-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esos afiches del Gordo y el Flaco, de Batman y Robín, del Llanero Solitario y Toro y uno de nosotros dos? ¿Acaso estamos por filmar una película?
-No, mi estimado amigo.
-Aunque sea con un corto o documental me conformo, Eduard.
-No es una película. Lo que le quiero contar es una tendencia que está fuerte en este momento.
-En las declaraciones en ese sentido que están dando algunos referentes políticos.
-¿Cómo? ¿Ya no hay internas en el oficialismo?
-No me animaría a firmar ningún papel con esa declaración, pero el clima está mejorando…
-No se crea, hace un frío tremendo.
-¡¡¡No sea zopenco!!! Me refiero al clima de la política comarcana.
-¿Y usted cree que eso se mantendrá?
-Pienso que en tiempos de pandemia no queda otra, mi amigo. Pero hoy usted me tiene que contar algo…
-¿Qué cosa?
-¿Empiezan las clases?
-Eso me lo tendría que contar usted.
-Yo no soy el que tiene novias en la docencia.
-Si le tengo que contar el clima que hay en el ambiente educativo, tengo que decirle que muchos padres no quieren enviar a sus hijos por temor. Y ese miedo también tiene un sector de la docencia.
-¿Y eso lo sabe el Gobierno educativo?
-Como dice usted: sipi.
-O sea que se volverá cuando la cosa esté más tranquila para no pasar papelones.
-Justamente.
-Creo que le voy a hacer una visita al ministro Lichtmajer, así me pongo al tanto de todo.
-¿Me lleva?
-Seguro que me estorbará con preguntas que le darán sus novias…
-Le prometo que me portaré bien.
-Bueno, pero usted pagará los cafés que consumamos con el ministro.
