Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | Interpelado. El ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, estuvo por espacio de once horas brindando explicaciones sobre su gestión en el recinto legislativo. Difirieron la decisión sobre su informe.
Un extenso examen oral
El titular de la cartera educativa, Juan Pablo Lichtmajer, vivió un verdadero examen oral al ser interpelado en la Cámara Legislativa, en donde permaneció por espacio de once horas dando el informe solicitado por los parlamentarios.
Para ello, el funcionario utilizó unas seis horas para responder las 43 preguntas del extenso cuestionario que le hicieron llegar y que debía despejar en la sesión que fue seguida por televisión por miles de tucumanos.
Las restantes cinco horas, salvo una mínima interrupción para ir al baño, las aplicó en responder las preguntas que le formularon, en vivo y en directo, los legisladores presentes. Al final, Lichtmajer se mostró satisfecho por su desempeño.
La oposición no quedó conforme
Los parlamentarios de la oposición no se mostraron conformes con el informe del ministro de Educación y lo expresaron, tanto en el recinto como en sus declaraciones a la prensa. Una de las voces cantantes fue la del radical Raúl Albarracín.
“No hay respuestas concretas o que sean satisfactorias, incluso muchas no fueron contestadas”, sostuvo el parlamentario quien agregó que “vemos cierto nivel de insatisfacción en las respuestas”.
“Nos confirman la gravedad de la situación que se ha planteado, porque se advierte que se ha vulnerado la ley en la designación de los supervisores y en lo que hace al mantenimiento de las escuelas vemos una deficitaria situación”, espetó.
La autoevaluación de Lichtmajer
“Me voy con la sensación de haber puesto en valor mediante información, argumentos conceptos lo que es el trabajo enorme y que me enorgullece del sistema público de educación de Tucumán”, dijo Lichtmajer.
En líneas generales, el funcionario se mostró satisfecho con su desempeño en la maratónica interpelación, lo que fue apoyado por el bloque manzurista “Lealtad Peronista”, encabezado por el legislador Sergio Mansilla.
“Vine a hablar de educación, me mantengo al margen de la especulación política porque me he centrado en responder a las preguntas. Me parece bien y saludable que se dé un debate de la educación en la sociedad”, subrayó el ministro.
Entre la aprobación y el análisis detallado
Mientras el bloque manzurista “Lealtad Peronista” solicitó la lisa aprobación del informe elevado por Lichtmajer, el bloque jaldista “Justicialista de Todos” y los opositores consideraron que se debía analizar la información recibida.
Se impuso la segunda opción, que definió el pase a la Comisión de Asuntos Constitucionales, no sólo la versión taquigráfica de la sesión sino también la documentación aportada por el ministro de Educación.
Todo eso será analizado por los integrantes de la mencionada comisión y el resultado de la interpelación -la última había sido en 2006- será definido en una próxima sesión, que aún no tiene fecha de realización.
Cruces verbales
Si bien la sesión de interpelación se desarrolló por carriles normales, en donde predominó la tranquilidad y el respeto, hubo un episodio de cierta violencia que tuvo como protagonistas a Sergio Mansilla y Javier Morof.
El segundo estaba en uso de la palabra, cuando el manzurista fuera de sí, se levantó de su banca y comenzó a increparlo a los gritos y señalando con el dedo a su par. Éste, sin inmutarse, prosiguió con las ironías hasta que Mansilla se tranquilizó.
Finalmente, el presidente del bloque jaldista “Justicialista de Todos”, Roque Tobías Álvarez, le restó importancia a los desencuentros y dejó un guiño a la posibilidad de que los peronistas en vez de pelearse se estén reproduciendo.
Finalmente, luego de esta ardua y maratónica sesión, la definición quedó en suspenso. En tanto que el ejercicio de pedir explicaciones a los funcionarios públicos parece haberse reavivado con el chisporroteo político en el oficialismo.
*Analista político.