acevedo

Jorge Javier “Jazo” Acevedo, uno de los referentes del ala más violenta de la barra de Atlético Tucumán y miembro del temible clan que lleva su mismo apellido, deberá pasar otros 45 días en prisión preventiva luego de sumar una nueva imputación de cargos relacionados con los incidentes que tuvieron lugar luego del partido entre el Decano y Platense.

Todo ocurrió el 27 de mayo último, al cabo del partido que se disputó en el estadio Monumental José Fierro, cuando cuatro hinchas del “decano” trataron de acceder al vestuario para amenazar a los jugadores, descontentos por el empate ante el Calamar.

Según la acusación de la Unidad Fiscal Criminal, al querer ingresar al vestuario, el imputado comenzó gritos e insultos contra los jugadores., y cuando el encargado de seguridad del club -que también es Policía- se acercó a él para alejarlo del lugar, Jazo se negó a retirarse asegurando a los gritos que el club era su casa.

Aún así lograron alejarlo de las instalaciones hacia la calle 25 de Mayo, donde Acevedo, dirigiéndose al guardia, dijo “no te hagás el loco. ¡Te voy a matar a vos y a toda tu familia, y te lo voy a matar hasta al perro!”.

Pese a la amenaza, el guardia mantuvo su intento de alejar a “Jazo” y este con un cuchillo tipo sierrita en la mano elevó el tono a una muy seria amenaza de muerte, tras lo cual y contando con la ayuda de sus compañeros el uniformado redujo al violento sujeto hasta que un móvil lo trasladó a la comisaría.

En un principio, Acevedo fue imputado por resistencia a la autoridad y amenaza simple, sancionado con 17 días de prisión preventiva, pero con el avance de la investigación, el fiscal Mariano Fernández reformuló más cargos en su contra, atribuyéndole amenazas agravadas por el uso de arma y resistencia a un funcionario público a cargo del orden de un espectáculo deportivo.

Ante la nueva teoría esgrimida por el representante del Ministerio Público Fiscal, “Jazo” se mostró dispuesto a responder preguntas de las partes. “Cuando J.B me dijo que salga del estado le dije ‘nos conocemos de toda la vida, ¿por qué me querés sacar?’. A lo que me dijo que me fuera porque era una lacra más; entonces me di vuelta y me fui tranquilo. Estoy a disposición desde el primer momento, nunca me resistí a la autoridad”, dijo el barrabrava.

En su exposición cuestionó además el uso del arma blanca y dijo que no entendía porque la Fiscalía realizó dicha conjetura. “Es todo una farsa, es todo mentira”, sostuvo.

El defensor Manuel Pedernera rechazó a la acusación sosteniendo que cuando sucedió el hecho el partido ya había concluido y que la víctima no actuó como policía sino como empleado privado del club, por lo cual no procede aplicar la ley 23.184 de Prevención y Represión de Violencia en Espectáculos Deportivos, a lo que sumó supuestas incongruencias con el cuchillo secuestrado y que el apellido de “Jazo” lo afectaba por no ser del agrado de los dirigentes del club.

Fernández retrucó que no había ninguna persecución contra Acevedo por ser conocido. “Acá la violencia deportiva es lo importante. Como sociedad no podemos naturalizar el hecho de que haya salidas peligrosas, no poder ir a la cancha o al lugar donde está la barra. Tenemos que garantizar la seguridad de que todos los tucumanos podamos ir tranquilos a ver un espectáculo deportivo y no estar sujetos a personas que en modo violento intentan llevar adelante sus pretensiones individuales”, argumentó.

La jueza María Carolina Ballesteros hizo un profundo análisis de la ley 23.184 y coincidió con lo expuesto por el fiscal. “A la Argentina le costó mucho tener esta ley por la oposición de los barrabravas de los grandes equipos de fútbol, que no sólo mueven mucha gente sino que tienen poder económico y ejercen algunas influencias sobre los directivos de los clubes. Hay que proteger que ese deporte pueda desarrollarse en un ambiente de armonía y que sea de adversarios en lugar de peleas”, afirmó.

Fernández agregó que están próximos a cerrar la etapa de investigación para solicitar una audiencia de control de acusación y llevar la causa a un juicio oral y público, por lo que solicitó que se extienda la prisión preventiva por 60 días más para cautelar las medidas restantes, a lo que Pedernera se opuso otra vez.

La víctima intervino en este punto para pedirle a la magistrada que accediera al pedido de la acusación, afirmando que conocía a “Jazo” y a su familia hace muchos años y que temía por su integridad física y la de su familia.

Además hizo hincapié en las condenas que purgó el peligroso delincuente, dos por tentativa de homicidio y una por homicidio en riña, la cual terminó de cumplir apenas días atrás, el pasado 3 de mayo.

“Acevedo cumplió su condena y al próximo partido ya cometió un nuevo delito. Estamos ante una persona que convive con el delito, que trata de aparentar que se reinsertó en la sociedad, cuando no es así. Estamos ante una persona muy violenta que todavía no se reinsertó en la sociedad y pretende llegar al liderazgo de la barra a través de la violencia cuando esto no puede suceder. Hay mucha interna del fútbol en Tucumán, que por los ingresos económicos son capaz de matarse. Mi vida corre peligro, temo por toda mi familia”, concluyó.

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