En los próximos días deberá resolverse el final del ciclo del Patón como entrenador de la Argentina.

Estaba advertido, pero de alguna manera se aferraba a las palabras públicas y a los gestos para las cámaras. La misma ingenuidad que muchas veces lo llevó a hablar de más, le impedía aceptar la estrategia de ClaudioTapia y sus laderos en la AFA . Ahora sí se convenció de que está afuera de la selección. Ya sabe que le mintieron todo el tiempo y en la cara. Pero ni despechado se irá, Bauza no piensa renunciar. Tendrán que echarlo, tendrán que pagar el costo político de romper su contrato y tendrán que indemnizarlo. Descubierta la treta, la salida promete nuevos enredos.

El cinismo quedó al desnudo rápidamente. Horas después de verse frente a frente y de declarar Tapia que Bauza le había dejado “una buena impresión”, se filtraron un par de audios que confirmaron lo que LA NACION sostenía desde hace días: el doble discurso dirigencial alentaba un permanente tembladeral alrededor del técnico para desgastarlo y empujarlo hacia la renuncia. Buscaban su salida a costo cero, económico y político. Eso ya es imposible.

Radio La Red accedió a audios que expusieron a Tapia. Y desenmascararon la maniobra. “Me va a obligar a decir que yo no lo contraté, lo hizo la Normalizadora”, se escucha en un diálogo que luego, el colega Hernán Sisto, de EspnRadio, reconoció que es con él a través de un whatsapp. Vale decir que Sisto desmintió que Tapia hable de Bauza, una opción muy difícil de aceptar por cómo se encadenaron los datos. Nunca lo menciona Tapia a Bauza. En un momento se escucha: “Voy a tener que hablar del contrato, es un boludo”. En los 40 segundos que dura el audio, el presidente también hace referencia al encuentro que ambos sostuvieron anteayer al mediodía en el predio de Ezeiza: “Capaz que cuando salió de la reunión reflexionó y se irá, no sé. Para mí, te digo la verdad, si dice algo malo se equivoca. Yo estoy tranquilo, muy tranquilo”, cuenta.

A Bauza lo decepcionó la verdad. Decidió tomar distancia, alejarse: pasará el fin de semana en el interior del país y el lunes por la mañana estará en funciones en el predio de Ezeiza. Marcelo Tinelli sigue golpeado. Después de la reunión que compartió con Tapia y Bauza el jueves al mediodía, fue atendido con un pico de presión por estrés. El manejo de la situación lo angustia, pero nada de inmolación.

El contrato del entrenador encierra interpretaciones y grises que habilitan a la discusión. Vale aclarar algunos. Primero, su extensión es hasta el final de las eliminatorias con renovación automática hasta el Mundial. Tiene un premio de US$ 450.000 por clasificar a Rusia 2018 y otros 900.000 dólares por conquistar el Mundial. Tiene una cláusula de rescisión, por un millón de dólares, pero sólo tendría validez si a Bauza lo echan a partir del 1° de agosto y en ese momento la selección se encuentra en puestos de clasificación directa. Como ninguno de los puntos hoy está activo, la cláusula no corre. En principio, la indemnización no sería millonaria porque sólo incluiría el proporcional de sueldos que dejaría de percibir. Vale entonces recordar lo qué dijo Daniel Angelici , consultado sobre si el plano económico podía ser un impedimento para la salida del Patón: “No, ese no es un problema”. El entorno de Bauza sabe que habrá detalles para debatir y números que ajustar. Pero no moverán el tablero en la medida que no reciba un llamado desde la AFA. Primero, debe quedar claro que lo echan.

Tapia llevará el tema el próximo martes a la reunión del consejo directivo y buscará que sus pares también asuman la decisión de cesantear a Bauza. En la agenda del presidente, acompañado por Tinelli, aparece el jueves venidero un viaje a España. ¿Temas? Messi y Sampaoli . Convencer al capitán de la conveniencia de presentarse ante la FIFA para intentar que le rebajen la sanción, y acelerar personalmente las gestiones con el DT elegido para suceder a Bauza.

Sampaoli volvió a referirse al tema. Nunca deja de hacerlo, aunque la discreción sería más aconsejable para no desgastar anticipadamente su figura: “Yo tengo un contrato que me vincula con el club hasta junio de 2018, no tengo que aclarar nada. Aunque sí es cierto que el contrato tiene unas aristas que me permiten salir o seguir”. Cuidadoso para dejar la puerta debidamente entreabierta.

Fuente: La Nación

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