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Ayer comenzó el juicio oral y público contra José Alperovich por una causa por calumnias e injurias, en la que el querellante es el abogado Gustavo Morales. No se permitió el ingreso de la prensa a la sala para evitar la imagen del ex gobernador sentado en el banquillo de los acusados.

La primera audiencia fue este jueves en la sala 12 de Tribunales Penales de Tucumán. El juicio en el que el ex mandatario deberá enfrentar una acusación por violar a su sobrina, que se desarrollará en Buenos Aires, todavía no tiene fecha.

“Chau, chicos”, alcanzó a decir Alperovich, acompañado por un policía, por su jefe de prensa, su hija Sarita Alperovich y sus representantes legales, el ex gobernador no se detuvo a hablar con la prensa y siguió de largo a estudiar los pasos ya que mañana, en la sala 10, volverá a declarar.

La causa se origina en una acusación que hizo el ex gobernador. Alperovich aseguraba en un texto de más de 300 carillas que existe un “plan orquestado en su contra mediante las denuncias de la presunta violación que presentó su sobrina y ex colaboradora” y que ese plan estaba orquestado por “dos funcionarios públicos oficialistas, el concejal de la capital, David Mizrahi, y el diputado nacional Carlos Cisneros”, como así también el abogado Gustavo Morales.
Lo más curioso es que ahora Mizrahi es compañero de lista de Sarita Alperovich en las elecciones provinciales.

Con estos elementos, Morales denunció a Alperovich por calumnias e injurias y la causa finalmente será juzgada esta semana, luego de las postergaciones realizadas a pedido del senador tanto en marzo como en abril. En esa oportunidad, el querellante advirtió que Alperovich pretendía no asistir y enviar en su representación a su abogado Ariel Sosa. Finalmente, Alperovich se presentó, y declaró durante media hora.

 

 

 

fuente: contexto

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