Un estudio económico-social de la Federación de Entidades de Discotecas de la República Argentina (FEDRA); indicó que la pandemia le dio el primer golpe a una actividad que se mantenía económicamente activa, con lo qué de más de 4.000 discotecas en nuestro país, post pandemia sólo reabrió menos del 50%. Luego, cuando se estaba insinuando una recuperación, la recesión económica produjo un retroceso del sector que hoy está muy complicado.
Otro tema es la gran participación de los jóvenes en las redes sociales por intermedio de los celulares, lo que lleva a que se participe digitalmente en forma permanente y así van disminuyendo los encuentros presenciales que se dan en los locales nocturnos. Esto es algo que se está produciendo a nivel global, poniendo en riesgo de cierres masivos al sector, agravado por el aumento de costos y las cargas impositivas.
Encuentro en Inglaterra
De un reciente congreso celebrado en Birmingham, Inglaterra; organizado por la Asociación de Industrias Nocturnas local (NTIA) con el patrocinio de la Asociación Internacional de Ocio Nocturno (INA), se reveló un informe que ofrece una instantánea detallada basada en datos de la actividad global de la vida nocturna, el que revela una frágil recuperación, la que se ve amenazada por los fuertes aumentos de costos, la disminución de la confianza de los consumidores y las políticas fiscales excesivamente onerosas.

En estos signos modestos de recuperación, los datos revelan que los cimientos de la economía nocturna a nivel internacional siguen siendo profundamente inestables, especialmente para los locales de empresas pertenecientes a personas físicas o sociedades.
Desde marzo de 2020, la tasa de cierre fue cinco veces más grande que el promedio de la actividad comercial en general y la recuperación ha demostrado un crecimiento de un 0,2% interanual, que es un 13,6% menor que antes de 2020.
Empujados a la extinción
Rodolfo Di Pinto, presidente de FEDRA y directivo de la Asociación Internacional de Ocio Nocturno (INA), reconoció que, sin un apoyo específico y un reconocimiento significativo, por parte de los gobiernos, el sector de la vida nocturna -en particular los espacios independientes y culturalmente significativos-, están siendo empujado hacia la extinción.

“La vida nocturna es más que entretenimiento; es un salvavidas cultural, social y económico, especialmente para los jóvenes. Si colapsa, las comunidades sufren, las ciudades se vuelven menos vibrantes y las economías pierden millones en actividad y empleo, mayormente en el área del turismo”, explicó Di Pinto.
“En Argentina, nuestra federación nacional está trabajando para bajar los costos de la actividad, mediante Convenios Colectivos de Trabajo con los gremios que contienen a nuestro personal, Espectáculos Públicos (SUTEP) y Seguridad (SUTCAPRA); como también, de acuerdo a lo indicado en los últimos decretos nacionales, manteniendo reuniones con las Sociedades Autorales (SADAIC), para acordar los aranceles”, subrayó el dirigente empresario.