Wilmar Barrios celebra su gol. Foto: LA NACION / Daniel Jayo

El único gol del partido lo hizo Wilmar Barrios; Rossi tuvo una gran tarea en el arco visitante.

Alivio. Eso es lo que siente hoy todo Boca. Desde el plantel hasta los hinchas, pasando por el cuerpo técnico y la dirigencia. El receso llega en el momento justo.

La victoria por 1 a 0 ante Estudiantes, con el gol de Wilmar Barrios, alcanzó para cerrar el año como el único puntero de la Superliga.

Aún cuando el equipo cosechó 30 de los 36 puntos posibles, a diferencia de lo que sucedió hace casi un año, cuando había enhebrado cuatro triunfos consecutivos (2-1 a San Lorenzo, 4-2 a Racing y a River y 4-1 a Colón), con un nivel de juego altísimo y el parate interrumpió aquel ritmo arrollador, esta vez el paréntesis de la Superliga resulta necesario y esperado.

El triunfo frente a Estudiantes le sirvió al equipo de los Barros Schelotto para cumplir el último objetivo que había propuesto Guillermo para este 2017: cerrarlo como único puntero y cumplir un año exacto en esa posición de privilegio. Fue justo después de aquel triunfo frente a River en el Monumental que le sirvió para llegar a la cima del campeonato anterior, despojando de esa ubicación precisamente al Pincha.

En estas 28 jornadas como líder del torneo argentino Boca tuvo partidos en donde transitó pasajes en los que desplegó un fútbol de alto vuelo (aquel frente a los de Núñez, el siguiente frente a Colón, los dos partidos frente a Vélez, el 3 a 0 a Arsenal y a Independiente, el 4-0 a Aldosivi o el 4-1 a Godoy Cruz), otros en los que ganó sin convencer (1-0 a Defensa y Justicia y a Newell’s) y un puñado donde desconcertó (el 1-2 ante Talleres y el 1 a 1 con Patronato en la Bombonera, el 0-0 contra Rafaela, el 1-3 frente a River, el 1 a 1 ante Huracán y el reciente 0-1 vs. Central en Rosario). Pero en todos los casos, continuó siendo el único líder. Por evidentes méritos propios, y también por incapacidad de los rivales para sostenerle el ritmo y discutirle el protagonismo del campeonato 2016/2017, que terminó ganando, ni de la actual Superliga.

Anoche, en la desubicada noche otoñal que se vivió en el estadio de Quilmes, Boca fue apenas una versión deslucida de lo que supo ser. Los circuitos de juego apenas funcionaron en breves pasajes del partido. Estudiantes lo incomodó al líder, e incluso sin profundidad pero con actitud lo dominó en buena parte del partido, sobre todo en la primera etapa. Sería un error ocultar todo eso con el gol de Barrios.

Más allá de los importantísimos tres puntos conseguidos, el xeneize mutó a un conjunto combativo al que no resulta tan sencillo llevárselo por delante. Eso es una buena noticia rumbo al gran desafío de 2018: la Copa Libertadores.

El receso les permite a los Barros Schelotto recuperar futbolistas lesionados o, en casos más graves, achicar el margen de sus ausencias. A Fernando Gago (rotura del ligamento cruzado anterior, lateral medial y menisco externo de su rodilla derecha) y Darío Benedetto (ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha) les faltará menos para volver a las canchas. Lo mismo a Leonardo Jara (desprendimiento en el aductor medio izquierdo) y la nueva preocupación recae sobre Paolo Goltz, que debió abandonar el campo a los 12 minutos, por una molestia muscular por la cual hoy se realizará estudios a fin de determinar la gravedad de la lesión del zaguero. Seguramente, a fin de año los Mellizos brindarán porque con el fin de año se culmine esta reciente racha de lesiones que dinamitó la columna vertebral del equipo.

Con River a 15 puntos (la mitad que la cosecha xeneize), el futuro cercano del líder es claro: el 2 de enero se reencontrará en un complejo de Cardales para iniciar la pretemporada y el 28 de ese mes volverá la acción en la Superliga. Colón, casualmente el rival frente al que se despidió Carlos Tevez el 18 de diciembre de 2016, lo visitará en la Bombonera, Aún es una incógnita saber si esa tarde estará el Apache en el verde césped de Brandsen 805. Una semana después jugará con su escolta, San Lorenzo, en el Bajo Flores.

Apenas cuatro nombres se repitieron ayer en Quilmes en relación a aquella formación que superó 2-0 a Banfield en el inició de la acción para el xeneize en este 2017: Rossi, Fabra, Barrios y Pavón. Hubo cambios de nombres, de sistemas y de nivel de juego. Hubo etapas de alto nivel y otros de un futbol más combativo. Pero algo no cambió: tanto aquel 11 de marzo como hoy, el conjunto de la Ribera apareció siempre en lo más alto de las posiciones. Y aunque el receso llega en el momento justo, Boca parece haberse habituado a mirar a todos sus rivales por el espejo retrovisor.

Fuente

Comments

Comentarios