“No hay dudas que en cuanto a calidad, trayectoria y capacidad, es el mejor jugador que tiene el fútbol argentino”. La frase la firma Guillermo Barros Schelotto, el entrenador de Boca y de Carlos Tevez, de quien habla el Mellizo justo en la previa a un partido decisivo para el club. Porque Tevez volverá a ser titular después de perderse los últimos dos encuentros y medio por su expulsión ante Belgrano (todavía le queda una fecha de suspensión y no jugará el domingo en Victoria ante Tigre). Tevez volverá a ser el capitán de un equipo que brilló ante Quilmes y que necesita que su mejor jugador ingrese en sintonía. Es que si la Copa Argentina se transformó en una Copa del Mundo de ocasión porque es la última vía de acceso a la Copa Libertadores del 2017 (River, Racing y otros tantos la buscan con la misma intensidad), el encuentro de mañana en Mar del Plata ante Lanús es para Boca lo más importante del semestre. Con lo que será el siguiente si pasa y el otro que puede llegar o no. La Copa Argentina es lo único que desvela en Brandsen 805. “El me decía que tenía ganas de estar estas semanas, ojalá llegue bien para el miércoles”, deseó el entrenador cuando se le consultó por el Apache.

Con el asunto del nueve resuelto (¿hubiese vuelto a jugar adentro del área si Benedetto pasaba otro partido sin convertir?), Tevez tendrá que insertarse en un ataque que funcionó casi a la perfección el domingo en la Bombonera. Aunque el último antecedente es bueno: minutos antes de su expulsión ante Belgrano, Carlitos había vuelto a convertir después de seis encuentros de sequía y en los que su nivel no había sido el mejor. De hecho, tras la eliminación de la Copa Libertadores frente a Independiente del Valle, fue él quien asumió que su enojo, sus dudas sobre seguir jugando al fútbol o no tenían que ver con su mal desempeño. “Yo soy el referente de muchos chicos y no pueden verme en ese nivel. Me mentalicé que tengo que ser el jugador que Boca necesita, ayudar a mis compañeros y más ahora que soy el capitán”, expresó en su momento. Ahora vuelve para liderar a Boca en un juego contra el último campeón del fútbol doméstico, el mismo Lanús contra el que Boca perdió hace un mes en Arias y Guidi en el estreno del torneo. “Hay que encontrar su mejor rendimiento, si lo tenés a Tevez pero no en su mejor versión no es bueno”, avisó Guillermo, quien espera (como todo El Mundo Boca) del Apache algo más que el gol: necesita que sea un nexo para todas las líneas del ataque y que transforme su jerarquía en ese plus que le faltó a Boca en el tropiezo internacional.

¿En dónde jugará Tevez? Lo hará detrás de Darío Benedetto. Porque incluso sin él en cancha, el Mellizo mantuvo su flamante 4-2-3-1 para que el equipo logre aceitarlo. Formó un equipo para Tevez pero sin Tevez. Con todavía muchas cuestiones por corregir y pulir, encontró algunos rasgos positivos. Y ahora será Carlitos quien deba aprovecharlos.

¿Por quién entrará? Esa es una de las incógnitas que tendrá que despejar el DT en el entrenamiento de hoy. Lo más lógico es que ingrese por Fernando Zuqui y que Ricardo Centurión se corra del centro del ataque a uno de los extremos. Así, Boca tendría a Pavón, Tevez, Centurión y Benedetto como inversión ofensiva. Pero no está confirmado, porque Guillermo entiende que enfrente habrá un rival con el que hay que tomar precauciones. Por eso aún no definió quién acompañará en el doble cinco a Pablo Pérez. Si juega Andrés Cubas de titular (lo que estaba previsto antes del juego ante Quilmes), entonces el ingreso de Tevez será por Zuqui. Si en cambio Guillermo se inclina por darle pista al colombiano (de gran debut), el Apache podría entrar por Centurión (aunque hasta ahora rindió bien) para que se mantenga Zuqui en el once y coopere con la recuperación de la pelota a la mitad de la cancha. También jugará al misterio Barros Schelotto y aguardará señales desde Lanús para terminar de decidirse. Poner a los Pérez en el medio y los cuatro hombres de ataque suena riesgoso, pero tampoco se descarta. La última opción, que Tevez espere su chance desde el banco, jamás se le pasó por la cabeza al DT.

Al cabo, Boca se armó para que Tevez se luzca. Jugó sin él, lo extrañó primero y se lució después. Ahora viene Lanús, un partido bravo. Ahora le toca jugar a él.

Fuente: Clarín

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