José López con José Alperovich y Beatriz Rojkés en tiempos del kirchnerismo, cuando gastaban mucha plata juntos y eran felices.

El detenido ex secretario de Obra Pública del kirchnerismo José López será juzgado desde este lunes por enriquecimiento ilícito, tras caer preso cuando intentaba esconder casi nueve millones de dólares en un monasterio de General Rodríguez en junio de 2016.

Desde las 12.30, en la llamada sala AMIA de Comodoro Py 2002 del barrio porteño de Retiro, el Tribunal Oral Federal 1 dará inicio al que será el primer juicio vinculado a dinero de presunto origen ilícito que se sospecha fue producto de delitos cometidos durante el paso por la función pública de López.

Con más de 200 testigos convocados y nuevas pruebas obtenidas en una instrucción suplementaria que ordenó el Tribunal, el gran interrogante pasará por el origen de ese dinero, hasta ahora una incógnita. López guardaba los fajos de billetes en un falso piso de un tanque de agua en su casa de Dique Luján y desde allí los trasladó en bolsos y una valija al monasterio “Nuestra Señora de Fátima” en la madrugada del 14 de junio de 2016. En ese lugar fue sorprendido y detenido luego del llamado de un vecino al 911 alarmado por los movimientos extraños y temeroso por la seguridad de las religiosas.

Al ser indagado durante la investigación del caso, el ex segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal sólo dijo que esa plata venía “de la política”, pero no dio mayores precisiones sobre el origen de los fondos.

El Tribunal ordenó establecer también el valor de seis relojes de alta gama que López tenía en uno de los bolsos y también de joyas halladas en el allanamiento a su casa de Dique Luján.

Al cargo de enriquecimiento ilícito por no poder justificar los millones de dólares en efectivo secuestrados, se le sumaron dos acusaciones más: por el origen de los fondos usados para comprar su casa en Dique Luján valuada en 680.000 dólares y un departamento en Recoleta.

López siempre sostuvo que era inquilino de ambas propiedades pero el juez federal Daniel Rafecas, a cargo del caso, no le creyó y lo procesó junto a quienes figuraban como dueños y rentadores de las viviendas, que para el magistrado actuaron como testaferros. Al procesar a los empresarios Rafecas evaluó que actuaron como “prestanombres” a cambio de beneficios en la adjudicación de obra pública.

Entre los convocados a declarara están el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo, Aníbal Fernández; el actual vicepresidente primero de la Cámara de la Construcción, Juan Chediak; y el ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez.

Además de López, preso en la cárcel de Ezeiza, serán juzgados su esposa Maria Amalia Diaz, la religiosa Celia Aparicio y los empresarios Andrés Galera, Eduardo Gutiérrez, Carlos Gianni y Mario Mareoni.

Además de la condena penal si se lo encuentra culpable de enriquecimiento, al final del juicio y una vez que la pena quede firme podrá resolverse el destino de los nueve millones de dólares que permanecen en la bóveda del Banco Central y de los demás bienes cuyo origen se cuestiona.

El ex funcionario está procesado en otras causas por corrupción y lo esperan más juicios orales todavía sin fecha de inicio como el del direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, donde está acusado junto a la ex presidenta Cristina Kirchner y a su ex jefe en el Ministerio de Planificación, Julio De Vido.

López nació en Concepción y desarrolló su carrera política junto a los Kirchner en Santa Cruz. A partir de 2014 comenzó a visitar nuevamente Tucumán con frecuencia, en un intento por disputar la gobernación. Fue electo diputado del Parlasur y llegó a ser vicepresidente del Partido Justicialista local tras la renovación de cargos a principios de 2015, pero luego fue expulsado tras su detención.

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