

—Algunos habrán pensado en trucar alguna foto.

—No crea que es tan fácil.

—Claro, pero ¿qué me puede decir de la oposición?

—Mire, ahí hay una foto que parece imposible y una alianza que parece innegociable.

—¿En serio?

—Sipi.

—¿Y cuál es la foto imposible y la alianza innegociable?

—La foto de Ricardo Bussi con la gente de Cambiemos y la alianza entre un sector de los radicales y Fuerza Republicana.

—Vi que van a internas, por un lado, los intendentes Campero y Sánchez, con aliados, y por el otro los dirigentes más antiguos del macrismo y los radicales que no ven con buenos ojos juntarse con el hijo del represor.

—Justamente.

—¿Y lo podrán solucionar en una interna?

—No creo y menos ahora que se acusan con Ricardo de ser funcionales al oficialismo, que está dividido, pero en plena reproducción.

—¿Por qué reproducción?

—Porque los peronistas se parecen a los gatos, cuando parece que se están peleando, en realidad se están reproduciendo.

—¡¡¡Usted no sirve, Eduard!!!

—Se agradece el cumplido.

—Se merece un desayuno completo.

—Mejor un cortadito.

—¿Qué le pasa? ¿Está inapetente?

—Sipi. Ya le entré a un desayuno completísimo a su cuenta.

—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!

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