Letras de Fuego / Entrevista / Por Manuel Rivas*. El poeta y antologador santiagueño Alfonso Nassif nos comentó en una amena charla en su casa, los detalles de la realización de la Antología de Poetas del Noroeste Argentino, publicada por EDUNSE.

—¿Cuáles fueron sus criterios o metodología para configurar la Antología de Poesía del Noroeste Argentino?
—No puedo decir que seguí una metodología científica, pero he tratado de que haya una demostración clara sobre lo que se está haciendo. Una vez que ya se establece un parámetro, se sabe que la selección que está haciendo puede ser o no rigurosa. Que verdaderamente no estamos en eso. El planteo es el siguiente: hay aproximadamente unas veinte antologías del Noroeste, en las cuales hay algo así como novecientos poetas seleccionados. De todo eso seleccioné trescientos, lo que quiere decir que había otra mirada. La selección no se agota allí, porque tiene que existir un ordenamiento.
—¿Cómo sigue el proceso de darle forma a la antología?
—Hay una selección, una idea central a partir del reconocimiento de una estética y ya podemos establecer ideas más claras con respecto a cada una de las escuelas. Hago un análisis sobre los dos movimientos más importantes: La Brasa, de Santiago del Estero, y La Carpa, de Tucumán y otras provincias del Norte. Ambos movimientos son los primeros en América, contemporáneos al nacimiento de las grandes vanguardias, en 1924 cuando André Breton, Vicente Huidobro y otros hicieron los manifiestos de las distintas estéticas. En esos años, Alfredo Brandán Caraffa y Jorge Luis Borges ya hablaban de Ultraísmo y publicaban los primeros libros surrealistas y creacionistas. En 1924, que es un número clave, aquí en Santiago del Estero se publica el libro de Bernardo Canal Feijóo, con poesía creacionista y surrealista, lo que prueba que nuestra provincia nunca estuvo ajena a los acontecimientos mundiales. No se trata de un hecho simple, porque estamos hablando de América, por lo menos de nuestra Indo América, como a mí me gusta llamarla. Una vez que tenemos fijado un parámetro histórico, ya se establece otro margen de trabajo. Es decir que tenemos en poesía los grandes movimientos, la historia de la acción de cada una de las instituciones, está Tarja, de Jujuy y Calibar, de La Rioja. No han tenido movimientos Catamarca ni Salta, pero han sido los salteños quienes han estado en La Carpa. Sobre todo, Manuel J. Castilla y Raúl Aráoz Anzoátegui.
—Cuando ya tuvo ese marco histórico y conceptual, ¿Cómo siguió?
—Ya teníamos el punto de partida, que era darle el valor al Noroeste Argentino a través de cuatro poetas, que han manejado cincuenta años de cultura, un medio siglo cultural. Ellos fueron Joaquín V. González, Joaquín Castellanos, Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones. El primero de ellos, Joaquín V. González, fue gobernador de La Rioja y marcó un hito con “Mis montañas”; Joaquín Castellanos, en aquel momento, con “El borracho” y otros grandes poemas como “El viaje eterno”, “El viaje de Colón”, que nos ha legado este hombre que era científico, filósofo, abogado y poeta. Después lo tenemos a Ricardo Rojas, que ha nacido en Tucumán, pero todos sus hermanos nacieron en Santiago del Estero. Y, por último, a Leopoldo Lugones. Esos cuatro hombres han manejado la literatura y la cultura argentina.
—Las partes de la obra fueron tomando forma, entonces…
—Sí, ya teníamos el corpus y las dos argentinas. La parte esquemática son siete u ocho partes. Las dos Argentinas, La Brasa, La Carpa, Calibar y después La generación del 80. Luego un profundo análisis de la poesía de vanguardia en La Carpa, con los poetas de los movimientos surrealistas de Francia. Está André Breton y sus poemas analizados y comparados con la gente de La Carpa. Algo que no es muy fácil. Hay que saber cómo se trabaja. Son doscientas páginas de estudio.
—¿Cómo planteó la selección de los poetas?
—En el rigor de la búsqueda en torno a lo que se va a antologar, el florilegio, como dicen los que saben, o sea la flor y nata de la poesía, en eso no soy riguroso. Sólo soy creyente. Creo en los poetas, por lo tanto, no voy a matar a muchos. Hay muchas antologías del Noroeste que se las han hecho por teléfono, o sea que han puesto nada más que las poesías. No estoy en contra, de ninguna manera, me parece que está bien todo lo que se haya intentado o se haya hecho por la poesía, pero vuelvo a decir, yo he demostrado que están todos los libros. Aquí no ha habido invento. Lamentablemente no se han podido poner fotografías, porque las ilustraciones pesan una barbaridad.
—¿Cuándo concibió la idea de hacer esta antología?
—Me llevó unos veinte años reunir los libros y elaborar la antología. Ha sido un trabajo arduo de visitas a las provincias, además. Mi hija me ayudó en la búsqueda de las biografías y, afortunadamente, muchas de las secretarías y direcciones de Cultura de las provincias del Noroeste Argentino pusieron a disposición en Internet algo del contenido que necesitábamos. De esta antología ha dicho el periodista y escritor tucumano Roberto Espinosa en un artículo de La Gaceta, que es un trabajo como los realizados por Hércules. Algo de experiencia tenía porque había hecho una antología de Santiago del Estero en 1969, con prólogo de Jorge Washington Ábalos. En ese prólogo decía que hacer una obra de esta naturaleza sin saber si se va a publicar o no, es un acto heroico.
—¿Esa antología de Santiago del Estero se parece en algo a la actual del Noroeste Argentino?
—Aquella fue una muestra poética. No hubo análisis como en la recientemente publicada del NOA. Recuerdo que estaba escribiendo el prólogo del libro y mi hijo Gustavo, que por ese entonces tenía siete años, me dijo: “Papá, papá, han llegado los hombres a la Luna”. Entonces escribí en el prólogo de ese 20 de julio de 1969: “Hoy llegaron los hombres a la Luna”. Ese día esperaban en mi casa a que terminara de escribirlo, dos grandes amigos que iban a editar el libro, Carlos Duguech y Manuel Serrano Pérez. La otra editora era Carola Briones.
—¿La poesía lo ha llevado fuera del país?
—Varias veces. Recuerdo que una vez estuvimos con Andrés Fidalgo, quien hizo las antologías de Jujuy, en Cuba. Allí nos recibieron con mucho respeto por nuestra condición de poetas. Andrés era de pensamiento comunista, a tal punto que fue correo del “Che” Guevara antes de pasar a Bolivia. Incluso se entrevistó con él en Jujuy y por eso estuvo preso unos tres años. Su esposa, Nélida, tenía un modo estremecedor de recordar fechas. Por ejemplo, decía: “Cuando Andrés estuvo preso; cuando secuestraron a mi hija; cuando desaparecieron a mi hija; cuando mataron a mi hija en la guerrilla”; así eran las referencias de fechas con las que recordaba”. Después coincidimos en un viaja a Venezuela, a donde fuimos con el embajador argentino. Nos fueron a visitar ministros y embajadores de otros países. Acá si quieres entrevistarte con un concejal, te dicen: venga dentro de un mes.
—¿Le ha sucedido algo curioso en sus viajes?
—Me ocurrió leer en medio del inicio de un incendio. Estábamos leyendo con Jorge Calvetti y Lucía Carmona en ocasión del estreno del teatro que tenía la Embajada de Paraguay en Buenos Aires. Era muy lindo el teatro y tenía esos telones que pesan entre dos y tres mil kilos y que se mueven únicamente con máquinas. Nos había recibido Juan José Camero, quien estaba encargado de la embajada por ausencia del embajador. Estaba leyendo cuando el telón empezó a incendiarse. Camero estaba como loco tratando de salvar cosas. Afortunadamente, los bomberos llegaron en tres minutos y dejaron todo mojado, las butacas, las paredes y el telón. Es la primera vez que digo un poema incendiario. Desde entonces, no me gusta leer en lugares en donde hay muchos telones.
—¿Por qué los caminos de las editoriales van opuestos a los de la poesía?
—Hace muchos años hemos hecho en Chaco un congreso exclusivamente para hablar sobre las librerías y los poetas. Dardo Cúneo era el presidente, y se había invitado a libreros de Chaco, Formosa, Córdoba, y otras provincias para hablar sobre el tema. En esa oportunidad, uno de los libreros ha dicho una verdad que uno no puede olvidarse nunca. Dijo que el libro de poesía en el estante es como una cucaracha: molesta. Es una cucaracha, un bicho. Es por eso que “la poesía no vende, porque la poesía no se vende”. Es así, la poesía no se entrega, no es un hecho mercantil en el que te pagan para que escribas o no. La poesía no se vende porque es peligrosa para todos los gobiernos. Cuando el gobernador Gerardo Zamora decidió publicar la Antología de Poetas de Santiago del Estero, afirmó que yo había dejado muchas prioridades para hacerla. En mis palabras sostuve que no creía que se iba a publicar. Se ha publicado y todavía no lo creo. Igual ocurrió con esta Antología de Poetas del Noroeste Argentino, que la Editorial de la Universidad Nacional de Santiago del Estero ha hecho posible.

Por último, compartimos el recitado de un poema “Torito de Matadero”, de Jorge de Lellis.

*Fundador y director de Diario Cuarto Poder. Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.

Datos del autor

El poeta y escritor Alfonso Nassif nació en Santiago del Estero.

Recibió las distinciones: Gran Premio de Honor, de la Fundación Argentina de la Poesía (2008); seleccionado en el Premio “Federico García Lorca”, del Ayuntamiento de Granada, España (2006); Mayores Notables Argentinos, otorgado por la Cámara de Diputados de la Nación (2008); Diploma de Honor “Domingo Faustino Sarmiento”, por la Cámara de Senadores de la Nación (2009).

Fue Secretario Gremial de la Sociedad Argentina de Escritores nacional (SADE) por varios períodos, Presidente de la SADE Filial Santiago del Estero por cuatro períodos desde 1973 en adelante.

Ha sido declarado Ciudadano Distinguido de la Ciudad de Santiago del Estero y de la Ciudad de Monteros, en Tucumán.

Ha sido declarado Ciudadano Ilustre en las ciudades de Suncho Corral y de Fernández (Santiago del Estero).

La Biblioteca Popular de la ciudad de Herrera lleva el nombre de “Alfonso Nassif”.

Es Miembro de Honor Permanente del Instituto Literario Cultural Hispánico de California (USA).

La Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), le otorgó el título Doctor Honoris Causa con la aprobación unánime del Consejo Superior de la Universidad, a través de la Resolución 160 del 3 de setiembre de 2015.

Publicó recientemente la Antología de Poetas del Noroeste Argentino (EDUNSE)

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