Ya jugó dos partidos junto a funcionarios. El Presidente fue al arco, como cuando era jefe de Gabinete de Néstor. Martín Guzmán, ministro de Hacienda, fue la figura haciendo algunas gambetas.

A pocas semanas de asumir, el nuevo gobierno siguió con la tradición que la administración de Mauricio Macri había imitado de la gestión de Néstor Kirchner y la pelota de fútbol volvió a rodar en la cancha de fútbol de la quinta de Olivos, que Cambiemos dejó, según fuentes oficiales, en inmejorables condiciones.

El viernes pasado, el Presidente y casi una veintena de funcionarios y colaboradores jugaron el segundo de los picados desde que Alberto Fernández se instaló en la quinta de Olivos, mantenida desde diciembre por Daniel Rodríguez, el ex chofer del jefe de Estado durante la campaña que ahora se ocupa de la intendencia de la residencia.

El fútbol de Olivos había sido un sello de la administración de Kirchner. Los partidos, que también tenían lugar los viernes, eran la antesala del asado que se prolongaba hasta altas horas de la noche, con sobremesas regadas con vino tinto y whisky en las que se se discutía de política y en las que el ex mandatario aprovechaba para escudriñar virtudes o defectos de los dirigentes que se sentaban en esa mesa.

Kirchner, aseguraban en esos tiempos en su entorno, solía elegir para su equipo -vestía normalmente la camiseta titular de Racing- a los funcionarios y dirigentes de mejor pie. Fernández atajaba de un lado. Del otro lado, supo hacer lo propio Sergio Massa.

Según las fuentes, el resultado del último viernes fue empate en un gol. El equipo del Presidente comenzó perdiendo. Pero sobre el final de los seis minutos de descuento logró el agónico empate. Jugaron nueve contra nueve. Dieciocho jugadores en cancha.

Como en sus épocas de jefe de Gabinete K, Fernández volvió a atajar. El jefe de ministros, Santiago Cafiero, tuvo buenas actuaciones: hasta hace poco jugó torneos privados junto a familiares y amigos. Los ministros Martín Guzmán, Eduardo “Wado” de Pedro, Nicolás Trotta, Mario Meoni, Gabriel Katopodis y Juan Cabandié fueron de la partida. También asesores y secretarios de Estado. Entre ellos Julián Leunda, que trabaja como asesor presidencial. Y Macarena Sánchez, delantera del plantel femenino de San Lorenzo y directora del Instituto Nacional de la Juventud, que hizo gala de sus dotes.

fuente: infobae

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