El Frente de Todos y sus aliados estarán a cargo de al menos 13 distritos mientras que Cambiemos controlará cuatro.

Las elecciones que le dieron el triunfo a Gustavo Sáenz en Salta fueron las últimas de un año electoral que no solo determinó que Alberto Fernández será el próximo presidente de la Argentina, sino que alteró el tablero en varias provincias, aunque en la mayoría sus habitantes decidieron renovar la confianza de quien manejó el Poder Ejecutivo los últimos cuatro años.

Entre 2015 y 2019, solo cuatro de los 24 distritos del país decidieron que su Gobernador no estaba haciendo un buen trabajo y votaron por un cambio: tendrán nuevos mandatarios la provincia de Buenos Aires, Salta, Santa Fe y Tierra del Fuego. En tanto, en los 20 distritos restantes, los jefes de gobierno provinciales o los partidos a los que representan mantuvieron el poder, una dinámica bastante habitual en las democracias de todo el mundo: la mayoría de los dirigentes suelen conseguir su reelección. Se trata de Catamarca, Chaco, Chubut, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Tucumán, Corrientes y Santiago del Estero (las dos últimas tuvieron elecciones en 2017).

Pero este nuevo tablero de juego no solo muestra continuidades y cambios a nivel dirigencial: desde que Alberto Fernández fue consagrado como candidato a presidente por quien sería su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, se modificó la dinámica de alianzas en el peronismo, un detalle que será clave desde el 10 de diciembre.

Mientras que después del ciclo electoral de 2015 el mapa provincial mostraba una disgregación al interior del peronismo con cuatro o cinco grupos de gobernadores que formaban distintos espacios y no respondían a un liderazgo a nivel nacional (aunque desde la particular Córdoba Juan Schiaretti llevaba la voz cantante a la hora de negociar con Macri), cuando dentro de menos de un mes asuma Fernández, el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner contará con el apoyo (en distintos niveles) de, en principio, 13 gobernadores.

Por su parte, si Cambiemos se mantiene como coalición, tendrá bajo su órbita a cuatro distritos: Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes.

En tanto, seis provincias se mantendrán fuera de los dos polos sobre los que se para la política argentina aunque con distintas dinámicas internas (Córdoba, Neuquén, Santiago del Estero, Misiones, Río Negro y Tierra del Fuego) y todavía está por verse dónde se parará Sáenz tras su triunfo en Salta. Ex candidato a vicepresidente de Sergio Massa, Sáenz también ha sabido tejer hilos con Cambiemos y con Consenso Federal.

Con Tucumán

En junio, el gobernador peronista Juan Manzur logró la reelección al imponerse en las elecciones con una amplia diferencia de más de 30 puntos sobre la candidata de Cambiemos, Silvia Elías de Pérez.

Ex Ministro de Salud de Cristina Kirchner, Manzur se había alejado del armado kirchnerista tras la asunción de Macri en 2015, pero fue uno de los primeros gobernadores que apoyaron públicamente la candidatura presidencial de Fernández. De hecho, en el marco de la asunción de Manzur, Fernández encabezó uno de sus últimos actos antes de las elecciones del 27 de octubre, y allí aseguró que desde el 10 de diciembre la Argentina será un país “gobernado por un presidente y 24 gobernadores”.

fuente: infobae

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