Alberto Fernández ratificó a Guzmán como negociador de la deuda en medio de algunas críticas que comenzaron a llegar a la Quinta de Olivos debido a que que los niveles de adhesión obtenidos por la oferta argentina son mínimos. El Presidente avala la táctica de su ministro de Economía.

Alberto Fernández confía en Martín Guzmán y no va a soltar su mano pese a los mínimos resultados que obtuvo como único negociador ante los fondos extranjeros que invirtieron USD 66.000 millones en títulos soberanos de la Argentina. El ministro de Economía no pudo convencer a la mayoría de los bonistas que operan en Nueva York y ahora abrió una instancia secreta de diálogo para acercar posiciones que permitan evitar un default hacia fines de mayo.

El jefe de Estado sabe qué dicen de Guzmán en Wall Street, el Gabinete Nacional, la Cámara de Diputados, la Confederación General del Trabajo (CGT), el Banco Central, la Unión Industrial Argentina (UIA), el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI), los gobernadores y los economistas de prestigio que consulta a diario.

Y esas opiniones sobre el ministro de Economía se fortalecieron con dos hechos que sorprendieron adentro y afuera de la quinta de Olivos:

1. Publicó una oferta del fondo BlackRock que era confidencial, y ya no representaba la actual posición de este poderoso acreedor privado.

2. La adhesión de los bonistas a la oferta argentina no llega al dígito.

Sin embargo, pese a las críticas que recibe por su táctica de negociación y los resultados obtenidos, el mandatario continúa respaldando a su ministro de Economía, que además tiene un fuerte consenso académico a nivel global. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, y Thomas Piketty y Jeffrey Sachs -entre otros catedráticos de renombre- firmaron una “carta abierta” en apoyo de la postura argentina ante los acreedores privados.

Ante el fracaso de la negociación con los bonistas, el Presidente dispondrá que la oferta inicial continúe vigente hasta fines de mayo. La propuesta vencía pasado mañana, y Alberto Fernández resolvió que no sea retirada de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) para lanzar una nueva instancia de diálogo con los fondos de inversión.

En este sentido, Guzmán ya abrió un backchannel que conecta su despacho con ciertos acreedores privados que operan en Wall Street. Y anoche se negociaban los siguientes aspectos de la oferta argentina:

1. Reducir a menos de tres años el período de gracia previsto en la propuesta inscripta en la SEC. Es decir: si Guzmán exigía no pagar hasta mediados de 2023 los intereses vencidos, la negociación reservada apunta a bajar la cantidad de años para cobrar.

2. Con la reducción del periodo de gracia, los fondos de inversión proponen además que se eleve el porcentaje del cupón a pagar.

3. Fijar un “premio” a los nuevos bonos que podría estar atado al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI).

4. La posibilidad de eliminar de la oferta toda la quita de capital.

fuente. infobae

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