vacuna

The Lancet, la misma publicación científica que dio la legitimación de la vacuna rusa de cara a la opinión pública global en torno a la seguridad y eficacia de la Fase III contra el COVID-19; ahora plantea objeciones en los datos científicos respaldatorios, y los considera insuficientes y poco transparentes.

Clara paradoja

La idea original de este paper encierra una clara paradoja: la misma publicación científica que dio el aval científico y la legitimación de cara a la opinión pública global sobre la evidencia en torno a la seguridad y eficacia de la Fase III de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19 – investigada, estudiada y desarrollada por el instituto ruso Gamaleya- ahora queda requebrajada en sus conclusiones y puesta en el banquillo de los acusados en cuanto a la documentación y datos científicos respaldatorios de su fase final, indispensables para que reciba luego la aprobación de las agencias regulatorias globales antes de ser inoculada en seres humanos en una contexto de pandemia global por el virus SARS-COV-2 .

Faltan aprobaciones

Cabe señalar que aún las dos principales agencias del mundo, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EEUU (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no han aprobado la vacuna de origen ruso.

También es cierto que estas objeciones que en la prestigiosa revista científica The Lancet señalan discrepancias en los datos e informes deficientes en el ensayo de Fase 3 de la vacuna Sputnik V llegan un poco tarde porque la vacuna ya fue aprobada en 64 países, que reúnen una población de más de 3.2 mil millones de personas que la mayoría han sido inoculadas con esta vacuna. Entre estos, la Argentina.

Datos disponibles

El acceso transparente y disponible a los datos que sustentan los hallazgos de los estudios son imperativos para verificar y confirmar los desarrollos científicos declarados y el acceso restringido dificulta la confianza en las investigaciones. Sin embargo, es aún más grave si hay aparentes errores e inconsistencias numéricas en las estadísticas y los resultados presentados. Lamentablemente, según una investigación publicada en la revista científica The Lancet, esto parece ser lo que está sucediendo en el caso del ensayo de Fase III de la vacuna Sputnik V.

Sin respuestas

“Hemos realizado varias solicitudes independientes de acceso al conjunto de datos sin procesar, pero nunca fueron respondidas. A pesar de los problemas anteriores y la falta de transparencia, los resultados provisionales del ensayo de Fase III de la vacuna Sputnik V1 nuevamente plantean serias preocupaciones”, reza el estudio publicado en The Lancet.

Gran preocupación

“Tenemos una gran preocupación -advierten los autores- con respecto a la disponibilidad de los datos, de los cuales los investigadores extraen sus conclusiones. Los investigadores afirman que los datos no se compartirán antes de que se complete el ensayo, y luego solo con la aprobación de las partes interesadas, incluido el llamado departamento de seguridad. El intercambio de datos es una de las piedras angulares de la integridad de la investigación; no debe ser condicional y debe seguir los principios FAIR”.

 

 

fuente: infobae

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