Los brasileños se impusieron 2-1 en el Sur, ante un equipo de Almirón que mostró un nivel muy inferior al que lo llevó a la final.

A Lanús se le hizo añicos el sueño de conseguir la primera Copa Libertadores de América en sus 102 años de historia. El conjunto dirigido por Jorge Almirón perdió 2 a 1 con Gremio en el estadio Néstor Díaz Pérez en el encuentro de vuelta de la serie final, tras caer 1 a 0 en la ida, y así el trofeo quedó por tercera vez en poder del conjunto gaúcho.

Por lo expuesto en la ida, por la necesidad de remontar y porque de su estadio hizo una fortaleza en este torneo (ganó los últimos cinco que disputó), se esperaba que Lanús saliera a atropellar de entrada a su adversario.

Sin embargo el local se mostró muy nervioso, lo que quedó evidenciado en dos infracciones muy violentas antes de los cinco minutos (una de Román Martínez sobre Jaílson y otra de Rolando García Guerreño contra Arthur que le valió la amarilla al paraguayo).

Los brasileños, tranquilos y con una propuesta audaz, tuvieron la primera aproximación a los 8 minutos, con una buena maniobra colectiva que terminó con un centro rasante de Fernandinho que dominó arquero Esteban Andrada antes de que llegara a conectar Lucas Barrios.

Si bien con el correr de los minutos el conjunto de Almirón fue emparejando el juego, la visita mantuvo la iniciativa en un duelo áspero, en el que antes de los 25 minutos ya tenía tres amonestados (Maximiliano Velázquez y Edilson también vieron la amarilla).

Los nervios que sobrevolaban el estadio se hicieron carne en José Luis Gómez, que a los 26 minutos falló en un intento de pase en el círculo central siendo el último hombre y le dejó el balón servido a Fernandinho, quien levantó vuelo y cuando se encontró con Andrada definió con frialdad para sellar el 1 a 0.

Si bien Lanús tuvo una gran chance de empardar rápido, con un tiro libre de Velázquez que Marcelo Grohe envió al córner tras volar contra su poste izquierdo, Gremio nunca se dejó llevar por delante y siempre se mantuvo a la expectativa para golpear de contra ante un adversario que no se mostraba sólido en el fondo.

Si el panorama ya era complicado en ese momento, a los 42 minutos la ilusión del Granate recibió un mazazo gigante: con mucho espacio, Luan recibió en la mitad del campo, avanzó sin oposición, dejó en el camino a un par de rivales y burló a Andrada con una definición exquisita. Golazo y 2 a 0 para irse al descanso con una ventaja más que tranquilizadora.

El arranque del complemento ofreció una mala noticia para el conjunto de Renato Portaluppi, ya que perdió por una lesión a su mejor jugador, el joven Arthur, de 21 años, a quien le está siguiendo los pasos el Barcelona (el secretario técnico del club catalán, Robert Fernández, estuvo en el estadio observándolo).

El recuerdo del segundo tiempo arrasador ante River era la última esperanza a la que se aferraban los simpatizantes locales, pero lejos estuvo de repetirse la historia en el tramo inicial del complemento.

Más allá de una aproximación a los 10 minutos, con una jugada entre Lautaro Acosta y Velázquez que se ensució en el área y terminó con una media vuelta de José Sand que se fue muy cerca del poste derecho, el conjunto de Almirón no logró imponer superioridad ante un equipo que mostró una versión muy superadora de la que se había visto siete días atrás en Porto Alegre.

A los empujones y lejos del fútbol asociado que lo había acompañado hasta esta instancia, el Granate alcanzó un descuento que le devolvió la esperanza. A los 25 minutos, Jaílson derribó a Lautaro Acosta en el área, el árbitro paraguayo Enrique Cáceres no dudó y tampoco lo hizo Sand, quien marcó el 2 a 1 con un toque suave contra el palo derecho. Fue el noveno gol del correntino en el certamen.

Si bien todavía quedaban 20 minutos, no hubo espacio para la hazaña. Lanús no pudo llevarse por delante a su rival ni siquiera cuando Gremio se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Ramiro (vio dos amarillas en la misma maniobra). Además se expuso mucho en el fondo y estuvo muy cerca de recibir otro cachetazo a los 44, cuando Fernandinho armó un jugadón y Luan definió desviado.

La ovación final que los abrazó fue apenas un minúsculo consuelo para los jugadores de Lanús, que lloraron y sufrieron una derrota que los dejó a las puertas de la gloria. “Es un orgullo de ser parte de este plantel y de haber hecho lo que hicimos”, expresó el capitán Maximiliano Velázquez mientras recibía el aplauso de los hinchas.

Mientras tanto, los 5.000 fanáticos de Gremio que llegaron desde Porto Alegre y que coparon el sector asignado para ellos celebraban, exultantes, el tercer título continental para los gaúchos, que ya se habían consagrado en 1983 y en 1995.

Fuente: Clarín

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