pollo vs carne
Por Fabián Seidán para Diario Cuarto Poder | La popular frase “De carne somos” que hace referencia a la debilidad del ser humano ante las tentaciones, también es aplicada en nuestro país para referirse a que los argentinos somos grandes consumidores de carne vacuna, aunque eso comenzó a perderse frente a los altos precios del producto en góndolas y mostradores. Bajó el consumo estrepitosamente y en su desmedro creció el consumo de pollo.

De la carnicería a la pollería

Sorprende la cantidad de negocios de venta de pollos que abren en toda la provincia. Los carteles de “Venta de Pollo”, pululan por todo Tucumán y no es para menos, el consumo de carne aviar se disparó y creció como nunca antes, al punto de alcanzar el nivel per cápita de  la carne de vaca.

Es más, muchas carnicerías chicas, de barrios, cerraron y abrieron nuevamente –con los mismos dueños- como pollerías. Algunos explicaron que el valor de la media red se fue por las nubes y los precios de venta al público se tornaron inalcanzables para clientes que ya hacían maravilla para comprar un kilo de blando para milanesa, molida o lomo para bife. Ni hablar de asado.

La costilla de la palomita casi no salía y el vacío que es más “rendidor” (el precio oscila los $700) se reemplazó por el lomo para tirar a la parrilla. “Era insostenible mantener abierta la carnicería en medio de un año difícil con pandemia incluida, pagando a un ayudante, el alquiler del local, todos los impuestos y los servicios (luz, gas, agua)”, explicó desahuciado un ex carnicero devenido a pollero.

de pollo somos

La nueva estrella

En 2019 el argentino promedio ya había aumentado su consumo de pollo, alcanzando los 43 kilos anuales. Pero debido a la creciente inflación, los mayores niveles de pobreza y los salarios que siguen perdiendo terreno en paritarias, en 2021 siguió avanzado en la sustitución de la carne roja por la de pollo, hasta ubicarse casi en iguales niveles de consumo: 49 a 50 (un punto abajo).

Alejandro Ovando, director de IES Consultores indicó a la prensa que “luego de la fuerte suba de precios que experimentó la carne vacuna en los últimos meses, se observó una posición ventajosa para el consumo de pollo, sobre todo al destacar su rendimiento en la mesa familiar”.

“En la actualidad cada argentino consume la misma cantidad de kilos de carne bovina que de pollo, según las últimas estadísticas privadas”, indicó el empresario.

Así, ambas carnes están en casi 50 kilos per cápita por año. Para el pollo, significa su mejor desempeño de la historia, mientras que para los cortes vacunos, la peor desde que se tiene registro.

carne

Veganos y jóvenes de la nueva generación

Como si fuera poco, hay estudios de mercado que reflejan que la carne de vaca también perdió terreno por cuestiones de moda: entre los jóvenes de hasta los 25 años (generación Z o centennials) está el segmento más crítico para la producción de carne ya que son quienes ponen en tela de juicio la “sustentabilidad” del modelo ganadero bovino.

Por otro lado, está el precio en el mostrador. La hacienda sigue en franca suba y no encuentra techo. Eso, sumado a la caída en el poder adquisitivo de la gente hace que comer carne roja sea cada vez más difícil.

Análisis del Observatorio CEPA

El Observatorio de Precios del CEPA (cercana al gobierno) también analizó el precio de los alimentos de la canasta de consumo de los primeros meses de 2021 y del informe surgió que el peso de la carne en la canasta oscila entre 7% (GBA) y 13,3% (interior del país).

Analizando la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año 2020 y el primer cuatrimestre de 2021, se observaron incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%), diciembre (20,2%) todos de 2020, y enero y marzo de 2021 (6,3% y 7,3% respectivamente).

Los distintos segmentos de cortes, categorizados en cortes caros, intermedios y económicos, fueron comparados con el de la carne aviar -el pollo-, dado los elevados niveles de consumo por parte de la población en su carácter sustituto.

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La vaca pierde por goleada

Se observa que, en abril pasado, los cortes intermedios y caros fueron los que más aumentaron: 3,7% y 3,6% respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos se mantuvo levemente por debajo, en el orden de 2,8%. El pollo, prácticamente no tuvo variaciones, ya que incrementó su precio apenas 0,1%.

Dado el carácter sustituto del pollo respecto a los cortes vacunos, se analizó la evolución de precios del pollo fresco entero respecto al principal corte vacuno consumido: el asado. Lo que se observó fue que la brecha retornó en abril a los elevados niveles de enero de 2021. Es decir, si en marzo de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,54 kilos de pollo, en abril de 2021, la equivalencia ascendía a 3,66 kilos de pollo.

Asado para pocos

El encarecimiento relativo del asado respecto al pollo fue del 26% interanual. En la relación respecto al mes anterior, el incremento de 3,8% se debe simultáneamente al aumento del 3,4% del precio del asado y al leve incremento 0,1% en el precio del pollo, lo cual redundó en un abaratamiento relativo del segundo respecto al primero durante el mes de abril.

En términos interanuales, es decir respecto a abril 2020, la variación de precios nominales de la carne (+66,1%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+45,6% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales.

A la cabeza de los aumentos sobresalieron cortes de alto consumo popular como el asado (81,5%), matambre (76,6%) y vacío (74,9%).

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Renovación del acuerdo de precios

Ante este escenario, el gobierno renovó hasta el 31 de diciembre, el acuerdo de cortes seleccionados a precios accesibles con la cadena de producción y comercialización de la carne.

En esta nueva etapa, que comenzó el 12 de mayo, las ofertas se podrán encontrar de lunes a viernes y estarán disponibles en las grandes cadenas de supermercados de todo el país y a través del mercado federal ambulante con camiones itinerantes.

La gente podrá acceder a la paleta a $485/kg para reforzar la oferta de cortes de olla que más se consumen en la temporada invernal y así se alcanza un total de nueve cortes que se suman a los de Precios Cuidados que son la carne picada $265/kg y el espinazo $110/kg. Por su parte, el asado de tira se venderá con una baja del 10% a $359/kg.

Tal vez con esta movida gubernamental se pueda revertir la tendencia y permitir a los argentinos gozar nuevamente del tradicional “asadito del fin de semana”. De paso, el presidente Alberto Fernández, podrá cumplir una de sus promesas de campaña.

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