Letras de Fuego / Comentario / Por Nancy Olivera*. Compartimos el artículo de la escritora y docente Nancy Olivera sobre los festejos por el Día de la Tradición en la ciudad de Libertador San Martín y la importancia de preservar el folklore.

Una plaza iluminada por la tradición

El pasado viernes 14 a la noche, la plaza San Martín de mi ciudad Libertador General San Martín, en Ledesma, provincia de Jujuy, se transformó en un rincón de alegría al albergar entre sus canteros llenos de flores a un enorme grupo de bailarines de folklore niños, jóvenes y adultos que brindaron un espectáculo alegre, vistoso, convocante y emotivo.

Para festejar nuestra tradición la escuela de danzas nativas, IFOA (Instituto de Formación Artística) del Ballet Jujuy, dirigido por su fundador, el profesor Ángel Tejerina, presenta cada año una muestra cultural que abarca la exposición de stands, donde los alumnos del profesorado de danzas exponen los trabajos de investigación. Cada trabajo es el producto de viajes de estudio, que se realizan visitando los rincones más alejados de la provincia. Además, los alumnos de jardín, preparatorios, años y ciclos de instructorado y profesorado realizan una demostración de danzas tradicionales y brindan gratuitamente un espectáculo digno de grandes escenarios.

De espectadora a parte del ballet

Con un orgullo profundo, que, por momentos, suele hacer que el corazón dé un vuelco, veo ese espectáculo cada año. Comencé a verlo como una simple espectadora que se sentía representada en el afán de dar continuidad a las tradiciones argentinas que suelen ser opacadas por costumbres extranjeras ajenas a nuestra identidad criolla. No demoré demasiado en formar parte del grupo de bailarines. En un principio, me incorporé como simple tallerista amante del folklore y me integré al grupo de adultos; luego, cada vez con mayor entusiasmo, me animé a formar parte del ballet.

Grupo de Adultos del Ballet Jujuy posan con su profesora Carolina Ortega antes de la presentación.

En 1997, se iniciaron las clases del Balle Jujuy en Libertador Gral. San Martín. Precisamente, en el salón de actos de la Escuela Normal “Gral. San Martín”, en esa época yo era la vicerrectora de la institución y recuerdo que, con la rectora, María de Sarrouf entendimos que impulsar el funcionamiento de otra institución los días sábados era como estar permanentemente brindando saberes a los jóvenes de la ciudad. Era dar oportunidad de aprender más acerca de las propias tradiciones y reforzar el sentimiento identitario de los jóvenes con su nacionalidad. La escuela del Ballet Jujuy creció albergada entre las paredes de la Escuela Normal hasta el 2015.

Clases de folklore para todas las edades

Actualmente, brinda sus clases en un salón de la calle Victoria. Hay clases de folklore para todos los intereses y niveles, que son dictadas por las profesoras Carolina Ortega y Guadalupe Ancheta, desde el jardín de niños y los talleres específicos de danzas para los adultos hasta el instructorado y el profesorado para quienes deseen continuar su formación como docentes. Durante el verano, se dan clases de danzas como zamba, gato, chacarera, bailecito, cueca, taquirari. En el profesorado de danzas folklóricas, se estudian las danzas folklóricas argentinas además de zapateo, bombo y tango.

Otro vestuario, otra coreografía. Foto: Gentileza Nancy Olivera.

Cada año, las emociones crecen y se escapan de los corazones amantes de las tradiciones contagiando al público que se reúne en la plaza y regala sus aplausos a los bailarines. Pequeños zapateadores y donosas del jardín de infantes deleitan a sus padres, parientes y amigos, con sus zarandeos y zapateos un tanto inseguros, pero llenos de gracia y alegría. El grupo de adolescentes, simplemente, causa maravilla con sus movimientos estudiados y prolijamente ensayados. Los adultos somos, no sé si decir broche de oro o de años, que destellan juventud. Siempre al final de la muestra, hacemos magia para mostrar alguna perla de picardía que despierte la risa y el entusiasmo de los presentes.

Festejar bailando

El 10 de noviembre el ballet de adultos, al cual pertenezco desde 2019, cumple años de existencia. Este año festejamos nuestro cumpleaños bailando chacarera, remesura, zamba, bailecito, milagroso y carnavalito. El año pasado bailamos, además, pim pim. Mi grupo de adultos surgió por el entusiasmo de aquellos que concurrieron al taller de principiantes allá por 2016 y que no querían dejar de bailar una vez finalizado su entrenamiento de cuatro meses. Querían seguir bailando todo el año y así fue. No dejaron nunca de bailar y realizar presentaciones.

El ballet Jujuy, que tuvo sus inicios un 9 de julio de 1982, cumplió cuarenta años de existencia el año pasado y los festejó realizando la más preciosa y emotiva exposición de bailes en el Teatro Mitre de San Salvador de Jujuy en una maravillosa e inolvidable noche de noviembre de 2024.

Una alegría inmensa llamada Cosquín

En enero de este año, continuó el festejo acompañando a Micalela Chauque en su actuación en el festival de Cosquín. Puro orgullo afloró en ese escenario que se vio pintado con los brillantes colores del paisaje jujeño. Para el próximo enero de 2026, jóvenes y adultos del ballet Jujuy ya nos estamos preparando para lucirnos, nuevamente, junto a Micaela Chauque, en el magnífico escenario de Cosquín.

Claro que antes, estaremos, como siempre lo hacemos, en el festival local de Las Lunas de Ledesma, en los encuentros de Ballets de la provincia y en cada plaza, escuela, iglesia o rincón en donde seamos convocados para beneficio de los organizadores, con el sólo pago que sentimos, en cada presentación, que es el placer y el orgullo de bailar nuestras danzas tradicionales. No hay mayor satisfacción que bailar nuestras danzas poniendo alma y corazón.

¡Gracias, Ballet Jujuy!

*Profesora en Letras, escritora y colaboradora de Diario Cuarto Poder.

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