Las empresas financieras de las automotrices avanzan en el desarrollo de algunas medidas para contener la avalancha de fallos judiciales que congelan las cuotas de los planes de ahorro y del posible llamado del Banco Central y su posterior establecimiento de una medida que termine siendo mucho más perjudicial.

A partir de esto es que retomaron una idea que ya habían propuesto en la gestión Cambiemos y que no se terminó de llevar a la práctica como una solución a los planes de ahorro para la compra de 0 km. Las financieras de las automotrices manejan varias propuestas pero siguen avanzando en una que establece un diferimiento de las cuotas para, de esa manera, absorber el incremento del costo de los 0 km que se traslada directamente a las cuotas. Desde el último salto cambiario de mayo de 2018, los valores de los 0 km se incrementaron en algo más de 100%.

El problema que se presenta en esta medida es que las automotrices se preguntan quién se haría carga del costo financiero de no tener los fondos para comprar el auto ya que se tiene que estirar en el tiempo el financiamiento.

“Lo están haciendo de manera adelantada porque la Ley de Solidaridad establece que el Banco Central los puede llamar por este tema y prefieren llegar con una medida con consenso” señaló una fuente conocedora del sector.

Otro conflicto que se presenta en la discusión de las terminales se refiere a que los planes son acuerdos entre privados y esto significaría una intromisión del Estado en el medio. Desde el sector público miran las listas de precios y las ganancias y esperan a que las automotrices hagan una oferta.

El otro punto que también deberán superar es que cada empresa tiene su propia política de precios y esto forma parte sustancial de la estrategia de ventas. Hay marcas que pueden ser más “agresivas” y otras más conservadoras, lo que marca diferencias a la hora de proponer un estiramiento de los plazos. Pero en lo que todos están de acuerdo es que la continuidad de los planes de ahorro es un factor fundamental ya que funcionan como un termómetro de las ventas porque establece el piso del mercado.

Otro frente abierto es la situación de los préstamos prendarios ajustados por UVA, que en el caso de los hipotecarios ya se advirtió que el gobierno tiene intención de intervernir. La cantidad de créditos UVA otorgados por los bancos para comprar automóviles no es para nada despreciable. Según los datos de noviembre del BCRA en el sistema financiero hay un stock de préstamos prendarios de $20.600 millones en UVA y de $ 60.800 millones en pesos.

Nuevos mercados

En paralelo, los integrantes de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), se reunieron con el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, para analizar oportunidades para la industria automotriz local en materia de comercio exterior.

Durante el encuentro que se llevó a cabo en la sede de Cancillería, se repasó la situación actual y se destacó la importancia sobre la búsqueda de nuevos mercados para una industria que exporta el 70% de lo que produce, y su relevancia para la economía en general dado que representa un 13,5% de las exportaciones total país (u$s8.714 millones en 2018) y 35,4% de los envíos de Manufacturas de Origen Industrial.

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