Por Fabián Seidán para Diario Cuarto Poder / El trueque o permuta no es nuevo, pero en los últimos meses se aceleró su uso y crece de la mano de las redes sociales frente a un panorama poco alentador de la economía y el mercado laboral. La gente necesita comer y, ante la falta de ingreso genuino de dinero por trabajo o servicio realizado, recurre a esta actividad.
La clase media retrocede
En declaraciones a Radio Mitre, Guillermo Oliveto, economista y especialista en consumo, opinó sobre la situación actual del país y principalmente sobre la caída de la clase media. “Creo que la Argentina viene en un proceso de 10 años sin crecer. En ese tiempo, la economía cayó 13%, la inflación fue de 1.500%, la pobreza pasó del 26% al 42%, y el mercado de alimentos en unidades cayó 10%. Es un país cada vez más ‘low cost’ (bajo costo) en términos de marcas y consumo, un país cada vez con más fragilidad estructural”.
Y agregó: “La gente vive el día a día, sobrevive”.
Y en medio de esa supervivencia diaria, donde falta el empleo y crecen los despidos por cierres y achicamiento de empresas en medio de la pandemia, hay cientos de miles de familias que se ven afectadas y que deben recurrir a su ingenio y habilidades para llevar el pan a la mesa.
Micro-negocios familiares
Algunos arman sus “negocios familiares” vendiendo tortillas y bollos en cualquier esquina, otros ofreciendo delivery comidas caseras, otros cortando el pasto o limpiando piletas, vendiendo medias o bolsas de consorcio; y los más preparados ofrecen sus servicios de venta de ropa, clases particulares a estudiantes, venta de joyas y bijouterie; masajes a domicilio, etc., etc.
En esa línea, para apoyarse, muchos optaron por publicitar su “pequeña empresa” y eligieron las redes sociales para hacerlo teniendo en cuenta que es gratis y que llega rápidamente a mucha gente. Son grupos de trueques y permutas. Allí se puede ver a gente que ofrece intercambio de servicios por productos alimenticios y viceversa, o cambian elementos que ya no usan (ropa, zapatillas; garrafas, bicicletas, juguetes, etc.) por comida y medicamentos.
En el último año creció la desocupación en Tucumán, siendo la más alta en los últimos 17 años, por eso no extraña que estos grupos de “autoayuda” hayan crecido en los últimos meses.
El Gran Tucumán-Tafí Viejo es hoy el segundo aglomerado urbano del país con mayor nivel de desocupación sólo por detrás de Córdoba. En el primer trimestre la desocupación creció en Tucumán y alcanzó el 14,4 %´. Según el INDEC, en el aglomerado Gran Tucumán-Tafí Viejo hay 58.000 personas desocupadas. Otros datos preocupantes: La tasa de ocupados demandantes de otro empleo es del 24,9 %, abarcando a 101.000 personas; mientras que la tasa de subocupación (quienes trabajan menos de 35 horas semanales) alcanza a 60.000 personas. Los más afectados son mujeres y los jóvenes.
“Vendo o permuto” por mayor o menor
Desde el año pasado se vienen generalizado los anuncios de trueque o permuta en las redes sociales, principalmente en Facebook, independientemente del Marketplace, donde los artículos más ofrecidos son vehículos, indumentarias y celulares, ahora se publican canje de ropa, calzado, alimentos y servicios laborales a domicilio. Trueque o permuta de servicios y productos.
Por ejemplo, hay quienes ofrecen camperas, jean, calzas, a cambio de leche o medicamento. Otros ofrecen artículos escolares, toalla, guardapolvo bajo el tipo “vendo o cambio”, abiertos a la sugerencia de otros usuarios.
Según estimaciones de consultores económicos, en los últimos meses, el uso de redes sociales para vender y permutar creció un 500%. Si bien en principio solían utilizarse sobre todo para vender un bien o servicio, en los últimos 60 días se han incrementado los ofrecimientos de permuto o recibo por mayor o menor.
Ventajas del trueque online
Entre las ventajas de este tipo de operaciones está que no hay intermediarios ni se debe pagar flete, porque los usuarios suelen acordar el envío o retiro, no hay intermediarios y en muchos casos los precios de venta y servicio están muy por debajo de su valor de mercado, además de que nadie exige factura o ticket.
El mercado de trueque, físico o virtual crecer ante situaciones de pérdida de poder adquisitivo de los salarios, la pérdida del empleo y las restricciones nacionales para circular por la pandemia.
El mercado informal a full
El trueque es la cara oculta de una sociedad en crisis. “Un albañil ofrece trabajo a cambio de mercadería; una joven promociona cosméticos y pide comida; un hombre muestra un par de zapatillas usadas y avisa que quien le ofrezca un combo de aceite, azúcar y arroz se las lleva. Existe un denominador común: la demanda de alimentos”.
En tiempos en que dos salarios mínimos no alcanzan a cubrir una canasta básica alimentaria, el trueque vuelve a ganar terreno.
“Cambio trabajo por mercadería, por algo de mi interés o lo que puedan darme. Soy electricista domiciliario y me doy maña para arreglar microondas u hornitos eléctricos”, ofrece uno de los tantos trabajadores afectados por la destrucción de la economía informal, un proceso que se vio intensificado por la pandemia.
Otro de los intercambios popular es comida por comida: personas que ofrecen cartones de leche a cambio aceite o azúcar, o aquellos que cambian yerba por fideos.
Los números de la economía
INDEC dio a conocer el informe sobre Mercado de Trabajo al primer trimestre 2021. Si bien la población argentina está proyectada en 45,8 millones de personas, este trabajo está realizado sobre el universo que representa la Encuesta Permanente de Hogares, es decir 28,8 millones de personas. Sobre ese total, está el grupo de los inactivos, es decir personas que no tienen trabajo ni lo buscan. Se calcula que la población inactiva es de 15,5 millones de personas.
Por otra parte, hay que decir que durante 2020 cerraron en todo el país 90.700 locales y 41.200 pymes, lo que generó que unos 185.300 trabajadores quedaran sin trabajo, según una encuesta realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Según la consultora económica IDESA, cada vez a menos gente le alcanza para comer. A esa conclusión llegó tras analizar datos del 4to trimestre de 2020, donde un total de 4,5 millones de argentinos (el 10,6% de la población) no llegaba adquirir la canasta básica alimentaria.
La pandemia y la crisis económica favorecieron el trabajo no registrado, el auto-empleo y la necesidad de trocar para poder comer. Que el árbol no tape el bosque: la salud es importante; pero la economía también lo es.
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